miércoles, 22 de diciembre de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXXI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (60)

 


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXXI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (60). Publicado en Nordesía, dominical Diario de Ferrol, 19/09/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Se han empezado a valorar los daños colaterales de la COVID-19.

 Las instituciones sanitarias continúan adoptando medidas extremas en hospitales y centros de salud ante la COVID-19, centrando sus esfuerzos en el control de la enfermedad por coronavirus SARS-CoV-2, pero un elevado porcentaje de enfermos crónicos parecen sufrir las consecuencias de pandemias la decisión de disminuir su accesibilidad asistencial. Recientemente, el historiador y pediatra de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, director del centro de historia de la Medicina, el doctor Howard Markel calificaba como “menú de negligencias” lo que quedaba por abordar como consecuencia de las repercusiones y consecuencias no deseadas, sin ningún precedente histórico para esto. En Estados Unidos solo en los primeros meses de la pandemia los médicos y enfermeras ordenaron tres millones menos de vacunas para niños y específicamente 400.000 menos para el sarampión. Por primera vez, las clínicas se vieron obligadas a racionar las pruebas de laboratorio para enfermedades de transmisión sexual, ya que la capacidad y los suministros del laboratorio se desviaron para realizar pruebas de COVID-19. Los marcadores de contacto también se reasignaron para rastrear casos de clamidia, gonorrea y sífilis para encontrar personas de contacto con pacientes de COVID-19. El año pasado fallecieron más de 87.000 estadounidenses por sobredosis de drogas cuando cerraron las clínicas de abuso de sustancias, sufriendo estas clínicas las consecuencias de la falta de cobertura económica por agotamiento de los fondos de ayuda. Millones de norteamericanos han perdido el seguro médico de sus empleadores, han caído en la pobreza o sus vidas se han visto envueltas en trastornos. Muchos medios periodísticos recogieron la situación colateral de la pandemia analizada por uno de los profesores de historia de la medicina de mayor prestigio. La interrupción de los servicios de inmunización, en todo el mundo, pone a los niños en riesgo de contraer enfermedades como la difteria, el sarampión y la poliomielitis. La pandemia ha puesto de manifiesto una alerta sobre cuanto depende la salud colectiva de la responsabilidad de cada individuo y también sobre la importancia del papel de las vacunas para mantener a la población mundial segura y saludable. Muchos países han suspendido temporal y justificadamente las campañas de vacunación preventiva contra enfermedades como el cólera, el sarampión, la meningitis, la poliomielitis, el tétanos, la fiebre tifoidea y la fiebre amarilla, debido al riesgo de transmisión y la necesidad de mantener el distanciamiento físico durante las primeras etapas de la pandemia de la Covid-19.

Markel considera que el coronavirus es una enfermedad de transmisión social y que todos tenemos un contrato social para detenerlo.

 La pandemia ha puesto a prueba el sistema de prestación de los servicios de salud. Los brotes locales de la epidemia vírica han tenido como resultados efectos colaterales directos e indirectos en la atención médica. Según la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins la pandemia en curso ha tenido un impacto colateral alto en el mundo por las bajas tasas de vacunación muchos países, interrumpiendo también la cadena de suministros de medicamentos, poniendo en riesgo decenas de productos farmacéuticos. Ingredientes farmaceúticos activos (API) procedentes de la India han sufrido restricciones, así como en China, de cuyas importaciones dependen todos los países. El 40% de los API de Estados Unidos en medicamentos genéricos proceden de la India, afectando las restricciones al tratamiento de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que se incrementarán las muertes por malaria un 200% y se calcula que las muertes en el mundo pueden alcanzar a 769.000 personas, derivado de la sobrecarga de las infraestructuras de salud, así como desviaciones de actividades de laboratorio y servicios clínicos. Para las enfermedades crónicas se espera que las interrupciones de las cadenas de suministro y los tratamientos diferidos impulsen un aumento en la carga de las enfermedades. Los sistemas de salud del mundo están experimentando una disminución en la atención de urgencia y emergencias para enfermedades agudas. En Estados Unidos se ha observado una disminución de un 40% del número de ataques cardiacos graves que se tratan en los hospitales, observándose un incremento de visitas domiciliarias de un 400% de síntomas cardiacos, muriendo la mayoría de estos pacientes en sus domicilios.

