COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVII): MODELOS DE
CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (56). Publicado en Nordesía, dominical del Diario de Ferrol, del día 22 de agosto de 2021
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud
Pública. Divulgador científico
La sociedad ha
aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de
confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el
distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos
modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos
básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Inician tercera
dosis algunos países y otros buscan la inmunidad colectiva.
En Israel se ha
extendido la inyección de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus a más de
un millón de personas, desde hace tres semanas. La población diana va dirigida
a las personas mayores de 50 años, que recibieron las dos dosis de vacuna hace
más de cinco meses. Según cifras del Ministerio de Salud de Israel, los
resultados se han considerado como prometedores pues los receptores de la
tercera dosis parecen estar 2,5 veces más protegidos contra la infección que
los que solo recibieron las dos primeras dosis de la vacuna Pfizer,
alcanzándose el punto máximo de la protección adicional a partir de la primera
semana después de la administración de esta. La población israelí parece estar
en la vanguardia de las vacunaciones tras el acuerdo del gobierno israelí con
Pfizer para el seguimiento de datos que van a ser utilizados para la expansión
de la vacuna en todo el mundo. A pesar de todos los parabienes, en Israel
todavía 5,8 millones de personas han recibido solo una dosis, siendo su
población de 9,3 millones de personas, y por causa del aumento de casos de transmisión
se volverán a imponer límites a las reuniones que restringirán la asistencia a
eventos privados y públicos, así como reglas que exigen el distanciamiento
social en las empresas que atiende a los clientes en persona , incluidas las
tiendas y los centros comerciales, tal como informa el The Times de Israel. Los
Servicios de Salud de Macabi realizaron el estudio de seguimiento e informaron
que una tercera dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer/BioNTech tiene una
efectividad del 86% en personas mayores de 60 años, habiendo reportado 37 casos
de personas que dieron positivo después de su tercer pinchazo, en comparación
con 1.064 positivos entre los que habían recibido dos dosis. Parece un poco
prematuro presentar una evaluación rigurosa de los resultados. Todavía no se ha
encontrado la vacuna COVID-19 eficaz 100%. La controversia persiste en muchos
países europeos y atisban la posibilidad de la tercera dosis, aunque la
Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea la vacunación global del planeta
antes de llegar a la tercera dosis, por considerar que incrementan la
desigualdad en la accesibilidad a las vacunas y la brecha social y económica
entre países de escasos recursos. Aunque grandes expertos en salud pública
empiezan a considerar que la tercera dosis parece inevitable, sobre todo por
observarse la disminución de la inmunidad después de pasados 3 meses en
personas mayores después de la vacunación “completa”, que podría hacer pensar
en la necesidad de un refuerzo. En Estados Unidos, el presidente Biden y su
esposa han recibido la tercera dosis, animando a los mayores a vacunarse y
exigiendo a las residencias de ancianos que se vacunen sus empleados para
continuar recibiendo fondos sociosanitarios de ayuda.
Alcanzar la inmunidad
colectiva se presume inalcanzable en el momento actual y por ello se sigue
insistiendo en la vacunación más amplia. En España, igual como en otros países
europeos, se apuesta claramente por la estrategia de la vacunación y está
siendo ejemplar la colaboración de la población y la eficacia de los
profesionales de la salud. La nota ilustrativa
negativa se observa en el estado de Misisipi, de Estados Unidos, con casi tres
millones de habitantes y que presumía de ser el estado norteamericano con menor
tasa de vacunación por motivos políticos, religiosos o desinformación y de las
más bajas tasas de cobertura sanitaria, donde el coronavirus se expande
comprometiendo a los más jóvenes y colapsando el sistema de atención sanitaria
en la actualidad. Han tenido que construir dos hospitales de campaña de
emergencia ubicados en la proximidad del centro médico de la universidad de
Misisipi en Jackson, con un sistema hospitalario escaso de personal. Las
desigualdades y la falta de equidad también ocurren en el país más poderoso del
mundo. Los medios de comunicación están colaborando en campañas de vacunación
COVID-19, para desacreditar la información errónea, crear conciencia sobre la
vacuna y alentar a las personas a protegerse contra el coronavirus.
El pase de salud o el
uso expansivo del certificado de vacunación COVID-19 ha sido suspendido en
Galicia por orden judicial. Persisten las discrepancias político-judiciales,
con criterios diferentes según las Comunidades Autónomas en cuanto a la
aplicación de las medidas de restricción, donde la esfera judicial pretende
defender los derechos elementales de los ciudadanos, pero parece depender del
criterio personal de cada juez que evidencia la fragilidad social y legal ante
una pandemia inusual en la historia judicial. Las costuras judiciales y políticas
de la pandemia son irregulares en el tejido bordado por el coronavirus.
Se ha iniciado otro
debate en el mundo, por la proximidad del inicio del curso escolar, relacionado
con la necesidad de usar mascarillas en las aulas este nuevo año escolar. En
Estados Unidos han puesto a disposición de las familias y estudiantes de guías
de información sobre las medidas de restricción más idóneas. En España existe
una experiencia positiva en cuanto a la escolaridad del curso anterior.
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