lunes, 26 de junio de 2017

artículo diario de Ferrol. Nordesía 11.06.17 Actividad física la mejor medicina


Página 38 artículo de Carlos Piñeiro sobre "Actividad física la mejor medicina", Nordesía 11.06.17 Diario de Ferrol

                             Cardiocamiñantes de AMICOR (Asociación amigos del Corazón)

LA ACTIVIDAD FÍSICA ES LA MEJOR MEDICINA PARA LA SALUD
Carlos Piñeiro Diaz, médico del centro de salud de Narón. Unidad de Alfabetización del Movimiento

 La inactividad física incrementa el riesgo de cáncer de mama, de cáncer de colon, enfermedad cardiaca coronaria, hipertensión arterial, osteoporosis, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2 de adulto, en un 31%, 41%, 45%, 30%, 59%, 60% y 50% respectivamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hace siete años un documento titulado “Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud” en el cual se ofrecen una serie de directrices sobre la actividad física y los beneficios de la salud.  La OMS sitúa el sedentarismo entre los diez principales riesgos de mortalidad global mundial, ocupando el cuarto lugar y siendo el responsable de cerca del 6% del total de muertes. La actividad física no es solo una práctica deseable pues del conocimiento de la práctica regular de ejercicio físico se sabe que provoca grandes beneficios y no mantener una vida activa produce consecuencias negativas en la salud y facilita las enfermedades.
 El organismo de una persona sólo puede encontrarse en dos estados: en reposo o activo físicamente. Durante el reposo su metabolismo solo produce la energía necesaria para mantener las funciones vitales.  La actividad física se define como cualquier movimiento del cuerpo producido por músculos esqueléticos que conlleva un gasto energético por encima del nivel de reposo. La intensidad de la actividad física se mide en MET, que es el gasto de energía que requiere el cuerpo. En reposo requiere 1 MET. Por lo tanto, una actividad 2 MET necesita dos veces el gasto en reposo.  Cuando la persona se mueve, aumenta el metabolismo como producto de la actividad muscular y, por lo tanto, ya está realizando actividad física, independientemente del grado de intensidad de la misma.   La actividad física beneficiosa para la salud es cualquier forma de actividad física que beneficia la salud y la capacidad funcional sin producir daño o riesgo. Un incremento de 1 MET en la actividad física significa un incremento de un 12% en la supervivencia.
 Según el Gasto energético (GE), diario o semanal, se puede definir a una persona como sedentaria o inactiva. Un individuo que no genera 600 METs.minuto por semana (Unas 720 Calorias/semana) en actividades vigorosas y/o moderadas en caminata tanto en el trabajo, en el transporte o en tiempo libre,  se considera inactivo o sedentario. Una persona se considera “inactiva físicamente” cuando no cumple las recomendaciones de actividad física para la salud establecidas actualmente.  Según el tiempo dedicado a realizar actividad física en el tiempo libre, sedentaria sería una persona que no realiza 30 minutos o más de actividad física moderada en la mayoría de los días de la semana o al menos 20 minutos de actividad física vigorosa 3 o más días a la semana.
 Un niño inactivo va en el vehículo al colegio, apenas realiza educación física y su ocio es inactivo, dedicando mucho tiempo a la televisión y los videojuegos. Los beneficios para su salud son nulos.  Un niño poco activo va a pie o en bici al colegio y junto a la educación física en la escuela, su actividad no llega a una hora y su ocio es de intensidad leve. Se recomienda que el niño sea moderadamente activo, va a pie o en bici al colegio, hace actividad física muy activa al menos una hora y su ocio, activo y periódico, es de intensidad moderada. Su actividad física le protegerá de enfermedades crónicas con riesgo mínimo para su salud.  La Actividad Física moderada (aproximadamente 3-6 MET) requiere un esfuerzo moderado que acelera de forma perceptible el ritmo cardiaco. Permite mantener una conversación sin esfuerzo. Ejemplos de actividad moderada son caminar a paso rápido, bailar, jardinería, tareas domésticas, participación activa con niños y paseos con animales domésticos, desplazamientos de cargas moderadas por debajo de 20 kilos.  En su centro de salud el médico o el pediatra puede realizar la prescripción de actividad física previa valoración del cuestionario internacional de actividad física, evaluación de su condición y aptitud física, así como adaptación de la actividad física según la enfermedad padecida o la integración de la persona en un programa de promoción de la salud.
 El consejo en adultos que no precisan medidas especiales es: evitar la inactividad; si es posible alcanzar la meta mínima de 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física intensa. Puede ser una combinación equivalente de ambas y se puede fraccionar en períodos de al menos 10 minutos.