 En España existen pocos informes sobre los efectos colaterales de la pandemia. Osakidetza, el servicio vasco de Salud ha publicado un informe donde se estima que el año pasado se dejaron de detectar 1.897 tumores en la Comunidad Autónoma Vasca por causa de la alteración que ha provocado la pandemia en los programas de cribado de cáncer de mama y colorrectal, y sólo se invitó a participar al 54,4% y 39,1% de la población diana en cada caso.  



  En Galicia se podrá utilizar el pasaporte COVID con el aval del Tribunal Supremo, por lo cual se podrá exigir el pase sanitario para acceder a establecimientos de ocio y hostelería de la Comunidad. En Francia persiste la polémica pues un empresario podría despedir a un empleado en caso de que se niegue a ser vacunado pues es obligatorio el uso del pase sanitario en las empresas.


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXX): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (59)

 


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXX): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (59). Publicado en Nordesía, dominical diario de Ferrol, 12(09/2021


Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Se han iniciado en Europa medidas obligatorias de vacunación en profesionales.

 La polémica establecida en Francia ha surgido tras la decisión del presidente de la República Emmanuel Macron y el ministro de Salud Olivier Véran , estableciendo la obligatoriedad de vacunarse de nuevo a los profesionales de la salud y en particular a los que trabajan en hospitales, residencias de ancianos u otros establecimientos de salud. A partir del día 15 de septiembre deberán recibir la primera dosis de una vacuna contra la COVID-19 para poder continuar su ejercicio profesional y la segunda inoculación debe cumplimentarse antes del 15 de octubre. El riesgo de eludir esa norma implica poder ser suspendido de su contrato de trabajo sin remuneración. En Quebec, Canadá, también se han puesto en marcha las mismas medidas, ampliando incluso medidas de pasaporte COVID para visitas hospitalarias. La influencia francófona es importante y en países como en la República de Benín en el oeste de África también es obligatoria la vacunación de los profesionales de la salud. Los sindicatos de profesionales de la salud tachan de abuso tal imposición y ha generado protestas en las calles. El sindicato de bomberos de Niza ha iniciado sus protestas ante la obligatoriedad y la suspensión de empleo y sueldo posible. El 14 de septiembre está convocada una movilización nacional contra dicha obligatoriedad. Pero lo que parece inquietar más es la medida restrictiva revestida de obligatoriedad.

 Los empleadores en Estados Unidos, según la Harvard Business Review, han aumentado sus exigencias para que los trabajadores se vacunen. La propagación de la variante Delta y la disminución de las tasas de nuevas vacunas aporta una nueva urgencia al esfuerzo por aumentar las tasas de vacunación.  El presidente norteamericano Joe Biden emitió hace una semana dos órdenes ejecutivas que exigen vacunas para los trabajadores y contratistas federales y anunció nuevos requisitos para los grandes empleadores y proveedores de atención médica que, según dijo, afectarían a alrededor de 100 millones de trabajadores, más de dos tercios de la fuerza laboral estadounidense. También anunció que le pidió al Departamento de Trabajo que emitiera una regla de emergencia que requiera que todos los empleadores con 100 empleados o más se aseguren de que su fuerza laboral esté completamente vacunada o que los trabajadores no vacunados presenten una prueba de Covid negativa al menos una vez a la semana. El requisito podría conllevar una multa de 14.000 dólares por infracción y afectaría a dos tercios de la fuerza laboral del país, dijo un alto funcionario de la administración. Como se puede observar, se endurecen las directrices de vacunación para los profesionales que tienen contacto con la población a través del desempeño de sus trabajos porque existen personas que no aceptan las vacunaciones y que supone casi el 10 por ciento de trabajadores en los países que han adoptado estas medidas.

 Los datos concluyentes del informe de seguimiento de la efectividad de las vacunas en Inglaterra son significativos ( “COVID-19 vaccine surveillance report-week 36”): las vacunas han evitado directamente más de 143.000 hospitalizaciones, de 24,4 a 24,9 millones de infecciones y de 108.600 a 116.200 muertes por COVID-19. La revista científica The New England Journal of Medicine ha publicado que la vacunación reduciría la transmisión del SARS-CoV-2 en más de 140.000 sanitarios (pre-delta) y su entorno familiar. La transmisión se redujo de 9,4 (tasa de eventos por 100 personas-año) a 2,98 tras la doble pauta de vacunación.

