lunes, 30 de marzo de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE LAS PANDEMIAS II) : DISTANCIAMIENTO SOCIAL


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE LAS PANDEMIAS: DISTANCIAMIENTO SOCIAL. Dominical Diario de Ferrol, día 29.03.2020, página 12-36


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (II): DISTANCIAMIENTO SOCIAL
Carlos Piñeiro Diaz. Médico centro de salud de Narón. Magister Salud Pública
  Nunca hubiéramos imaginado que la actual pandemia, de coronavirus COVID-19, sería retransmitida a diario en todos los formatos informativos posibles, con mapeos actualizados en todo el planeta por las universidades y plataformas informativas más prestigiosas, respirando en el día a día la vida y la muerte de las personas, confinadas en muchos países e incrementándose de forma desmesurada el consumo de información.

 El impacto en la sociedad de las cifras de mortalidad y morbilidad de la enfermedad ocasionada por el coronavirus COVID-19, se sigue a diario, en Galicia y en todo el planeta. El incremento exponencial de los datos contribuye al temor en una población confinada en su domicilio, superadas las dos semanas de distanciamiento social. Por el momento se superan los 600.000 casos conocidos de afectados y se superan más de 30.000 muertes, en la totalidad de los cinco continentes. Más de 3.000 millones de personas están practicando el aislamiento social, con medidas no farmacéuticas ante la pandemia, instauradas de forma no homogénea en los diversos países. Para que se declare el estado de pandemia se tienen que cumplir dos criterios: que el brote epidémico afecte a más de un continente y que los casos de cada país ya no sean importados sino provocados por trasmisión comunitaria.
  Toda la población se encuentra pendiente de vislumbrar cuando acabará la pandemia y los medios informativos recogen las especulaciones matemáticas del pico de la curva de Gauss, de personas afectadas y su aplanamiento inicial, punto de inflexión en el que se supone que la pandemia irá remitiendo. Los científicos van informando sobre el progreso de la infección, de un virus desconocido y aplicando metodologías propias del comportamiento del virus recogida en Wuhan, China.  Los datos de China sugieren que transcurren unas tres semanas entre el momento en que una persona se siente enferma y muere por COVID-19. Y si supone una tasa de letalidad de aproximadamente 1%, un cálculo final sugiere que cada muerte representa aproximadamente 100 casos en la primera semana. En este momento, se puede esperar que la epidemia se duplique cada semana si esos casos no se identifican y aíslan, lo que eleva el cálculo a 400 en el momento de la muerte. Se describe como "aplanar la curva", a extender la tasa de infección para que los sistemas de atención médica no se abrumen y, por lo tanto, estén mejor equipados para tratar a los pacientes. Si no se aplican medidas de control, el número de casos seguirá aumentando exponencialmente, más allá de los números que hemos visto. Los científicos han estimado que el número reproductivo básico de este virus es de alrededor de 2. Eso significa que, sin control, los números de casos se duplicarán, luego se cuadruplicarán, luego serán ocho veces más grandes, y así sucesivamente, duplicándose con cada "generación" de casos.
  Los expertos y los políticos aseguran que lo peor está por venir, por lo cual podemos concluir que por el momento nada está solucionado.  Pero, como siempre ocurre con las pandemias a lo largo de este siglo, se pone de manifiesto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Estados miembros (EM) no estaban plenamente preparados para evaluar con rapidez la gravedad de una epidemia de estas características, requisito para implementar los planes necesarios de gestión de riesgos y comunicación. Se han desarrollado Guías internacionales relacionadas con la pandemia de gripe, donde la gravedad se establece en función de tres indicadores: la transmisibilidad del virus circulante, la gravedad de la enfermedad que produce y su impacto en la población. En cuanto al impacto de la enfermedad, se engloban los efectos de la pandemia a nivel del sector sanitario como de la población general. El impacto se ve influido por las medidas de salud pública que se adopten, por el grado de preocupación de la población y por el comportamiento de las personas afectadas (CNE. ISCIII. Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III).
 En España, el país invierte solo un 1% en salud pública y por ello estará siempre condenada a sufrir problemas cuando surgen las pandemias. Los recortes económicos sistemáticos desde el año 2008 ponen en evidencia aspectos de precariedad de recursos, que incluso pueden incrementar la exposición a la infección a los profesionales de la salud, disminuyendo la capacidad de respuesta de los servicios sanitarios.
 En la pandemia de gripe de 1918, se establecieron medidas de distanciamiento social y se demostró que fueron efectivas. Los enfoques más exitosos en 1918, Markel encontró en su estudio de 2007 publicado en JAMA (Journal of the American Medical Association) , seguían tres componentes. Primero, llegaron temprano, antes de que la gripe llegara a un punto de inflexión en el que el virus infectase a cierta cantidad de personas y se propase rápidamente. En segundo lugar, fueron sostenidas, duraron hasta que el virus realmente pareció desaparecer. Tercero, no era suficiente decirle a la gente que se quedara en casa, porque podrían sentir la necesidad de ir a la escuela o al trabajo, o simplemente podrían ignorar la orientación e ir a eventos, bares, iglesias u otras grandes reuniones de todos modos. En términos prácticos, esto significaba desaconsejar o prohibir casi todos los aspectos de la vida pública, desde escuelas hasta restaurantes y lugares de entretenimiento (con algunas excepciones para supermercados y farmacias). (New York Times)
 Las medidas de distanciamiento social son fundamentales, mientras…, el virus va remodelando nuestra vida cotidiana. Siempre acudir a información científica y rigurosa.







