COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXIX): MODELOS DE
CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (58). Publicado en Nordesía, dominical del Diario de Ferrol, 05/09/2021
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud
Pública. Divulgador científico
La sociedad ha
aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de
confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el
distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos
modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos
básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Vuelve la reapertura
del año escolar y persisten las mismas deficiencias.
Todos los estudiantes
regresarán a las aulas a nivel presencial y el año escolar anterior en plena
pandemia marcará los protocolos con un bagaje de experiencia de medidas de
prevención de la COVID-19. Las modificaciones adoptadas fueron de vértigo e
incertidumbre, surgiendo casos de contagio en el profesorado y en alumnado,
cerrándose algunas aulas a, a lo largo del curso escolar, para adoptar la
cuarentena obligada. Los planes de adaptación escolar en la pandemia de la COVID-19
provocan cambios y modificaciones temporales en la organización y
funcionamiento de los colegios. Los programas de acogida especifican las nuevas
normas modificando los horarios de entrada y de salida, los horarios de recreo
y espacios distribuidos por zonas, con regulaciones de guardias de entrada,
limitando el acompañamiento a una persona por alumno en el recinto escolar,
provocando redistribuciones de los espacios para transformarlos en aulas, que
no siempre reúnen las condiciones idóneas. Las actuaciones de prevención,
higiene y protección son fundamentales también en el ámbito escolar, de
aplicación compleja: evitando las aglomeraciones, en relación con entradas y
salidas del alumnado, rutas de acceso a las aulas, la distribución en recreos;
mantener el distanciamiento social, en la distribución de las mesas del aula y
para evitar el contacto físico; compromiso de responsabilidad individual del
profesorado y de las familias para control de síntomas de sus hijos e hijas,
controlando la temperatura, la presencia de tos seca, dificultad respiratoria,
pérdida de olfato o gusto, dolor muscular, fatiga severa o diarrea. Las medidas
de higiene del centro, personal y rutinas específicas son exigentes. El
periódico New York Times en su sección diaria sobre la vuelta al colegio
califica los acontecimientos escolares en plena pandemia COVID-19 como cambios
sísmicos.
Se repetirán los
mismos errores en un sistema escolar que no se modifica con los años, sobre
todo en las condiciones arquitectónicas de los edificios escolares. Un elevado
porcentaje de edificios escolares fueron construidos antes de poner en vigor la
normativa de calidad del aire interior y ventilación para los espacios
docentes, del año 2006, reflejada en el Reglamento de Instalaciones Térmicas de
los Edificios (RITE). Según la normativa, los edificios docentes precisan una
buena ventilación con calidad de aire interior de 12,5 l/segundo y persona. La
ventilación natural no es suficiente y muchos centros españoles muestran
niveles de CO2 que superan el límite recomendado por la OMS, de 1000 ppm. El
nivel de CO2 es un indicador de la ventilación del aire exterior. En el caso de
una ocupación prolongada, se consideran 800 ppm de CO2 como un indicador de
buena ventilación y calidad del aire interior. Pero no existe evidencia alguna
sobre COVID-19. La Guía REHVA COVID-19 para colegios, de la Federación de
Asociaciones Europeas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado,
considera que una buena ventilación puede ayudar a reducir el riesgo de
propagación del coronavirus. La Guía de la OMS “COVID-19 Prevention and Control
in Schools” recomienda medidas de ventilación óptimas. Se recomienda instalar
un monitor de CO2 con indicador de semáforo, naranja hasta 800 ppm y rojo hasta
1000 ppm, al menos en las aulas en las que la ventilación depende de la
apertura de ventanas y/o rejillas, promoviendo la ventilación óptima.
Vuelven los
disparates y las reacciones sociales en varios países ante las medidas de
restricción en las escuelas. Italia hizo cumplir este miércoles el requisito de
portar un certificado sanitario Covid-19 para acceder a escuelas y transporte
público, incluidos trenes, barcos y aviones. La nueva regla ha provocado una
ola de protestas en todo el país, con maestros protestando frente al edificio
del Ministerio de Educación en Roma esta semana y manifestantes contra las
vacunas que amenazan con bloquear más de 50 estaciones de tren en toda Italia. Las
protestas se tornaron violentas en los últimos días con manifestantes que
atacaron a periodistas y enviaron amenazas de muerte a los políticos.
En Estados Unidos se
ha establecido de nuevo la polémica sobre la aplicación de los protocolos en la
escuela y sorprende que algunos gobernadores republicanos adopten medidas más
laxas en plena pandemia. El gobernador republicano de Florida Ron DeSantis ha
conseguido que los padres puedan solicitar vales y trasladar a sus hijos a otra
escuela si perciben algún “acoso COVID-19” contra su hijo o hija en relación
con las reglas del distrito escolar sobre uso de máscaras, pruebas y
aislamiento debido a la exposición. Los funcionarios del Departamento de Salud
de Florida revelaron nuevos protocolos que detallan cómo se debe controlar la
propagación del virus en los entornos escolares.
Los nuevos protocolos dicen que los estudiantes tienen la
opción de usar máscaras como medida preventiva, pero les dan a los padres y
tutores legales la opción de excluir a un estudiante de seguir el requisito de
máscara de la escuela o cubrirse el rostro. La paradoja es que el gobernador ha
usado esta exigencia protectora de la decisión de los padres para recaudar
fondos para su campaña política. La desmesura política supera el espíritu de
prevención de la pandemia COVID-19.
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