  La Academia Americana de Pediatría de Estados Unidos, ha observado que el 27% de las nuevas infecciones detectadas ya se producen en niños. Hasta que exista una vacuna aprobada para los menores de 12 años, la mejor protección para ellos es la vacunación de la población adulta.

 En España, se comunica con alivio haber abandonado el riesgo alto de contagio, pero todavía persiste una incidencia de contagios de 140 casos por 100.000 habitantes y más de 70 muertes en las últimas 24 horas. Los datos apuntan que tendremos que convivir con la circulación del virus y que se deberán mantener las medidas que las autoridades sanitarias recomienden, siendo la distancia social, el uso de la mascarilla, la higiene de manos y la vacunación las únicas estrategias para controlar la expansión de la infección vírica. A pesar de haber conseguido altas tasas de vacunación hay que insistir que, por el momento, son los adultos vacunados los que contribuyen a proteger a la infancia no vacunada. Se cree que la inmunidad innata de los menores ha sido clave en su protección frente al coronavirus SARS-CoV-2 y la COVID-19, pero la variante delta y la insuficiente vacunación en algunos países está aumentando la tasa de infección relativa. La variante delta del coronavirus muestra mayor replicación y capacidad de infección, así como más resistencia a anticuerpos.

 Se ha publicado en la revista científica “Nature Medicine” la efectividad de la vacuna ARNm de Pfizer en más de 10.800 embarazadas, siendo frente a la infección un 96%, frete a síntomas un 97% y frente a hospitalización un 89%. Los datos de vacunación son favorables en muchos sectores de la población.


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXIX): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (58)

 


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXIX): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (58). Publicado en Nordesía, dominical del Diario de Ferrol, 05/09/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Vuelve la reapertura del año escolar y persisten las mismas deficiencias.

 Todos los estudiantes regresarán a las aulas a nivel presencial y el año escolar anterior en plena pandemia marcará los protocolos con un bagaje de experiencia de medidas de prevención de la COVID-19. Las modificaciones adoptadas fueron de vértigo e incertidumbre, surgiendo casos de contagio en el profesorado y en alumnado, cerrándose algunas aulas a, a lo largo del curso escolar, para adoptar la cuarentena obligada. Los planes de adaptación escolar en la pandemia de la COVID-19 provocan cambios y modificaciones temporales en la organización y funcionamiento de los colegios. Los programas de acogida especifican las nuevas normas modificando los horarios de entrada y de salida, los horarios de recreo y espacios distribuidos por zonas, con regulaciones de guardias de entrada, limitando el acompañamiento a una persona por alumno en el recinto escolar, provocando redistribuciones de los espacios para transformarlos en aulas, que no siempre reúnen las condiciones idóneas. Las actuaciones de prevención, higiene y protección son fundamentales también en el ámbito escolar, de aplicación compleja: evitando las aglomeraciones, en relación con entradas y salidas del alumnado, rutas de acceso a las aulas, la distribución en recreos; mantener el distanciamiento social, en la distribución de las mesas del aula y para evitar el contacto físico; compromiso de responsabilidad individual del profesorado y de las familias para control de síntomas de sus hijos e hijas, controlando la temperatura, la presencia de tos seca, dificultad respiratoria, pérdida de olfato o gusto, dolor muscular, fatiga severa o diarrea. Las medidas de higiene del centro, personal y rutinas específicas son exigentes. El periódico New York Times en su sección diaria sobre la vuelta al colegio califica los acontecimientos escolares en plena pandemia COVID-19 como cambios sísmicos.

 Se repetirán los mismos errores en un sistema escolar que no se modifica con los años, sobre todo en las condiciones arquitectónicas de los edificios escolares. Un elevado porcentaje de edificios escolares fueron construidos antes de poner en vigor la normativa de calidad del aire interior y ventilación para los espacios docentes, del año 2006, reflejada en el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE). Según la normativa, los edificios docentes precisan una buena ventilación con calidad de aire interior de 12,5 l/segundo y persona. La ventilación natural no es suficiente y muchos centros españoles muestran niveles de CO2 que superan el límite recomendado por la OMS, de 1000 ppm. El nivel de CO2 es un indicador de la ventilación del aire exterior. En el caso de una ocupación prolongada, se consideran 800 ppm de CO2 como un indicador de buena ventilación y calidad del aire interior. Pero no existe evidencia alguna sobre COVID-19. La Guía REHVA COVID-19 para colegios, de la Federación de Asociaciones Europeas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado, considera que una buena ventilación puede ayudar a reducir el riesgo de propagación del coronavirus. La Guía de la OMS “COVID-19 Prevention and Control in Schools” recomienda medidas de ventilación óptimas. Se recomienda instalar un monitor de CO2 con indicador de semáforo, naranja hasta 800 ppm y rojo hasta 1000 ppm, al menos en las aulas en las que la ventilación depende de la apertura de ventanas y/o rejillas, promoviendo la ventilación óptima.

