COBERTURA INFORMATIVA
SOBRE PANDEMIAS (LIV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (43) Publicado en Dominical Diario de Ferrol 16/05/2021
Carlos Piñeiro Diaz,
médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con la
COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado
medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado
de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han
convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social
de controlar la enfermedad. Finalización del estado de alarma y aumento de la
movilidad social.
Ha finalizado el estado de alarma en España y
la polémica ha surgido en los medios de comunicación y en las Comunidades
Autónomas que se han visto obligadas a solicitar al juzgado las restricciones
de su comunidad. El presidente del gobierno refiere que la clave está en la
vacunación de la población y en muchos sectores no se ha recibido con
satisfacción la afirmación del político, pero la práctica establecida en
algunos países parece darle la razón. Las
vacunas han devuelto a Israel a la antigua normalidad. Desde el mes de enero de
2021 se ha observado: un 99% menos de número de casos, un 98% menos de casos
graves de enfermedad por COVID-19, un 99% menos de número de fallecidos y muy
pocas restricciones. Según los datos oficiales de Israel, es posible que para
lograr la inmunidad de grupo no se necesite alcanzar un 70% de la población
vacunada. Los datos demuestran que un 60% de cobertura permitirá la inmunidad
de grupo, lo cual es esperanzador si se acelera el proceso de vacunación.
En España, el ministerio de Sanidad ha
publicado el informe de dos estudios realizados en residentes de centros
sociosanitarios de mayores y la efectividad de la vacunación frente a la
infección sintomática y asintomática ha sido del 81% al 88% según el tipo de
estudio. La efectividad para evitar la hospitalización y el fallecimiento ha resultado
del 71% y del 82% respectivamente. Se estima que, hasta el 4 de abril, la
campaña de vacunación ha evitado, al menos, 17.000 casos de COVID-19 y 3.500
fallecimientos por este motivo. Tristemente las vacunas han llegado tarde en la
mayoría de los centros sociosanitarios.
Pero no hay que olvidarse que seguirá siendo
necesario realizar más test de antígenos para detectar al 2% de las personas
responsables del 90% de los virus que circulan en las comunidades, que dan
lugar a posibles eventos de super contagio, tal como se ha estudiado en la
Universidad de Colorado Boulder. Tanto en poblaciones sintomáticas como
asintomáticas, un solo individuo con la carga viral de saliva más alta
transporta más del 5% de los virus circulantes. Un pequeño número de personas
son portadoras de la gran mayoría de los virus.
En la revista científica “The Lancet Public
Health”, se ha publicado esta semana un estudio realizado en Reino Unido donde
se sugiere que el beneficio personal triunfa sobre el beneficio colectivo en la
reducción de la vacilación a la vacuna para un 10% de personas clasificadas
como muy reacias. Facilitar información escrita sobre los beneficios personales
de la vacunación aumentó la disposición a vacunarse más que la información
sobre los beneficios colectivos de la población. Lo cierto es que muchos países
están ofreciendo incentivos personales para animar a las personas a vacunarse,
llegando al extremo de ofrecer una lotería de un millón de dólares en el estado
de Ohio, Estados Unidos, para los inmunizados, o oferta de hamburguesas y
patatas gratis para los neoyorquinos que se vacunen o entradas gratis para
acudir al zoo del Bronx o tarjetas para el metro gratuitas durante una semana.
En España lo que desea la población es una buena disponibilidad de vacunas para
alcanzar la inmunización personal y colectiva cuanto antes, sin necesidad de
incentivos, que indican el buen sentido común colectivo, a pesar de grupos
amplios de personas que han confundido la finalización del estado de alarma con
una fiesta a celebrar y con riesgo evidente para personas jóvenes y de mediana
edad, además del riesgo de contaminación a sus familiares mayores.
El levantamiento de restricciones parece
significar la decisión política a nivel nacional e internacional, buscando la recuperación
de la economía y una letanía de reglas llega hasta la desorientación de las
personas, con cierres perimetrales diferentes, confinamientos parciales, toques
de queda, razones familiares imperiosas, limitaciones de movilidad, múltiples
normas que afectan a la vida cotidiana. Las limitaciones de los derechos
humanos en tiempos de crisis de salud y las diversas concepciones del
afrontamiento a la crisis pandémica provocan decepciones en el campo de los
derechos y libertades en países donde prevalece la democracia. Sorprende que en
un estado de derecho las respuestas de los jueces administrativos sean incluso
opuestas y que el Parlamento no encuentre soluciones consensuadas para resolver
las necesidades de una crisis de emergencias sanitaria y conciliar los
imperativos de eficiencia el objetivo de salud pública con los derechos y
libertades. Los organismos internacionales están particularmente atentos a la
vulneración del espíritu de los textos internacionales de los derechos humanos.
La Asamblea Mundial de la Salud solicitó al
Director General de la OMS, hace un año, que iniciara una revisión
independiente, imparcial y completa de la respuesta sanitaria internacional a
la pandemia. Un Panel Independiente para la Preparación y Respuesta ante una
Pandemia, está elaborando sus conclusiones y evidenciado la preparación
limitada para una pandemia de los sistemas de salud del mundo. Están preparando
las bases para un futuro que permita responder adecuadamente ante una nueva
pandemia. Esperaremos la finalización de la actual.
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