COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (51) Publicado en Dominical Diario de Ferrol, Nordesía, 18/87/2021
Carlos Piñeiro Diaz,
médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con la
COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado
medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado
de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han
convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social
de controlar la enfermedad. Evolución de la variante delta y jóvenes en riesgo
de contagio.
Según muestran los datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia), la pandemia de COVID-19 está conduciendo a un gran retroceso en las
vacunas infantiles en el mundo y alrededor de 23 millones de niños no
recibieron las vacunas propias para la infancia, bajando las tasas de
vacunación infantil e incrementándose las desigualdades en el acceso a las
vacunas. Enfermedades prevenibles en la infancia como el sarampión, la
difteria, la poliomielitis o la meningitis, ponen en riesgo la vida de muchos
niños en el mundo y aumenta su desprotección para el futuro como consecuencia
de la desviación de recursos sanitarios para atender la pandemia actual.
En Estados Unidos se ha realizado un
seguimiento de eventos que contribuyen a la super propagación, a pesar de haber
incrementado la vacunación anti-COVID-19 al 50% de la población, y que
mantienen la pandemia más activa, lo cual puede ser comparable a lo que ocurre
en España y en otros países europeos. Los expertos señalan que la super
propagación guarda relación con el comportamiento humano y los círculos
sociales como principales impulsores. Se señalan eventos internacionales
ocurridos en varios países como las fiestas disco de los Países Bajos, la
elección de Miss México en la ciudad de Chihuahua, reuniones corporativas en
ciudades, etc. La Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg ha analizado
que no solo influyen las variantes del virus en la persistencia de la pandemia,
sino que también se trata de cómo interactúan las personas. En el momento
actual las personas se distancian menos, utiliza menos la mascarilla, acude a
reuniones más grandes, mientras que las tasas de vacunación no aumentan tan
rápido entre la población más joven y no proporciona el muro defensivo
necesario de defensa contra grandes brotes, observándose la rápida propagación
de la variante delta en la población no vacunada. La combinación de todos estos
factores puede contribuir a generar la tormenta perfecta y aumenta las
probabilidades de que las nuevas transmisiones se salgan de control. Los CDC (Centros
para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos observan que
los casos de la variante delta se duplican cada dos semanas y lleva a
convertirse en la cepa dominante en la población norteamericana, sobre todo en
los estados de la zona Sur, donde las tasas de vacunación de la población son
inferiores. Una forma de prevenir grandes picos en las infecciones de la
variante delta es minimizar la probabilidad de que ocurran eventos de super
propagadores. Esto implica redoblar los esfuerzos de vacunación y puede
requerir la reimposición de ciertas restricciones como reglas para el
distanciamiento social y el uso de las mascarillas donde están ocurriendo
brotes.
Se consideran tres factores principales que
alimentan la transmisión del COVID-19: la biología del virus que determina la
contagiosidad y la facilidad de propagación, la susceptibilidad de la población
expuesta al virus y el comportamiento de la población, dependiendo de cómo
interactúa y brinda oportunidades para la propagación del virus. Según los
expertos, estos tres factores cambian dinámicamente y se contrarrestan entre
sí.
En España se vuelven a establecer medidas de
restricción variables, según la incidencia acumulada de casos de contagio y con
medidas políticas diferentes según las Comunidades Autónomas. La quinta ola
alcanza a personas por debajo de los 50 años de forma mayoritaria y a
negacionistas de mayor edad. Los tribunales de justicia aplicarán las
correcciones oportunas en caso de considerar excesivas las medidas de
restricción. Incluso el Tribunal Constitucional ha fallado en contra de las
medidas del confinamiento inicial ante la pandemia por un solo voto de
diferencia, con una argumentación dudosa, sobre todo desde el punto de vista
científico. La investigación publicada por el CSIC (Centro Superior de
Investigaciones Científicas) “Una Visión Global de la Pandemia COVID-19”,
muestra que los primeros confinamientos en el mundo fueron decretados por las
autoridades chinas a finales de enero del 2020 y han demostrado que ayudó a
reducir la transmisión local en cada localidad reduciendo el número de
contactos al mínimo imprescindible. El confinamiento lo que reduce es el número
de contactos que tiene cada persona, así como el tiempo de interacción y
exposición a casos positivos y por tanto es una herramienta eficaz desde el
punto de vista epidemiológico. Se estima que solo en la Comunidad Valenciana el
confinamiento ha salvado 40000 vidas. Los modelos más recientes demuestran que
el confinamiento durante la primera oleada probablemente salvó la vida a 450000
personas en España y hasta 3,1 millones en el mundo. Una intervención como el
confinamiento viene marcada por la historia natural del virus. La transmisión
de SARS-Cov-2 se da por vía aérea y la única manera de parar la transmisión
comunitaria a falta de otras herramientas es evitar el contacto entre las
personas.
En Galicia, para disfrutar del acceso a un
local de ocio nocturno, se necesitará facilitar los datos personales para el
registro nocturno del cliente, prueba diagnóstica de PCR negativa o certificado
de vacunación completa. Prudencia¡¡
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