lunes, 24 de agosto de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19(6)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19(6)  Dominical Diario de Ferrol, Nordesía, 23/08/2020 , página 13, 37

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(6)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.

 La propagación del COVID-19 es una emergencia de salud pública que persiste, aunque algunas personas no quieren reconocerlo, negando la realidad que amenaza a todas las personas del mundo.  Se han superado los 23 millones de número total de casos COVID-19 en todo el mundo, duplicándose en las últimas 7 semanas, ocasionando 800.000 muertes. En Europa se está entrando en una nueva fase de la pandemia con una nueva ola de infecciones que afecta a varios países como Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Croacia y Reino Unido.  En España se rebasan los 1000 rebrotes y la tasa de nuevos casos notificados se incrementa, iniciándose la presión sobre el sistema sanitario. Se ha declarado la emergencia sanitaria en la Comunidad vasca y las medidas en las Comunidades Autónomas aumentan. Las cifras que se emiten cada día ilustran un patrón preocupante. En general, el mundo se enfrenta a una pandemia que empeora.

La Humanidad espera con ansia la vacuna COVID-19 y la información incorrecta puede generar alarma e inseguridad. El London School of Hygiene advierte, en relación con las vacunas, de la oportunidad de dar una buena primera impresión sobre la eficacia de estas. Si los atajos de Rusia con su vacuna conducen a un evento adverso innecesario, pueden erosionar la frágil confianza sobre las vacunas contra el COVID-19. La vacuna rusa Sputnik-V, sin publicaciones científicas probadas internacionalmente que la avalen, hasta ahora, se iniciará con maestros y personal sanitario, seguido de una campaña de vacunación masiva el próximo otoño. Confiemos en el sentido común y la veracidad científica sobre las vacunas para evitar falsas especulaciones.  

 La combinación de la epidemiología con la economía resulta complicada en España y los políticos no dejan de sorprender por sus iniciativas en la preservación de la imagen de su Comunidad.

 Se confirma que los aerosoles, gotitas respiratorias flotantes, pueden contener partículas vivas de coronavirus e infectar células. Un equipo de investigación de la Universidad de Florida logró aislar el virus vivo de los aerosoles recolectados a una distancia de dos a cinco metros de pacientes hospitalizados con Covid-19, más allá de los dos metros recomendados en las pautas de distanciamiento social. El 60% de los contagios en Galicia proceden de reuniones familiares.

 

 Se ha intentado indagar, dentro del clima de culpabilidad de las personas jóvenes adultas, a través de los periodistas del New York Times sobre la causa de la transmisión, demostrando que el origen de la mortalidad en Florida, no eran las fiestas sino el tipo de trabajo de las personas comprendidas entre 25 a 44 años. Aunque, según la OMS, los jóvenes están impulsando la propagación del coronavirus y en España surgen más casos de jóvenes hospitalizados. La proporción de personas de 15 a 24 años que están infectadas en Europa ha aumentado de alrededor de 4.5 por ciento a 15 por ciento en los últimos cinco meses.

 

 La proximidad del nuevo curso escolar provoca en todos los países una gran polémica que va creciendo ante la incertidumbre. El profesorado ha planteado la huelga en la Comunidad madrileña y el malestar va progresando en el ámbito educativo, exigiéndose un protocolo de prevención común en todo el país y que garantice la preservación de la salud de toda la comunidad educativa. En Massachusetts, Estados Unidos, se anunció que la mayoría de los estudiantes deben recibir la vacuna contra la gripe, desde los seis meses hasta los 30 años deberán vacunarse antes del 31 de diciembre y los maestros presionan por la enseñanza remota. En Nueva York, el 70% de los distritos escolares han votado por la enseñanza virtual y no la presencial, otros colegios de varios estados han optado por el sistema híbrido o un sistema de transición hacia el modelo híbrido. Los modelos seleccionados varían en todos los países del mundo. En Finlandia comenzó el nuevo año escolar con estrictas medidas de higiene y distanciamiento social y un gran debate social sobre el uso de las mascarillas y las escuelas se preparan para el cierre local en el trimestre de otoño en previsión del empeoramiento por esas fechas. Las escuelas pueden cambiar entre el aprendizaje remoto y en persona, excepto los estudiantes de primero a tercer grado y los estudiantes con necesidades especiales, que permanecerán en las aulas. Las tasas virales más bajas permiten mayor flexibilidad en las medidas.