 Vuelven los disparates y las reacciones sociales en varios países ante las medidas de restricción en las escuelas. Italia hizo cumplir este miércoles el requisito de portar un certificado sanitario Covid-19 para acceder a escuelas y transporte público, incluidos trenes, barcos y aviones. La nueva regla ha provocado una ola de protestas en todo el país, con maestros protestando frente al edificio del Ministerio de Educación en Roma esta semana y manifestantes contra las vacunas que amenazan con bloquear más de 50 estaciones de tren en toda Italia. Las protestas se tornaron violentas en los últimos días con manifestantes que atacaron a periodistas y enviaron amenazas de muerte a los políticos.

 En Estados Unidos se ha establecido de nuevo la polémica sobre la aplicación de los protocolos en la escuela y sorprende que algunos gobernadores republicanos adopten medidas más laxas en plena pandemia. El gobernador republicano de Florida Ron DeSantis ha conseguido que los padres puedan solicitar vales y trasladar a sus hijos a otra escuela si perciben algún “acoso COVID-19” contra su hijo o hija en relación con las reglas del distrito escolar sobre uso de máscaras, pruebas y aislamiento debido a la exposición. Los funcionarios del Departamento de Salud de Florida revelaron nuevos protocolos que detallan cómo se debe controlar la propagación del virus en los entornos escolares.



Los nuevos protocolos dicen que los estudiantes tienen la opción de usar máscaras como medida preventiva, pero les dan a los padres y tutores legales la opción de excluir a un estudiante de seguir el requisito de máscara de la escuela o cubrirse el rostro. La paradoja es que el gobernador ha usado esta exigencia protectora de la decisión de los padres para recaudar fondos para su campaña política. La desmesura política supera el espíritu de prevención de la pandemia COVID-19.


martes, 21 de diciembre de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (57)

 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (57) Publicado en Nordesía, dominical de Diario de Ferrol. 29/08/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Tercera dosis para personas frágiles inicialmente y se ampliará su administración.

 La variante Delta del coronavirus de la COVID-19 está condicionando la respuesta de los países y sus previsiones de futuro en relación con la tercera dosis de personas con vacunación completa, así como los estudios iniciales de efectividad de la vacunación y la disminución inmunológica de las defensas del organismo respecto al virus. Un estudio publicado recientemente por los CDC ( Centros para el control y prevención de enfermedades de Estados Unidos) sobre la efectividad de las vacunas COVID-19 para prevenir la infección por SARS-CoV-2 entre los trabajadores de primera línea antes y durante el predominio de la variante delta, ha evaluado la caída de efectividad de la vacuna ARN mensajero (Pfizer) frente a la infección por la variante delta pasando de un 91% a un 66% en estimaciones desde diciembre de 2020 a agosto de 2021. En otro estudio realizado en la misma horquilla de tiempo, en California, se valoró que la efectividad de la vacuna frente a la variante delta caería del 93% (durante el primer mes después de la vacunación completa) al 53% (a partir del cuarto mes tras vacunarse), publicado en la revista científica The Lancet. La noticia favorable es que permanece constante en el 93% de efectividad frente a la hospitalización. El impacto mediático de la tercera dosis se ha generalizado en los países más ricos y septiembre será un mes propicio para despliegues más amplios. Periódicos de gran prestigio económico y rigor en el mundo, como The Wall Street Journal y el Financial Times, pronostican el protagonismo futuro de la tercera dosis. El primer periódico refiere que la Administración Biden es probable que apruebe la tercera dosis a partir de los seis meses después de la dosis anterior y el Financial Times especifica que los asesores de vacunas del Reino Unido solicitarán un programa de refuerzo para personas con sistemas inmunitarios debilitados y después a los mayores de 70 años. En España, a la espera de la decisión de los expertos, parece que va por el mismo camino y los políticos autonómicos se apresuran con afirmaciones que corroboran tal posibilidad.

