domingo, 25 de julio de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (41) 02/05/2021

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (41) Publicado en Dominical Diario de Ferrol 02/05/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Se asumen los riesgos raros de la vacunación. Ejercicio y COVID-19.

 Los seguimientos de la farmacovigilancia han permitido valorar los riesgos de las vacunas anti-COVID-19 a las agencias de medicamentos y a los organismos internacionales de salud, manteniendo la espera propia de las medidas de precaución. El CDC (Centros de Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos recomienda continuar administrando la vacuna de Johnson&Johnson en mayores de 18 años. Se advertirá acerca del riesgo muy poco frecuente de trombos, pero no se limitará su uso. Los asesores científicos del CDC votaron 10 síes, 4 noes y 1 abstención, en cuanto a la continuidad del uso de la vacuna. Los cuatro expertos que votaron negativamente especificaron que se debería agregar en las recomendaciones para su uso, el riesgo específico para las mujeres menores de 50 años y la abstención guardaba relación con incompatibilidad por su participación en los ensayos clínicos.

 Los CDC confirmaron nueve casos nuevos del trastorno, lo que eleva el total a 15, de los casi ocho millones de personas que han recibido la vacuna. Todos los casos han sido en mujeres y 13 en mujeres de entre 18 y 49 años. El riesgo general de desarrollar el trastorno de la coagulación es extremadamente bajo. Las mujeres de entre 30 y 39 años parecen estar en mayor riesgo, con 11,8 casos por millón de dosis administradas. Ha habido siete casos por millón de dosis entre mujeres de entre 18 y 49 años. Los funcionarios federales de salud de Estados Unidos dijeron que se proporcionaría información sobre el trastorno a las personas en los lugares de vacunación, según publicó el NYTimes.



 La Agencia Europea del Medicamento (EMA) avala el uso de la vacuna de Janssen pese a hallar posibles vínculos con casos de trombos (una situación similar a la de AstraZeneca). La Agencia Europea del Medicamento mantiene que los beneficios de la vacuna superan a los riesgos.

 La relación beneficio-riesgo de las vacunas del cuadro expuesto, nos muestra que la relación de probabilidades de sufrir trombos, según la SEFH (Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria), es la siguiente: el uso de la vacuna AstraZeneca supone una probabilidad del 0,00006% de sufrir un episodio trombótico; con la vacuna Janssen la probabilidad es de 0,00009%; en el caso de sufrir COVID-19 sin ingreso hospitalario se alcanza un 1% de probabilidad de trombos y con ingreso hospitalario en planta supone un 5% de probabilidades, incrementándose al 20-25% si se ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos(UCI). Pero hay que destacar las probabilidades de riesgo de aparición de trombos, cuando se fuma (0,28%), con el uso de anticonceptivos orales en mujeres jóvenes (0,07-0,13%), o en vuelos largos (3-12%), o en terapia hormonal de la menopausia en la mujer (0,06%).

 Hay datos esperanzadores para el control de la pandemia. Los datos comunicados sobre la vacunación en Israel sugieren que vacunar a un 60% de la población (o incluso menos) con la pauta total (2 dosis en el caso de Pfizer) podría ser suficiente para lograr contener la COVID 19 y también las infecciones. En las últimas horas se han registrado 34 casos y un fallecido. El dato destacable es que estos resultados se logran con el 57% de la población con una dosis y el 55% totalmente inmunizado.  Las vacunas resultan claves a la hora de reducir el riesgo de sufrir COVID19 (leve y grave), pero también pueden ser una herramienta para disminuir la transmisión asintomática y con ello reducir la transmisibilidad.

 El ejercicio regular puede ser protector en la COVID-19. La inactividad física está asociada a COVID-19 severa, tal como se ha observado en un estudio científico publicado en este mes de abril. El 14 de abril se publicó un estudio de 48.440 pacientes con COVID-19, observándose la asociación de la inactividad física con mayor riesgo de resultados graves de la enfermedad por coronavirus. Los pacientes que estuvieron de forma constante en inactividad física presentaron más riesgo de hospitalización, ingreso en la UCI y muerte, mientras el cumplimiento constante de las pautas de actividad física se asoció fuertemente con un riesgo reducido de resultados graves de COVID-19 entre los adultos infectados. El estudio realizado por el Dr. Robert Sallis y colaboradores, del Departamento de Medicina Familiar y Deportiva del centro médico Kaiser Permanente de Fontana (Estados Unidos). Las directrices de actividad física en Estados Unidos establecieron una meta de 150 minutos/semana de caminata rápida, para maximizar los beneficios en salud, cantidad que puede administrarse en cantidades pequeñas, lo que hace que cualquier persona puede alcanzar las metas establecidas. Recomiendan los autores del estudio que las autoridades de salud pública informen a todas las poblaciones de que, a falta de vacunación y siguiendo las medidas de prevención como distanciamiento social, uso de mascarillas e higiene adecuada, la actividad física regular puede ser la acción más importante para prevenir la COVID-19 grave y sus complicaciones, incluida la muerte.

 Como conclusiones, cabe destacar la importancia de la vacunación asumiendo sus riesgos con total tranquilidad y mantener la actividad física para protegerse de las complicaciones en caso de adquirir la infección.

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