 El uso de las mascarillas en los colegios de diversos países permite mayor tranquilidad en las escuelas. Se espera que todos los estudiantes del Reino Unido regresen a la escuela a principios de septiembre con un distanciamiento social y grupos de alumnos autónomos. No se requieren máscaras.

  La Xunta de Galicia quiere clases presenciales desde el día 10 de septiembre y va a exigir mascarillas en las escuelas para profesorado y alumnado mayores de seis años, junto con las medidas de higiene y distanciamiento social, manteniendo una ratio discutible de 25 alumnos por aula, 5 más que el recomendado por el Ministerio de Sanidad. El acuerdo de toda la comunidad educativa debería ser exigible.

 


lunes, 17 de agosto de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19(5)

 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVI):MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19 Dominical de Diario de Ferrol (Nordesía), página 11-35

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVI): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(5)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

   La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.



 La carrera por la adquisición de la vacuna para el COVID-19, sin datos definitivos de seguridad y eficiencia a largo plazo, moviliza los intereses económicos de los países, que establecen acuerdos con los laboratorios que están fabricando la vacuna , para disponer de stock en el futuro inmediato, como Suiza con Cambridge Biotech Moderna para comprar 4,5 millones de dosis, la Comisión Europea(incluida España)  ha comprado las primeras 300 millones de dosis a Astrazeneca y la Universidad de Oxford, Estados Unidos ha sellado alianzas con Astrazeneca, Moderna, Pfizer, Janssen y GSK-Sanofi, Reino Unido firma acuerdos con BioNtech, Pfizer y Valneva para adquirir los antídotos, Alemania blinda la vacuna CureVac para evitar que Trump acapare todas las dosis, Rusia dispone de la suya propia…, en definitiva se ha montado el berenjenal de las vacunas y desata pasiones interesadas en función del poderío económico desigual. Y mientras, la economía mundial en crisis, aumentando el número de familias que no dispondrán de dinero para pagar el alquiler del piso en Estados Unidos. La recesión económica es la amenaza que evoluciona con la persistencia de la crisis del coronavirus.

Más de 800 rebrotes en España han obligado a adoptar medidas comunes en todas las comunidades autónomas y el ministerio de sanidad. Las medidas adoptadas por los países europeos de evitar las visitas a España van a provocar mayor crisis económica en España, junto al cierre del ocio nocturno, incluidas las discotecas.

 La cultura COVID-19 se ha convertido en una cultura de culpa. Las tasas de obesidad en Inglaterra son preocupantes, pero no son las principales culpables del alto número de muertes por COVID-19 en la nación. No olvidemos que las personas con obesidad también son pacientes vulnerables. Tabaco y ocio nocturno se encuentran en la escala de la culpabilidad. Brotes asociados al ámbito laboral y familiar (comidas familiares). La relajación de la población general sigue destacándose por su olvido de las medidas de distancia social, lavado de manos y uso de mascarillas. Bodas, comuniones, y otras reuniones masivas, son ocasiones claras para incrementar el riesgo. Fiestas juveniles calificadas como de prácticas temerarias e irresponsables.

En Alemania, si existe en una ciudad más de 50 casos de contagio/100.000 se procede al confinamiento. En España existen numerosas localidades que superan esta tasa de contagios.

 El número de rastreadores sigue siendo escaso en muchas comunidades autónomas. Galicia presenta 6.000 rastreadores (1x 400). Se considera que debe existir un rastreador cada 500 habitantes, aunque lo importante es la situación real de tasas de contagio en cada territorio, que alteraría el ratio considerado como ideal. Se han incrementado los PCR para localizar a los transmisores asintomáticos. Un rastreador acude al domicilio del afectado y se le conmina amablemente a mantenerse confinado y se intenta identificar a los contactos.