 La semana pasada la FDA (La Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) aprobó la tercera dosis para pacientes inmunodeprimidos, alrededor de un 3% de la población adulta norteamericana. Pfizer-BioNTech han solicitado la autorización de su vacuna COVID-19 con nuevo nombre, Corminaty, para la aplicación de la tercera dosis a la FDA.  

 Lo que parece claro es que alcanzar el 70% de vacunados en la población ante la COVID-19 no es suficiente para evitar la infección por el coronavirus SARS-CoV-2. En Islandia se ha alcanzado el 71% y un 84% de mayores de 12 años de cobertura vacunal y España lleva camino de alcanzar el 70%, pero las infecciones por variante delta aumentan, aunque no ocurre lo mismo con los fallecimientos. El virus está evolucionando de forma permanente y genera nuevas evidencias. Se transmite principalmente entre personas, cuando una persona infectada está en contacto cercano y depende de la cantidad de virus viable que se esté diseminando y sea expulsado por una persona, el tipo de contacto que se tiene con otras personas y el entorno. El virus se puede propagar de la boca o la nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando la persona tose, estornuda, canta, respira con dificultad o habla. Las medidas de distanciamiento social, el uso de la mascarilla y la limitación de tiempo en lugares poco ventilados son fundamentales.



 La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un libro sobre la “Hoja de ruta para mejorar y asegurar buena ventilación interior en el contexto de COVID-19”, que resultaría muy interesante su difusión para evitar falsas noticias cuando se evalúa la contaminación en espacios interiores con ventilación inadecuada. El documento establece objetivos y medidas específicas que las empresas y otros establecimientos pueden adoptar para mejorar la ventilación y hacer que los edificios sean más seguros. Comprender y controlar la ventilación del edificio puede mejorar la calidad del aire que respiramos y reducir el riesgo de problemas de salud en interiores, incluido evitar que el virus que causa COVID-19 se propague en el interior. Esta hoja de ruta tiene como objetivo definir las preguntas clave que los usuarios deben considerar para evaluar la ventilación interior y los principales pasos necesarios para alcanzar los niveles de ventilación recomendados o simplemente mejorar la calidad del aire interior (IAQ) con el fin de reducir el riesgo de propagación de COVID-19. También incluye recomendaciones sobre cómo evaluar y medir los diferentes parámetros, específicamente en entornos sanitarios, no residenciales y residenciales, siempre que una persona se encuentre bajo cuidados domiciliarios o en cuarentena domiciliaria.

 Se cita esta hoja de ruta porque se inicia el curso escolar dentro de pocas fechas y también por la polémica establecida sobre la posibilidad de transmisión del virus en el interior de restaurantes y bares. Parece exigible la inversión económica en mejorar la ventilación en edificios públicos, incluidas escuelas, museos y oficinas públicas

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (56)

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (56). Publicado en Nordesía, dominical del Diario de Ferrol, del día 22 de agosto de 2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Inician tercera dosis algunos países y otros buscan la inmunidad colectiva.

 En Israel se ha extendido la inyección de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus a más de un millón de personas, desde hace tres semanas. La población diana va dirigida a las personas mayores de 50 años, que recibieron las dos dosis de vacuna hace más de cinco meses. Según cifras del Ministerio de Salud de Israel, los resultados se han considerado como prometedores pues los receptores de la tercera dosis parecen estar 2,5 veces más protegidos contra la infección que los que solo recibieron las dos primeras dosis de la vacuna Pfizer, alcanzándose el punto máximo de la protección adicional a partir de la primera semana después de la administración de esta. La población israelí parece estar en la vanguardia de las vacunaciones tras el acuerdo del gobierno israelí con Pfizer para el seguimiento de datos que van a ser utilizados para la expansión de la vacuna en todo el mundo. A pesar de todos los parabienes, en Israel todavía 5,8 millones de personas han recibido solo una dosis, siendo su población de 9,3 millones de personas, y por causa del aumento de casos de transmisión se volverán a imponer límites a las reuniones que restringirán la asistencia a eventos privados y públicos, así como reglas que exigen el distanciamiento social en las empresas que atiende a los clientes en persona , incluidas las tiendas y los centros comerciales, tal como informa el The Times de Israel. Los Servicios de Salud de Macabi realizaron el estudio de seguimiento e informaron que una tercera dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer/BioNTech tiene una efectividad del 86% en personas mayores de 60 años, habiendo reportado 37 casos de personas que dieron positivo después de su tercer pinchazo, en comparación con 1.064 positivos entre los que habían recibido dos dosis. Parece un poco prematuro presentar una evaluación rigurosa de los resultados. Todavía no se ha encontrado la vacuna COVID-19 eficaz 100%. La controversia persiste en muchos países europeos y atisban la posibilidad de la tercera dosis, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea la vacunación global del planeta antes de llegar a la tercera dosis, por considerar que incrementan la desigualdad en la accesibilidad a las vacunas y la brecha social y económica entre países de escasos recursos. Aunque grandes expertos en salud pública empiezan a considerar que la tercera dosis parece inevitable, sobre todo por observarse la disminución de la inmunidad después de pasados 3 meses en personas mayores después de la vacunación “completa”, que podría hacer pensar en la necesidad de un refuerzo. En Estados Unidos, el presidente Biden y su esposa han recibido la tercera dosis, animando a los mayores a vacunarse y exigiendo a las residencias de ancianos que se vacunen sus empleados para continuar recibiendo fondos sociosanitarios de ayuda.