lunes, 23 de marzo de 2020

COBERTURA INFORMATIVA DE LAS PANDEMIAS(I)

Diario de Ferrol. Dominical Nordesía 22.03.2020, página 14-38 todoSalud
COBERTURA INFORMATIVA SOBRE LAS PANDEMIAS (1)
Carlos Piñeiro Diaz, médico centro de salud de Narón. Magister Salud Pública
 Nunca hubiéramos imaginado que la actual pandemia, de coronavirus COVID-19, sería retransmitida a diario en todos los formatos informativos posibles, con mapeos actualizados en todo el planeta por las universidades y plataformas informativas más prestigiosas, respirando en el día a día la vida y la muerte de las personas, confinadas en muchos países e incrementándose de forma desmesurada el consumo de información.
 A mediados del siglo XIX, surgieron en España las agencias de noticias y de publicidad, utilizando el telégrafo y el ferrocarril para la difusión de las informaciones. En España, el precio del periódico resultaba excesivamente caro para un elevado porcentaje de la población, con más de un 60% de analfabetismo y escaso salario, siendo considerado como un lujo y asequible para la burguesía, compuesta por nobles y clérigos, miembros de la burocracia real, oficiales del ejército y algunos sectores de la clase media como médicos, abogados, profesores y comerciantes (De Gabriel, 1997). Posteriormente los ingresos procedentes de la publicidad permitieron el nacimiento de periódicos más informativos y populares, aumentando sus tiradas aquellos que concedían importancia a la noticia y se vendían a bajo precio.
 En los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, surgieron en Estados Unidos y algunos países de Europa una nueva generación de periódicos del “New Journalism”, como el The World de Joseph Pulitzer, aumentando la publicidad y los ingresos y vendiéndose a bajo precio, ofreciendo a los lectores un buen producto y creciendo su influencia en la sociedad. El New York Times, creó un nuevo modo de hacer periodismo basado en la documentación exhaustiva y el análisis de los hechos.
 Según el New York Times, el virus de la gripe llegó el 11 de agosto de 1918 a bordo del buque noruego Bergensfjord. El barco había comunicado que 10 pasajeros se habían enfermado y tres habían muerto en el mar. El bote fue recibido en el muelle por ambulancias y oficiales de salud, quienes llevaron a los enfermos al Hospital Noruego de Brooklyn. En octubre, la pandemia golpeó con toda su fuerza. El 4 de octubre, los médicos informaron 999 casos nuevos durante las 24 horas anteriores. El 9 de octubre se duplicó a 2,000. El 11 de octubre, el recuento aumentó a 3.100. Al día siguiente hubo 4.300 nuevas instancias. Y el 19 de octubre se contaron 4.875 casos nuevos.  El Departamento de Salud de Copeland optó por una respuesta doble a la epidemia: intentar frenar la propagación de la enfermedad y tratar a los infectados. La primera línea de defensa fue el aislamiento de los enfermos. New York Times el 19 de septiembre: “Cuando se desarrollen casos en casas o departamentos privados, se mantendrán en estricta cuarentena allí. Cuando se desarrollen en casas de huéspedes o viviendas, serán trasladados rápidamente a los hospitales de la ciudad, y se mantendrán bajo estricta observación y serán tratados allí”. “En la práctica, la cuarentena domiciliaria era voluntaria, dada la falta de un número suficiente de médicos para supervisar el cumplimiento. Y las cuarentenas de los hospitales pueden haber separado a los enfermos de la población general, pero no pudieron aislarlos unos de otros. “ …