El Consejo de la OMC (Organización Médica Colegial) de España y 9 sociedades científicas alertan de que vuelven a aumentar los ingresos y casos graves por Covid-19 y piden cambios a las autoridades.

El Consejo Interterritorial acuerda 11 medidas para controlar la Covid-19, como PCR a trabajadores de residencias cuando vuelvan de vacaciones, la restricción del consumo de tabaco en espacios al aire libre y la necesidad de realizar PCR en centros sociosanitarios a todos los ingresos y a trabajadores que vuelvan de sus vacaciones

En cuanto a la hostelería, se recuerda a bares y restaurantes que es necesario mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros tanto en la barra como entre las mesas; se limita el número de comensales a 10 por mesa. También se decreta el cierre de las discotecas, salas de baile y copas y locales con o sin actuaciones musicales en directo y se establece el cierre a la 1 de la madrugada.

 La pandemia está cambiando la educación. La polémica internacional y nacional del regreso a la escuela se va incrementando. En Boston, Estados Unidos, los profesores solicitan el inicio escolar en septiembre de forma remota y esperar hasta que mejore la situación global de la población y sólo cuando sea seguro. En Massachusetts, los distritos escolares están finalizando sus planes de reapertura de escuelas, decidiendo si darán la bienvenida a los estudiantes al aula o comenzarán el año de forma remota. Cada distrito escolar creará un borrador de planes de reapertura para tres escenarios: una experiencia en la escuela, un enfoque completamente remoto y un plan híbrido entre los dos. El Comité escolar ha de votar sobre el escenario más adecuado para el plan de reapertura, donde las familias deciden sobre el camino a seguir, tras conocer los planes, que incluso son publicados en los medios de comunicación. En España no ocurre lo mismo.  El Protocolo del Ministerio de Educación establece: Limitación de contactos (2 metros de distancia social, grupos de convivencia cercana, higiene de manos, ventilación frecuente, gestión adecuada ante un caso.

 Se plantean las denominadas capsulas de aprendizaje o “microescuelas” a domicilio, como nueva tendencia para los escolares, donde los padres contratan a maestros a domicilio en pequeños grupos, en Estados Unidos.


lunes, 10 de agosto de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(4)

 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(4) Dominical Diario de Ferrol, 09/08/2020, página 13- 37


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XV): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(4)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

   La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.



 El mes de agosto sigue con la exposición informativa de los rebrotes en más de 30 provincias de España (se superan los 500 focos), disparándose los positivos y aumentando las hospitalizaciones. Los repuntes se siguen con afán y reflejan la impresión de la enorme diversidad local, con algunos confinamientos selectivos y continuando la reseña general de la irresponsabilidad del comportamiento de parte de la población, por no adoptar las medidas de prevención. Las personas rastreadoras de la transmisión del virus son consideradas insuficientes para el más completo seguimiento del problema, que denota dificultades de desarrollo del análisis de casos existentes, que siguen multiplicándose de forma preocupante. Un poco tardía, pero ya está preparada la aplicación tecnológica de la app “Radarcovid activo” del Ministerio de Sanidad, que pretende aumentar al doble la eficacia de los rastreadores. Se considera exigible la detección del 80% de contactos de afectados, facilitando el aislamiento para casos positivos y sus contactos.  Persiste la tensión de las costuras del binomio salud y economía, con gran presión del sector del turismo, destacando gremios nocturnos afectados, bares y discotecas o terrazas fatídicas con usuarios sin mascarillas de forma prolongada, así como algunas empresas de riesgo como los mataderos, empresas hortofrutícolas, y vergonzoso brote en trabajadores inmigrantes temporeros con viviendas deplorables. Las reuniones familiares siguen siendo objeto de riesgo en la transmisión del coronavirus. Los lugares cerrados, concurridos y poco ventilados, facilitan la infectividad de los contagiadores. Las visitas vacacionales siguen siendo un motivo de focos de transmisión. Vuelve a aparecer la amenaza del COVID-19 en algunas residencias de mayores.