 Alcanzar la inmunidad colectiva se presume inalcanzable en el momento actual y por ello se sigue insistiendo en la vacunación más amplia. En España, igual como en otros países europeos, se apuesta claramente por la estrategia de la vacunación y está siendo ejemplar la colaboración de la población y la eficacia de los profesionales de la salud.  La nota ilustrativa negativa se observa en el estado de Misisipi, de Estados Unidos, con casi tres millones de habitantes y que presumía de ser el estado norteamericano con menor tasa de vacunación por motivos políticos, religiosos o desinformación y de las más bajas tasas de cobertura sanitaria, donde el coronavirus se expande comprometiendo a los más jóvenes y colapsando el sistema de atención sanitaria en la actualidad. Han tenido que construir dos hospitales de campaña de emergencia ubicados en la proximidad del centro médico de la universidad de Misisipi en Jackson, con un sistema hospitalario escaso de personal. Las desigualdades y la falta de equidad también ocurren en el país más poderoso del mundo. Los medios de comunicación están colaborando en campañas de vacunación COVID-19, para desacreditar la información errónea, crear conciencia sobre la vacuna y alentar a las personas a protegerse contra el coronavirus.

 El pase de salud o el uso expansivo del certificado de vacunación COVID-19 ha sido suspendido en Galicia por orden judicial. Persisten las discrepancias político-judiciales, con criterios diferentes según las Comunidades Autónomas en cuanto a la aplicación de las medidas de restricción, donde la esfera judicial pretende defender los derechos elementales de los ciudadanos, pero parece depender del criterio personal de cada juez que evidencia la fragilidad social y legal ante una pandemia inusual en la historia judicial. Las costuras judiciales y políticas de la pandemia son irregulares en el tejido bordado por el coronavirus.

 Se ha iniciado otro debate en el mundo, por la proximidad del inicio del curso escolar, relacionado con la necesidad de usar mascarillas en las aulas este nuevo año escolar. En Estados Unidos han puesto a disposición de las familias y estudiantes de guías de información sobre las medidas de restricción más idóneas. En España existe una experiencia positiva en cuanto a la escolaridad del curso anterior.

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (55)

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXVI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (55) Publicado en Nordesía, dominical de Diario de Ferrol, 15 de agosto 2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Surge la nueva carrera política de restricciones en todo el mundo.

 Preocupa la evolución actual de la pandemia de COVID-19 y se debe a que en el mundo se han superado los 200 millones de casos acumulados, solo seis meses después de alcanzar los 100 millones de casos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, se han notificado casos de la variante Alpha en 185 países, territorios o áreas (en adelante, países), y tres nuevos países notificaron esta variante de preocupación (VOC) desde la semana pasada, mientras que 136 países (cuatro nuevos países) han notificado casos de la variante Beta; 81 países (ningún país nuevo) han notificado casos de la variante Gamma; y 142 países (siete nuevos países) han notificado casos de la variante Delta. Las muertes acumuladas superan los cuatro millones.



