COBERTURA
INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (V): DESCONFINAMIENTO 1
Carlos Piñeiro Diaz,
médico centro de salud de Narón. Magister Salud Publica
Iniciamos la sexta semana de confinamiento en
España y la tendencia decreciente en el número de casos parece ser compatible
con la desaceleración de este, por lo que se recomienda una planificación
progresiva de la reducción de medidas de contención. Todos los países quieren
reanudar la actividad económica, pero todavía no se disponen de pruebas
fehacientes sobre la respuesta inmunitaria de la población ante el COVID-19.
Para la salida del
confinamiento por parte de la población, se propone tener en cuenta a los
grupos poblacionales con un mayor riesgo de desarrollar procesos más
graves como son las personas mayores de 60 años y pacientes inmunodeprimidos,
oncológicos o con factores de riesgo cardiovasculares o respiratorios, de cara
a establecer unas recomendaciones específicas, por tratarse de la población de
mayor riesgo vital (Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e
Higiene). En el ámbito poblacional se delimitan las medidas de forma gradual,
en cuanto a medidas de protección personal, medidas de distanciamiento social y
relativas al ámbito social y laboral. En las informaciones recibidas, destacan
la mezcla de datos del ámbito sanitario, sociosanitario y poblacional,
incrementando las incertidumbres sobre la actitud a adoptar por parte de la
población.
En
todos los países está surgiendo la ansiedad de los políticos para reanudar la
actividad económica, pero todavía no se disponen de pruebas fehacientes sobre
la respuesta inmunitaria de la población y los pasos definitivos para el
desconfinamiento. Se analizan diversos escenarios para la normalización de
la vida social y económica, pero el futuro será diferente ante la pandemia
sufrida. Habrá que mantener una larga etapa de contención, modulada según las
características de cada país, hasta la disponibilidad de una vacuna eficaz.
Más de la mitad de la población mundial se
encuentra actualmente bajo formas estrictas de distanciamiento social. El
Consejo Europeo ha presentado una hoja de ruta europea para levantar las
medidas de contención del coronavirus COVID-19, teniendo en cuenta la
experiencia del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades
del Panel Asesor de la Comisión sobre el coronavirus, la experiencia de los
Estados Miembros y la orientación de la Organización Mundial de la Salud, en
función del conocimiento disponible en la actualidad y supeditado a revisión a
medida que aparezca más evidencia. Utiliza tres criterios para evaluar si ha
llegado el momento de revertir las medidas de contención: criterios
epidemiológicos, que indican una reducción sostenida y estabilización en el
número de hospitalizaciones y/o casos nuevos durante un tiempo prolongado;
suficiente capacidad del sistema de salud, por ejemplo, en términos de un
número adecuado de camas de hospital, productos farmacéuticos y existencias de
equipos; capacidad de monitoreo adecuada, incluida la capacidad de prueba a
gran escala para detectar y aislar rápidamente a las personas infectadas, así
como a la capacidad de seguimiento y localización.
No existe un enfoque
común de los países europeos a la hora de aceptar unos principios comunes de
coordinación, respeto y solidaridad entre los Estados Miembros y acción basada
en la ciencia, los remedios sociales y económicos.
Existen hojas de ruta
orientativas por órganos colegiados de la Medicina Preventiva y Salud Pública y
de epidemiólogos de relevancia a nivel de cada país, incluso en cada Comunidad
Autónoma, y con proyección internacional como la OMS. La disparidad existe por
un único motivo, la inexistencia de experiencia previa ante un nuevo virus, con
un comportamiento infeccioso diferente respecto a virus de epidemias
anteriores. Todos reproducen escenarios diversos que pueden ser orientativos,
modelizados con simulaciones matemáticas, en función del cumplimiento de los
criterios básicos para limitar las medidas de restricción. En general, destaca
la persistencia de todas las medidas de protección lo mejor posible, ya que un
pequeño cambio del 85% al 80%, producen casi 2000 casos diarios de nuevos casos
(según modelización de profesor Fernando Borrás, de la Universidad Miguel
Hernández). El desconfinamiento con medidas protectoras preventivas, como
lavado de manos, distanciamiento social de 2 metros, mascarillas de protección
para toda la población en lugares públicos, confinamiento de jubilados con
espacios restringidos de 2 horas (de 10 a 12 de la mañana) para compras
únicamente para este colectivo, detección precoz y confinamiento de los
positivos, uso de lejía diluida para limpieza del hogar…, todas las medidas son
cruciales para salir del confinamiento.
Un informe del INSERM
de Francia, destaca que levantar el bloqueo sin una estrategia de salida
establecida, estimando que el nivel de inmunidad de la población es bajo,
podría conducir a una situación inevitable de grandes efectos de rebote y
riesgo de una segunda ola.
Cada país establece
un proceso de ensayo-error en cuanto a medidas de levantamiento de las
restricciones, triangulando las decisiones en función de los ciudadanos, la
libertad de su población y las limitaciones económicas (Escuela de Salud
Pública de Harvard). Propugnan utilizar el R0, el número efectivo de
reproducción, por debajo de 1, como España en la actualidad. Esto significa que
por cada contagio del Covid-19 en nuestro país no se genera otro secundario,
según Instituto de Salud Carlos III.
La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su
Comité Ejecutivo y su Junta Directiva pide al Gobierno que cuando se determine
el fin del confinamiento obligatorio, se priorice "un desescalamiento
organizado del confinamiento de niños y adolescentes", manteniendo las
salidas controladas y vigiladas por un adulto, el distanciamiento social, las
medidas higiénicas y, cuando sea posible, el uso de mascarilla.
El Covid-19 sigue
agitando las costuras de la sociedad.