Expertos nacionales en salud pública y epidemiología, piden que haya una evaluación independiente y externa de la gestión de la crisis del COVID-19, tanto del gobierno como de las Comunidades Autónomas. El análisis imparcial y el examen independiente de los fallos parece requerir de profesionales expertos independientes.

 La polémica del regreso a la escuela persiste tanto a nivel internacional como nacional y provoca tensión en los casi 8 millones de estudiantes españoles, profesorado y familias. La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) considera que el cierre de las escuelas conlleva altos costes sociales y económicos para las personas de diferentes comunidades, siendo mayor el impacto en las niñas y los niños más vulnerables y marginados, afectando a sus oportunidades de crecimiento y desarrollo. También afecta al profesorado, que ha de enfrentarse a la aplicación de nuevos métodos de enseñanza tecnológica y a la estabilidad de su puesto de trabajo, en ocasiones ligado al cierre de la escuela, incrementando las dificultades de apoyo a la enseñanza en el domicilio por parte de padres y madres.

 A toda la sociedad le preocupa el regreso seguro a la escuela, así como la forma de hacerlos y si el sistema educativo posee las fórmulas preventivas adecuadas. Se considera fundamental la práctica de comportamientos preventivos en la escuela y la comunidad educativa, que apoyará la reapertura segura de las escuelas y su contribución a que las escuelas permanezcan abiertas, según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos. Existen protocolos detallados para la reapertura de los colegios. Los expertos consideran que la vuelta al cole en otoño ha de ser siguiendo las pautas del sentido común, evaluando la situación territorial local de propagación del virus en la población y siguiendo todas las medidas exigibles de prevención en toda la comunidad. Es exigible la protección de los más vulnerables, que abarcaría a niños y niñas, personal de más edad y aquellas personas que tengan problemas de salud que implique alto riesgo de exposición al coronavirus. Se cuestiona el regreso a la escuela de estos grupos, salvo que exista baja o ninguna transmisión en la comunidad. Se facilitaría la educación remota hasta la normalización de la situación.

 Se considera la reducción del riesgo, siempre que sea posible, adoptando medidas relacionadas con la disminución de la exposición de superficies, regulación de comidas en el colegio, restricciones de capacidad en lugares específicos, mayor uso de espacios al aire libre guardando las medidas de prevención. Asimismo, se debe mantener el virus fuera del recinto del colegio, prohibiéndose visitas no esenciales y exigiendo medidas estrictas en caso de visitas necesarias. Fomentar el uso de la mascarilla y el lavado de manos. Evitar la socialización amplia de grupos en el colegio. La clase al aire libre es la más segura y es importante reducir la ocupación en los interiores.

 La implementación de nuevos protocolos de salud y seguridad en los colegios será la novedad de la vuelta al colegio, que debería incluir la desinfección de los autobuses y medidas de prevención, el incremento de la limpieza en el colegio de forma rutinaria, teniendo siempre presente la posibilidad de aparición de casos de coronavirus en las escuelas e incluso prever el cierre de las escuelas en caso de brotes o propagación explosiva en la comunidad. La comunidad escolar se enfrentará a un gran reto que exigirán rigurosos protocolos de prevención.


lunes, 3 de agosto de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XIV): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(3)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XIV): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(3) Dominical Diario de Ferrol Nordesía, día 02/08/2020, página 13, 37


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XIV): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19 (3)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

  La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.

 Todo el mes de julio ha sido motivo de la búsqueda informativa de rebrotes (se han superado más de 480 en España) y a la búsqueda de signos de predicción de una segunda oleada de la crisis del coronavirus. Aunque una segunda oleada requiere, desde el punto de vista epidemiológico, de la transmisión comunitaria generalizada. Aumenta el número de contagios diarios y de casos importados en las comunidades donde predominan las visitas vacacionales. La mascarilla se impone en todas las Comunidades y quizás sea la hora de recordar que las mascarillas quirúrgicas, las recomendadas para la población general, están destinadas a evitar la proyección hacia el entorno de las gotas emitidas por la persona que usa la máscara. También protege al usuario contra las proyecciones de gotas emitidas por una persona opuesta. Pero, no protege contra la inhalación de partículas muy pequeñas suspendidas en el aire. Si se confirma la persistencia de los aerosoles en el aire, habrá que adoptar las medidas pertinentes, como el uso de otro tipo de mascarillas como las FFP2 o mascarillas de nuevo diseño con más garantías de preservación del contagio por coronavirus.