 En España ya han surgido nuevos casos de la variante Lambda, con mayor prevalencia en Cantabria, de origen andino en Perú y que la OMS la ha incluido como variante de interés (VOI) y que por el momento afecta a 40 países. La evolución de la variante delta, a nivel nacional, prima en la actualidad y ha vuelto a altas tasas de incidencia, por encima de 500 personas por 100.000 habitantes. Da la impresión de que los políticos mantienen una pugna sobre el nivel de restricciones para controlar la transmisión comunitaria del coronavirus de la COVID-19 en su variante delta e incluso se siguen medidas adoptadas en otros países con anterioridad al enunciado local de las mismas. En Francia, el Consejo Constitucional convalidó la prórroga del pase sanitario al hospital y será obligatorio para los visitantes y pacientes recibidos para la atención programada, planteándose a nivel de la población y profesionales de la salud algunos problemas logísticos y éticos. El veredicto del Consejo Constitucional validó la extensión del pase sanitario a varios lugares que incluyen establecimientos sanitarios, sociales y sociosanitarios, siendo necesario para acudir a los mismos un calendario de vacunación completo, un certificado de recuperación o una prueba negativa. En cuanto al pase de salud al hospital, es posible siempre que este “no obstaculice el acceso a la atención”, siendo obligatorio para las “personas que acompañen o visiten” a las personas hospitalizadas o residentes en residencias de mayores, pero también para pacientes programados. No será posible denegarle el acceso a personas que acudan a la sala de emergencias del hospital para ser atendidos, pero las personas que le acompañen deberán contar con el pase de salud. Lo mismo ocurre si la persona acude al hospital de forma programada. En muchos hospitales españoles se ha solventado prohibiendo directamente a los acompañantes entrar en el hospital y curiosamente ha sido aceptado sin plantear problemas constitucionales. Observaremos si en un futuro se siguen las mismas normas que rigen en otros países europeos. Por el momento, el Tribunal Superior de Galicia ha suspendido el pase sanitario para bares y restaurantes. Jueces y políticos continúan en su pugna de valoración de restricciones.

 En España se ha iniciado de forma tímida la polémica sobre la obligatoriedad de la vacunación, cuestión debatida en otros países e incluso medidas adoptadas a nivel profesional. El presidente francés Emmanuel Macron anunció el 12 de julio, que muchas profesiones se verán afectadas por la vacunación obligatoria contra la COVID-19 y que los controles se realizarán a partir del 15 de septiembre. La vacunación obligatoria de las personas cuidadoras afectará a cerca de 70 profesiones, como personal de enfermería y no sanitarios en hospitales, clínicas, residencias de ancianos y establecimientos para personas con discapacidad, así como personas cuidadoras de carácter sociosanitario que acudan a domicilios. Los expertos en salud pública dan respuesta a la pregunta de si la vacunación obligatoria tendrá una rápida influencia en la evolución de la epidemia, respondiendo afirmativamente. Todos los datos científicos obtenidos de países con mayor tasa de vacunación como Israel o Reino Unido demuestran que conduce a una reducción significativa de la circulación del virus, protegiendo del colapso hospitalario derivado de la pandemia y mejorando la situación económica.

 Es importante destacar que, en Francia, el Consejo Constitucional adoptó la Decisión nº 2021-824 DC de 5 de agosto de 2021 sobre la “Ley de gestión de crisis de salud”, proyecto presentado por la Asamblea Nacional el 19 de julio de 2021, ratificando los aspectos reseñados con anterioridad. Resulta alentadora la observación tradicional del Consejo mencionando los términos del artículo 6 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 “, base de la democracia occidental: “La ley es expresión de la voluntad general” y en los términos del primer párrafo del artículo 3 de la Constitución de Francia: “La soberanía nacional pertenece al pueblo que la ejerce a través de sus representantes”. Estas disposiciones imponen el cumplimiento de los requisitos de claridad y sinceridad del debate parlamentario en Francia. En España existen disparidades judiciales y políticas que algún día pasarán a la historia del disparate de las pandemias históricas, como los castigos divinos como causa de las epidemias o bulos interesados a lo largo de la historia.

 

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (54)

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (LXV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (54). Publicado en Nordesía, dominical de Diario de Ferrol, 8 de agosto 2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Uso de mascarillas en interiores y polémica sobre la tercera dosis.