 Los periódicos españoles de la época, como El Sol, La Época, el ABC, La Vanguardia, El País, especulaban en 1918 sobre la gripe mal denominada “española”, hasta que el Dr. Marañón confirmó que se trataba de gripe. “En la Academia de Medicina el doctor Marañón explica algunos casos de su observación, en vista de los cuales y de los análisis practicados por el Laboratorio de Alfonso XIII, afirma que, sin lugar a duda alguna, esta epidemia puede calificarse como gripe.” Una de las medidas de salud pública más discutida en los diarios fue el cierre de las escuelas y el aplazamiento de la apertura del curso académico. “La desinfección de los locales donde pueda haber afloración de gente, para evitar en todo lo posible el desarrollo de la grippe, así como el aplazamiento de la apertura de los centros de enseñanza mientras dure la gripe”. También se reflejaban medidas de otros países: “A causa de la epidemia de influenza que se ha desarrollado en Nottingham, se ha prohibido la entrada en la ciudad a los soldados que se encuentran en los campos de los alrededores; se ha abierto un hospital especial para la gripe, se han cerrado las escuelas y se ha prohibido la entrada de los niños en los cinematógrafos”, reflejaba el Heraldo.
 El análisis científico de la pandemia de la gripe de 1918, la pandemia más mortal de la historia reciente, sobre 50 a 100 millones de personas fallecidas, muestra el desconocimiento de la causa de la gripe humana y sus vínculos con la gripe aviar y porcina. A pesar de las similitudes clínicas y epidemiológicas con las pandemias de gripe de 1889, 1847 e incluso antes, muchos cuestionaron si una enfermedad tan explosivamente mortal podría ser la gripe. Esa pregunta no comenzó a resolverse hasta la década de 1930, cuando se aislaron los virus de la gripe (ahora conocidos como virus A H1N1), primero de los cerdos y poco después de los humanos. Aún sigue sin desvelarse la causa de su elevada letalidad.
 Como podemos observar, han pasado más de cien años y la información de las pandemias necesita veracidad y comunicar las medidas de contención y prevención de la transmisión de la enfermedad, dentro de la incertidumbre, evitando la sobreexposición informativa que predomina en la actualidad.
  




lunes, 9 de marzo de 2020

REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA


REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA página 11-39 Dominical de Diario de Ferrol 08-03-2020



REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Presidente de AMICOR
 Según la OMS, “la rehabilitación cardiaca (RC) es un conjunto de actividades necesarias para asegurar a las personas afectas de cardiopatías una condición física, mental y social óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como les sea posible en la sociedad” (año 1964). Hospitales universitarios como el de Ferrol y A Coruña no disponen de RC.
 La cardiopatía isquémica es la primera causa de mortalidad en España, provocando un elevado coste económico social y un deterioro importante de la calidad de vida de las personas afectadas. Las guías de práctica clínica internacionales recomiendan sistemáticamente que los pacientes con enfermedades cardiacas participen en los programas de RC para la prevención secundaria integral, con máxima evidencia, según el registro COCHRANE realizado en 2019. Pero, a pesar de todas las valoraciones positivas y necesarias, sólo una pequeña parte de los pacientes cardiacos (uno de cada doce) tienen accesibilidad a la RC. En nuestro país, según la Sociedad Española de Cardiología, las causas de la baja incorporación a la RC son varias: todavía existen muchos centros que no disponen de oferta de RC para su población, como sucede en los hospitales universitarios de Ferrol y de A Coruña, esperando que en el futuro puedan crearse estas unidades, en colaboración con la Atención Primaria y los grupos de apoyo o asociaciones de enfermos del corazón. Sigue existiendo, en general, un bajo apoyo en las administraciones y de los servicios para dotar del personal y material indispensables para la oferta de programas de rehabilitación cardiaca. Los programas de rehabilitación cardiaca son sistemas terapéuticos multifactoriales destinados a personas que padecen enfermedades del corazón. Con la práctica de ejercicio físico programado y la actuación sobre los factores de riesgo cardiovascular, se consigue un enlentecimiento en la progresión de la arteriosclerosis y una disminución de nuevos episodios coronarios, así como del número de hospitalizaciones y de la mortalidad por cardiopatía isquémica, mejorando tanto la sensación de bienestar como la reinserción sociolaboral.
 Las enfermedades que pueden mejorar con la RC son: la angina de pecho, tras infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, después de una cirugía cardiaca, tras un trasplante de corazón, en personas mayores de 45 años con 2 o más factores de riesgo cardiovascular, tras angioplastia con o sin stent, pacientes portadores de marcapasos, enfermedad cardiaca congénita, arritmias, enfermedad cardiaca reumática, entre otras.  
 El momento en que se debe iniciar una RC surge con la denominada Fase I: fase de ingreso hospitalario dirigida a no perder masa muscular o elasticidad con el reposo. Se intenta que sea corta, con movilizaciones tempranas, apoyo psicológico al paciente y a su entorno familiar.
 La Fase II: Periodo más importante de la rehabilitación y se inicia tras el alta hospitalaria comprendiendo los dos primeros meses.
 Se procede a programar el nivel de ejercicio de cada paciente según sus características clínicas y prueba de esfuerzo, intentando evitar complicaciones. Se introducen los conocimientos que sobre la enfermedad deben tener, los métodos para control de los factores de riesgo en sus vertientes alimenticias, psicológicas y físicas. Así mismo se debe incluir conocimientos sobre actuaciones de emergencias (RCP, DEA, tratamiento con nitritos, etc.)
La Fase III: Debe durar toda la vida del paciente. Intenta una reintegración del paciente a su entorno socio-laboral y familiar. Se debe continuar con el programa aprendido, siendo controlado periódicamente por unidades de apoyo multidisciplinarias (Médicos de cabecera, cardiólogos, psicólogos, fisioterapeutas, dietistas, etc.). Se realizan de forma ambulatoria, y se deben integrar en centros deportivos tanto públicos como privados.
 Muchos profesionales cualificados forman parte del equipo de rehabilitación cardiaca, incluyendo algunos o todos de los siguientes:  Cardiólogo, médico rehabilitador, enfermería/DUE de rehabilitación, psicólogo o psiquiatra, fisioterapeuta, dietista, terapeuta ocupacional, trabajadora social, médico de familia.
En Galicia existen cuatro unidades de RC en el Servicio Gallego de Salud. La Unidad más antigua es la del Lugo, contando con nuevas instalaciones en el hospital Lucus Augusti. La nueva área dispone de 9 puestos de rehabilitación, áreas de consulta, sala de pruebas de esfuerzo y ergoespirometría, vestuarios con ducha y sala de espera. Un equipo multidisciplinar supervisa el programa, dirigido por una cardióloga, la doctora Eva Pereira.
                                              Imagen de Unidad de RC del HULA (Lugo)
 La Unidad de RC del Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo, ha sido ampliada recientemente, para atender 200 pacientes cada año. La cardióloga, doctora Marisol Bravo, es la responsable de la unidad de RC y coordina a un equipo multidisciplinar muy completo formado por una enfermera de cardiología, un fisioterapeuta, un médico rehabilitador, una nutricionista, una farmacéutica, una psicóloga, un urólogo, una secretaria y una trabajadora social
 La unidad de RC del Hospital Universitario de Santiago, está dirigida por el cardiólogo doctor Carlos Peña, con un Programa Multidisciplinar de Rehabilitación Cardiaca de la sanidad pública compostelana habiendo valorado a más de 2.000 pacientes desde su puesta en marcha en 2015.  Colabora con una unidad de RC en el centro de salud de A Estrada, con pacientes de bajo riesgo. En el Clínico han conseguido reducir la morbimortalidad en un 25 % entre los pacientes que sufrieron algún episodio cardíaco. En el área compostelana, el hospital comarcal de Barbanza dispone de una pequeña unidad de RC para una población de 60000 habitantes.
 Para evitar la desigualdad social y que el peso del código postal de los pacientes gallegos sea el mayor factor de desequilibrio territorial, es exigible y necesario que todos los hospitales gallegos dispongan de unidades de rehabilitación cardiaca, bien dotadas de recursos técnicos y humanos.