 Los jóvenes empiezan a ser señalados como propagadores de la transmisión del virus, observándose un incremento de ingresos hospitalarios de adultos jóvenes. Se empieza a moralizar en exceso y hasta se les culpa de ser responsables del deterioro de la economía y del trabajo futuro, por su actitud insolidaria e irresponsable.  El binomio salud y economía, vuelve a estar presente, tensionando las costuras de la nueva normalidad.   Paradójicamente, las residencias de mayores conminan a sus clientes a reingresar, con riesgo de perder su plaza residencial, pero parecen tener miedo junto a sus familias, ante los lúgubres resultados del pasado.

 Se inicia la polémica del regreso a la escuela en el otoño. Investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, han realizado nuevas estimaciones que brindan una medida aproximada del riesgo que estudiantes y maestros podrían afrontar en cada condado de los Estados Unidos (publicado en The New York Times). Según las tasas de infección, más del 80% de los estadounidenses viven en un condado donde se espera que, al menos, una persona infectada se presente en una escuela de 500 estudiantes y miembros del personal, en la primera semana de clases, si la escuela comenzara hoy. El análisis trata a adultos y niños, con la misma probabilidad de estar infectados. En las áreas de mayor riesgo, se espera que al menos cinco estudiantes o miembros del personal se muestren infectados con el virus en una escuela de 500 personas. Los números reflejan la alta propagación del virus en esas áreas, donde se estima que 1 de cada 70 personas están infectadas. En la ciudad de Nueva York, se considera probable que, en muchas de las 1.800 escuelas de la ciudad, alg


unas aulas e incluso edificios enteros estén cerrados en puntos durante el año escolar. La conclusión lógica es que existirá más riesgo si se vive y estudia en zonas con mayor incidencia de carga viral. El profesorado empieza a inquietarse ante el desconcertante futuro.

MODELO DE CONVIVENCIA EN TERRAZAS Y BARES


El uso inadecuado de las terrazas de los bares puede ser una posibilidad de transmisión del coronavirus. En Alemania, el simple gesto de compartir un salero generó un brote de contagios.

  Nunca debemos olvidar que el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad y el lavado de manos ha de formar parte de nuestro ADN social. Nuevas normas de higiene contrastarán con nuestros hábitos sociales, como la imposibilidad de compartir platos entre todos los comensales, con tapas individuales, sin servilletas, saleros, palilleros, aceiteras, vinagreras, que han de ser retirados para reducir el riesgo de propagación del virus. Las cartas se sustituyen por códigos que podremos utilizar para observar el menú en el móvil.

 Para entrar en los bares, las medidas son diferentes, dependiendo de los protocolos de hostelería establecidos. Nos podemos encontrar con una alfombrilla desinfectante a la entrada, para limpiar el calzado. Gel hidroalcohólico accesible en todo el establecimiento para lavado de manos. Nos pueden pedir la introducción de objetos personales en bolsas (como bolsos) para evitar la contaminación del establecimiento. Colocación del abrigo y otras prendas de ropa alejadas de otras personas. Medir la temperatura no es de utilidad, porque gran parte de las personas que pueden transmitir el virus, no presentan síntomas previos de la enfermedad. Se debate la utilidad de arcos desinfectantes para entrar en el local.

 Las mesas deben estar colocadas preservando la distancia de seguridad establecida, sin montar, con objeto de evitar la contaminación de manteles, servilletas y cubiertos. En algunos establecimientos existen mamparas transparentes de separación entre mesas, aunque no está clara su efectividad.

 Los profesionales que sirven en terrazas y bares deberán llevar colocadas las mascarillas, adoptando las medidas de higiene adecuadas en todo momento.

 El pago del servicio es recomendable realizarlo a distancia, con tarjeta o aplicaciones para el teléfono, procurando evitar la manipulación de monedas y billetes.

