COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXXXVI): MODELOS
DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (70), publicado en Nordesía, dominical Diario de Ferrol, el 28 de noviembre 2021
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud
Pública. Divulgador científico
La sociedad ha
aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de
confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el
distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos
modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos
básicos con el objetivo de controlar la enfermedad. Deseando salvar la Navidad
e incremento de medidas de vacunación y restricciones.
El binomio economía y
salud vuelve a plantearse con el objetivo de salvar la Navidad. La economía
prima en estas fechas unida al deseo de recuperar la actividad económica, pero
la tasa de incidencia vuelve a incrementarse en España, superando un índice de
150 por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, de transmisibilidad alto,
destacando en algunas Comunidades Autónomas la intensificación de las restricciones.
Como viene siendo habitual persisten las discrepancias con los tribunales de justicia,
con diferentes valoraciones de dichas medidas como el uso del certificado de
vacunación en el ocio nocturno o en los restaurantes, o el aumento de las
restricciones. Se vuelve a suspender o posponer temporalmente la celebración de
todas aquellas actividades en las que no se pueda garantizar el cumplimiento de
las medidas preventivas básicas, especialmente el uso de mascarillas en eventos
o actividades en los que se contemple la ingesta de comidas o bebidas. Preocupa
el incumplimiento de las medidas básicas de prevención por parte de la
población.
En el resto de los
países europeos también se han planteado nuevas medidas de restricción ante el
incremento desmesurado de las tasas de transmisibilidad del virus. El
confinamiento total en Austria, con medidas de bloqueo total y vacunas
obligatorias, culpando a las personas que se negaron a la vacunación anti-COVID
19. En Hungría vuelve a ser obligatorio el uso de mascarillas en interiores. En
Alemania se supera la tasa de incidencia de 350 por 100.000 habitantes en 7
días, con un alto número de infecciones y muertes, con una tasa insuficiente de
vacunación del 68%, planteando una posible obligatoriedad de la vacuna, sin
haberla adoptado por el momento. En los Países Bajos se han incrementado las
medidas de restricción y el número de detenciones de jóvenes que se
autoconvocan para provocar disturbios. En Italia se investigan las
“corona-fiestas” donde pretenden adquirir la inmunidad a través del contagio
previo. En Grecia se ha planteado la caducidad del certificado de vacunación de
los mayores de 60 años que no hayan puesto la dosis de refuerzo transcurridos
siete meses de la segunda y con severas restricciones para las personas no
vacunadas, no permitiéndoles acceder al interior de los restaurantes, cines,
museos, gimnasios y edificios públicos. En Bélgica, las reglas sobre mascarillas
faciales se han endurecido, incluso en lugares como restaurantes donde ya se
requieren pases COVID, y la mayoría de los belgas también tendrán que trabajar
desde casa cuatro días a la semana hasta mediados de diciembre. También
hay planes para hacer obligatorias las vacunas para los trabajadores de la
salud. En Francia ha surgido un fuerte repunte de casos y se refuerzan las
medidas de restricción. En Europa del Este se incrementan las cifras de
personas afectadas superando los 1000 afectados por 100.000 habitantes en 7
días, planteándose la obligatoriedad de la vacunación para el próximo año en
Eslovaquia. Pintan malos tiempos para el viejo continente.
La Agencia Europea
del Medicamento (EMA) ha aprobado la vacunación para niños y niñas de 5 a 11 años
y la Unión Europea recomienda la vacunación de refuerzo a partir de los 18 años
de edad. Algunos países han autorizado el uso de emergencia de las vacunas de
ARNm para su uso en el grupo de edad de adolescentes (de 12 a 17 años):
BNT162b2 desarrollado por Pfizer y ARNm 1273 desarrollado por Moderna.
Según los datos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a la carga de enfermedad en
niños y niñas y adolescentes, hay proporcionalmente menos infecciones
sintomáticas y casos con enfermedad grave y muertes por COVID-19 en niños y
adolescentes, en comparación con los grupos de mayor edad. Los casos
desglosados por edad notificados a la OMS entre el 30 de diciembre de 2019 y
el 25 de octubre de 2021 muestran que los niños menores de cinco años
representan el 2% (1890756) de los casos mundiales notificados y el 0,1% (1797)
de las muertes mundiales notificadas. Los niños mayores y los adolescentes
más jóvenes (de 5 a 14 años) representan el 7% (7058748) de los casos mundiales
notificados y el 0,1% (1328) de las muertes mundiales notificadas, mientras que
los adolescentes mayores y los adultos jóvenes (de 15 a 24 años) representan el
15% (14 819 320) de los casos mundiales notificados y el 0,4% (7 023) de las
muertes mundiales notificadas. Las muertes de menores de 25 años
representaron menos del 0,5% de las muertes mundiales notificadas. En los
ensayos para ambas vacunas de ARNm, la eficacia y la inmunogenicidad fueron
similares o superiores en comparación con los adultos. En las conclusiones del
informe se afirma: “Dada la desigualdad mundial actual en el acceso a las
vacunas, la decisión de vacunar a adolescentes y niños debe tener en cuenta la
priorización para proteger completamente a los subgrupos de mayor riesgo a
través de series de vacunación primaria, y a medida que la efectividad de la
vacuna disminuye con el tiempo desde la vacunación, a través de dosis de
refuerzo”. Cada país tomará la decisión adecuada.
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