COBERTURA INFORMATIVA
SOBRE PANDEMIAS (XLVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (36) Publicado en Dominical Diario de Ferrol, 21/03/2021
Carlos Piñeiro Diaz,
médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un
período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las
mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece
suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso
limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad.
Dudas sobre reacciones adversas “raras” aparecidas en personas por vacunación.
La suspensión cautelar temporal de la
vacunación de AstraZeneca en varios países de Europa, también en España, sin
seguir las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento ni de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) es llamativa por lo inusual. Mientras
fallecen miles de personas al día por COVID-19 en Europa, se suspendió la
aplicación de la vacuna ante la sospecha de algunos episodios trombóticos poco
frecuentes por supuestas complicaciones de la administración de la vacuna. La
farmacovigilancia posterior a la autorización de la comercialización de una
vacuna es que ocurre en la vida real, con el medicamento circulando en el
mercado. Esto permite monitorizar los efectos adversos denominados “raros” que
generan notificaciones relacionadas con determinadas complicaciones. Como dice la OMS,” en las campañas de
vacunación extensas, es habitual que los países señalen posibles eventos
adversos después de la vacunación. Esto no significa necesariamente que
los eventos estén relacionados con la vacunación en sí, pero es una buena
práctica investigarlos. También muestra que el sistema de vigilancia
funciona y que existen controles efectivos”. En
este momento, la OMS considera que los beneficios de la vacuna AstraZeneca
superan sus riesgos y recomienda que continúen las vacunaciones. La suspensión de la vacunación requiere
argumentos científicos no solo sospechas políticas, por lo cual se agradece la
actitud de prevención hasta que las agencias especializadas informen sobre lo
ocurrido. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y el resto
de las agencias de medicamentos de la UE coordinadas por la Agencia Europea del
Medicamento trabajan en recopilar y analizar la información disponible sobre
estos acontecimientos. Esta evaluación forma parte de los procedimientos
habituales en farmacovigilancia y tienen lugar a lo largo del año en
innumerables ocasiones para todo tipo de medicamentos. De todas formas, según
el último informe de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), se ha
establecido un vínculo entre la vacuna y un mayor riesgo de eventos
tromboembólicos específicos y Trombosis Venosa Cerebral en el último dictamen
favorable de la EMA sobre la vacuna. A la luz de estas conclusiones, la Agencia
considera que se debe informar a los pacientes " de la baja
posibilidad de estos síndromes " y sugiere revisar los folletos. En
base a este análisis, después de haber recomendado hace unas semanas esta
vacuna sólo a los menores de 65 años, esta mañana el HAS considera que debe
reservarse para los mayores de 55 años " que constituyen la inmensa
mayoría de las personas prioritarias actuales". Justifica esta
recomendación por el hecho de que no se ha recogido ningún caso de CID o TVC en
Europa en pacientes mayores de 50 años.
En la encuesta del FECYT (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología) sobre la actitud de la población ante las vacunas COVID-19 en España, casi seis de cada diez personas no tenían reticencias para vacunarse. Sólo un 9% en ningún caso querían vacunarse. De ahí la enorme importancia de una buena información sobre las vacunas porque puede ocurrir que las dudas generen un mayor rechazo. El mensaje de
aminoración de la percepción del riesgo parece condicionar la respuesta de la persona ante la necesidad de la vacuna. Una mayor percepción del riesgo, como en el caso de aparición de nuevas variantes más agresivas, influye en las actitudes sobre las vacunas.
Los últimos estudios
sobre la inmunidad adquirida tras la infección siguen avanzando. La revista médica The Lancet publica un
artículo sobre la seroprevalencia en Wuhan, el primer epicentro del brote de la
pandemia COVID-19 en el mundo, destacando su análisis final donde las
proporciones de participantes que dieron positivo para IgG y anticuerpos
neutralizantes se mantuvieron estables durante al menos 9 meses después de la
exposición, independientemente de si los individuos estaban asintomáticos. Estudios
recientes realizados en el Reino Unido han demostrado que la inmunidad persiste
durante al menos 5-6 meses después de la infección por SARS-CoV-2, pero todavía
se están esperando resultados más alentadores. Autores daneses estiman la tasa
de protección conferida por la primera infección en 80,5%. Sin embargo,
esta tasa de protección disminuye con la edad y se encuentra en menos del 50%
después de los 65 años. Por otro lado, el género no modifica el grado de
protección (78,4% para hombres vs 79,1% para mujeres). Como
señala el columnista de Lancet, si, como parecen indicar los datos,
la respuesta tras una dosis de vacuna se incrementa en pacientes previamente
infectados con SARS-CoV-2, esto indica que la inmunización de la población por
vacunación es una opción más relevante. que depender
de la inmunización " natural ". Y
también confirma la necesidad de vacunar a las personas que ya han sido
infectadas, especialmente a las mayores de 65 años.
La pandemia COVID-19 nos ofrece incertidumbre
hasta en las consecuencias de las vacunas, por lo que hemos de confiar en los
informes científicos, que por desgracia serán variables según la evolución de esta.
Es recomendable esperar a que las agencias especializadas emitan sus informes y
exigir certezas, aunque se modifiquen criterios “inamovibles”.
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