 

lunes, 27 de julio de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XIII): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(2)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XIII): MODELOS DE CONVIVENCIA Y COVID-19(2) Página 13-37 Dominical Diario de Ferrol, 26/07/2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XIII):  MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19 (2)
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
  La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.
 Algunos expertos pensaban que el virus SARS-CoV-2 desaparecería de la actualidad informativa, como sucedió con el SARS-CoV-1 o el MERS-CoV, incluso se esperaba que la estacionalidad fuera un factor decisivo para su extinción durante el verano, pero la evolución de la pandemia persiste y el virus continúa propagándose en todos los países con grados diferentes, predominando en Estados Unidos, América del Sur y con rebrotes en Europa. Más de 15,5 millones de casos confirmados y casi 635.000 muertes estimadas, como causa del COVID-19, ponen de manifiesto que, a pesar de las medidas de contención instauradas, la pandemia no está controlada todavía. Los países más adinerados se apresuran a adquirir las posibles vacunas del futuro y los medicamentos de mitigación de la evolución clínica de la enfermedad, en clara inspiración de egoísmo e insolidaridad.
  En España, se han superado los 280 rebrotes, desde la finalización del estado de alarma, y las medidas de contención difieren según las localidades y Comunidades Autónomas, coincidiendo, con alguna excepción, la obligatoriedad del uso de la mascarilla por parte de la población. El COVID-19 ha vuelto a modificar los criterios previos del uso de las máscaras faciales, de cuando se debe usar una mascarilla bajo la imposición de un criterio político-científico, sin haber dado tiempo a dominar cómo colocarse, usar, quitarse y desechar una mascarilla, olvidando que antes de colocarla hay que realizar la higiene de manos con un desinfectante a base de alcohol o agua y jabón. Que hay que cubrir la boca y la nariz con la mascarilla y asegurarse de que no haya espacios entre la cara y la mascarilla. Que hay que evitar tocar la mascarilla mientras se usa y si se hace, se debe realizar la higiene de manos a base de alcohol o con agua y jabón. Que se ha de reemplazar la mascarilla con una nueva, tan pronto como esté húmeda, y no reutilizar las mascarillas de un solo uso. Que para quitarse la mascarilla hay que quitarla por detrás, sin tocar el frente de la mascarilla; desecharla inmediatamente en un contenedor cerrado y realizar la higiene de manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. El asesoramiento sobre el uso de mascarillas en el contexto del COVID-19 ha de ser permanente para hacer frente a los rebrotes.
 MODELO DE CONVIVENCIA FAMILIAR
 Existen diversas guías familiares para hacer frente al COVID-19 y resulta necesario destacar la importancia del impacto familiar que ha supuesto la aparición de un nuevo escenario. La situación actual, de adaptación a los roles post-COVID, requiere establecer un modelo de convivencia familiar compatible con la prevención del coronavirus. Los CDC, Centros para el Control y la Prevención de enfermedades, de Estados Unidos, ofrecen herramientas y consideraciones para operar durante el COVID-19 desde el ámbito familiar. Recomienda realizar un listado de acciones que permitan un plan adaptado a cada familia, manteniendo el contacto con las instituciones locales y con los recursos comunitarios y de proximidad, preparándose para un posible caso de enfermedad, teniendo en cuenta a los miembros del hogar que pueden tener un mayor riesgo de enfermar gravemente, eligiendo una habitación de la casa que pueda usarse para separar a los miembros enfermos del hogar de los demás. Mantener medidas de prevención diarias, como el lavado frecuente de manos, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar. Mantener la distancia social con respecto a otras personas. Quedarse en casa si se está enfermo. Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser y estornudar y echarlo luego a la basura. Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan con frecuencia. Usar mascarilla al salir de casa y medidas de cómo protegerse y proteger a los demás.
 
