Carlos Piñeiro
Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con la
COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado
medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado
de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han
convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo de
controlar la enfermedad. Especulaciones sobre la variante ómicron, sexta ola y
planificación de vacuna infantil.
Pfizer y
BioNTech afirman que tres dosis de su vacuna ofrecen una protección eficaz
contra la variante Omicron de rápida propagación. Se enfatiza lo de las tres
dosis, lo cual llevaría a la vacuna de refuerzo de toda la población adulta. Las
muestras de sangre de laboratorio tomadas de personas un mes después de haber
recibido una vacuna de refuerzo mostraron anticuerpos neutralizantes contra
Omicron. Esos niveles de anticuerpos fueron comparables a los de las
variantes anteriores después de dos dosis, dijeron las compañías. Aunque los
expertos dicen que no hay evidencia de que las vacunas se hayan vuelto menos
efectivas para prevenir enfermedades graves. El director general de la OMS
(Organización Mundial de la Salud), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dio una
actualización sobre lo que sabe su institución sobre la variante
Omicron. En particular, indicó que los datos preliminares de Sudáfrica
sugieren " un mayor riesgo de reinfección con
Omicron ". En cuanto a la tranquilizadora noticia, aclaró que
otros datos apuntan a que Omicron " provoca síntomas menos graves que
Delta ". Los CDC (Centros de Control de Enfermedades de Estados
Unidos) esperan que cualquier persona infectada por el virus de la variante
ómicron pueda propagar el virus a otras personas, incluso si están vacunadas o
no tienen síntomas. Las vacunas siguen siendo la mejor medida de salud pública
para proteger a las personas contra el COVID-19, desacelerar la transmisión y
reducir la probabilidad de infección por nuevas variantes emergentes. Los
laboratorios se han puesto a desarrollar una vacuna específica contra la
variante Omicron. En Gran Bretaña se duplican cada tres días los casos de
Omicron. La Agencia de Seguridad Sanitaria del país publicó nuevos datos el
miércoles que decía "sugiere que Omicron está mostrando una ventaja de
crecimiento significativa sobre Delta". La agencia advirtió que, si
continúa la tasa de crecimiento reciente, el país británico espera que "al
menos el 50 por ciento de los casos de Covid-19 sean causados en las próximas
dos a cuatro semanas", según informa el NYTimes. Parece preocupante que los datos
muestren también un mayor riesgo de transmisión en los hogares, un indicador
clave de la rapidez con la que se puede propagar la variante Omicron. Las especulaciones vuelven a mostrarse en el mundo de
la economía vacunal y por el momento se plantean los gobiernos el incremento de
las restricciones de reuniones de despedida del año 2021.
Las autoridades
sanitarias estadounidenses autorizaron este miércoles la administración de
anticuerpos monoclonales desarrollados por AstraZeneca, en pacientes frágiles
que no pueden ser vacunados por motivos médicos, ante cualquier exposición al
virus. Esta es la primera vez que la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) autoriza un tratamiento profiláctico como una
emergencia. Llamado Evusheld, combina dos tipos de anticuerpos
monoclonales (tixagevimab y cilgavimab) y se administra en dos inyecciones
intramusculares que se aplican inmediatamente una tras otra.
La situación
epidemiológica en niños y niñas también está provocando nuevas polémicas en
Europa. En Francia la ventilación de las clases con control gracias a sensores
de CO 2 sigue siendo fuertemente recomendada por un gran
número de epidemiólogos y también se enfatiza la necesidad de que todas las
clases de educación física se realicen al aire libre. En cuanto a la vacunación
pediátrica entre 5 y 11 años, según los resultados de los ensayos clínicos, se
ha demostrado su eficacia, que asegura la primera condición para que esta pueda
administrarse en la infancia. Entre las razones que apoyarían la recomendación
de la vacunación en los niños se encuentra la de disminuir la carga de
enfermedad que supone la COVID-19 en este grupo de edad, actualmente el de
mayor incidencia con más de 200 casos por 100 000. La decisión de vacunar a los
niños, una vez aprobada por la agencia reguladora europea (EMA), debería
adaptarse a la situación epidemiológica, pudiendo llevarse a cabo vacunando a
todas las cohortes o de forma secuencial priorizando a los grupos de niños de
mayor riesgo y edad.
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