 Los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) recomiendan de nuevo el uso de las mascarillas en interiores, en público y en áreas de posible transmisión alta o considerable, incluso en personas completamente vacunadas, para maximizar la protección de la variante delta y evitar la propagación a otras personas. Se agrega información de que las personas completamente vacunadas pueden optar por usar una máscara independientemente del nivel de transmisión, particularmente si están inmunodeprimidas (defensas bajas) o tienen un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19, o si tienen en casa alguien que esté inmunodeprimido, en mayor posibilidad de riesgo de enfermedad grave o no estar completamente vacunado. Se agregó una recomendación para que las personas completamente vacunadas que tienen una exposición conocida a alguien con COVID-19 sospechado o confirmado, se realicen una prueba de 3 a 5 días después de la exposición y que usen mascarilla en entornos públicos interiores durante 14 días o hasta que reciban un resultado de prueba negativa.

 La industria tabacalera ha donado fondos económicos de ayuda en los países donde se consume más tabaco como consecuencia de la pandemia COVID-19 y también ha presionado para que sus productos figurasen en el listado de productos esenciales, publicado en la revista científica “The Lancet Respiratory Medicine”. La prueba es clara en España, donde los estancos de venta del tabaco no han cerrado por considerar que venden “productos esenciales”. Seguramente los responsables políticos han olvidado que el tabaquismo provoca más de 8 millones de fallecimientos de personas al año. Los periodistas de investigación Stéphane Horel y Ties Keyzer, pertenecientes a la Plataforma Independiente de Investigaciones “Investigative Desk” realizaron un seguimiento sobre la tentativa de asociar la nicotina como protectora ante la COVID-19, publicando recientemente un artículo en la revista científica “The British Medical Journal”, relacionando las tentativas de artículos publicados con intereses económicos de financiación de la industria tabacalera y los científicos autores de los estudios. El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo en España y el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) alertan que fumar es uno de los factores de riesgo que agrava la COVID-19. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), fumar está asociado con un aumento de la gravedad de la enfermedad y la mortalidad entre los pacientes hospitalizados de COVID-19.

  La posibilidad de establecer una tercera dosis en la vacunación está provocando una nueva polémica a nivel internacional y nacional. Incluso la OMS solicita una demora , hasta finales de septiembre, para la misma con objeto de disminuir antes las desigualdades en vacunaciones en los países más pobres. En Israel, el país con mayor cobertura vacunal contra la COVID-19, se ha autorizado la tercera dosis para mayores de 60 años después de haber sufrido otro pico de la enfermedad. Los expertos en salud de Israel consideraron que la eficacia de la vacuna actual disminuye con el tiempo y que la tercera inyección servirá como refuerzo. Israel ya ha vacunado a 2.000 personas inmunodeprimidas con una tercera dosis y no se han observado efectos adversos graves. Un estudio israelí , de la Universidad Hebrea de Jerusalén, mostró que la efectividad de la vacuna COVID disminuyó del 95% al 80% o incluso menos contra la variante Delta. También en los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin autorizaron antes la dosis de refuerzo con la vacuna china de Sinopharm. Francia, Reino Unido y Alemania, han planteado la tercera dosis para las personas vulnerables en el otoño para combatir la variante Delta. En Hungría han empezado el día 1 de agosto. En Estados Unidos han empezado a vacunar una tercera dosis a personas inmunodeprimidas.

 Un pequeño estudio publicado en la revista científica “Annals of Internal Medicine” confirma que una dosis adicional de la vacuna COVID-19 puede aumentar la protección en pacientes que se han sometido a trasplantes de órganos sólidos.



  Israel también ha recuperado sus regulaciones de pase verde, lo que significa que los residentes deberán mostrar pruebas de vacunación completa o una prueba de coronavirus negativa para acudir a muchos lugares públicos, incluidos conciertos, restaurantes y gimnasios. En Francia, el pase de salud se incrementará a partir del 9 de agosto a nuevos entornos, incluido el transporte de larga distancia, restaurantes y cafés e incluso en las terrazas al aire libre, ferias y congresos, residencias y residencias de ancianos, establecimientos médicos (a excepción de salas de urgencias), hoteles, albergues y habitaciones para huéspedes, sumado a las medidas del mes de julio que abarca espacios culturales y de ocio de más de 50 personas. Incluso se han desarrollado pases de salud digitales para permitir a las empresas la verificación de las credenciales de salud de los empleados, clientes, aficionados y viajeros que acudan a sus instalaciones. El pase sanitario europeo denominado certificado COVID digital de la UE se aplica desde el 1 de julio del año actual. En España, el pase de salud fue iniciado en Galicia y se exige para acceder al interior de cafeterías, bares y restaurantes.