 El 40% de los rebrotes en España, han tenido relación con el ámbito familiar. Por ello, la Organización Colegial de Enfermería ha editado una interesante guía para las reuniones de familiares y amigos, donde se recomienda que el anfitrión realice un plan previo a la reunión familiar, en relación con mantener la distancia social de 1,5 metros y para elegir espacios al aire libre o con ventilación continua, antes de acudir. Al llegar, se han de evitar los abrazos y besos, ofreciendo gel hidroalcohólico desinfectante al entrar. Siempre, respetando el no celebrar la reunión, si alguno de los invitados o el anfitrión tiene síntomas, mantener el uso de la mascarilla y la distancia de seguridad, siempre que sea posible. Intentar reducir el tiempo de visita lo máximo posible.
 Antes de empezar a comer, sólo una persona pondrá la mesa después de realizar una buena higiene de manos, retirar la mascarilla al sentarse a la mesa y guardarla en un sobre de papel o bolsa de tela individual. Servir los platos de forma individual y no compartir cubiertos al servir. Durante la comida, no compartir ni pasar platos ni vasos. Colocar la mascarilla en la sobremesa nada más terminar de comer, adoptando las medidas adecuadas.


lunes, 20 de julio de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(1)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(1) Dominical Diario de Ferrol, Nordesía, página 11, 35, publicado el día 19/07/2020


 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XII):    MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19 (1)
 Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
 Nunca hubiéramos imaginado que la actual pandemia, de coronavirus COVID-19, sería retransmitida a diario en todos los formatos informativos posibles, con mapeos actualizados en todo el planeta por las universidades y plataformas informativas más prestigiosas, respirando en el día a día la vida y la muerte de las personas, confinadas en muchos países e incrementándose de forma desmesurada el consumo de información.

 Se supone que la sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, junto a medidas de higiene de tipo social. Las normas de convivencia se han convertido en algo asimilable, incluso habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. Todas las personas han contribuido a aplanar la curva epidemiológica del COVID-19 y a evitar el colapso del sistema sanitario, adquiriendo nuevas experiencias ante un virus desconocido. Un mundo cambiante ha transformado el binomio social de salud y economía, intentando conjugar normas y beneficios económicos, a la búsqueda de una nueva normalidad. Finalizado el estado de alarma, se pone en evidencia la flaqueza normativa y la escasa formación de los políticos responsables para adoptar medidas y proponer nuevos modelos de convivencia con el COVID-19. Se empieza a hablar, por parte de los expertos en epidemiología, de la necesidad de disponer de un manual sobre cómo tener una vida en una pandemia que permita una convivencia de bajo riesgo. Los propios medios de comunicación, en la situación actual de rebrotes van a la búsqueda de las personas y colectivos que, supuestamente, vulneran las normas para la convivencia con el coronavirus. La vergüenza pandémica se está convirtiendo en deporte nacional ante los múltiples rebrotes y bajo la ira de una posible segunda oleada de coronavirus que puede poner en peligro a la sociedad. En las redes sociales y los medios de comunicación se ejemplarizan las actitudes colectivas vergonzantes que pueden suponer causa de rebrotes y camino de la temida oleada. A su vez, se esgrimen las consecuencias de la situación de descontrol con datos de afectados por día y muertes acumuladas de la pandemia. Más de 14 millones de casos de coronavirus confirmados y superando las 600.000 muertes, supone el balance actual del impacto del COVID-19. Según The Lancet, el mundo se enfrenta a una pandemia multipolar cada vez más grave. "5 meses después de que la OMS declarara el brote de coronavirus como una emergencia de salud global, el virus continúa batiendo un camino preocupante y complejo". Más de 160.000 casos son reportados cada día, en el planeta, desde el 25 de junio.
  Incluso conocemos con todo detalle los rebrotes surgidos en todos los países, puntos calientes que muestran la presencia constante del coronavirus, estrategias de identificación y búsqueda de casos activos, donde un corresponsal va sumando dato a dato y recordando las medidas de restricción locales o generales. Las vacaciones y los viajes pueden representar un riesgo y todo contribuye a mantener la inseguridad de la población y la actitud de desconfianza ante el visitante o la inestabilidad social futura. Pero, se ha aprendido de otras epidemias, que la vergüenza no elimina el riesgo, sino que puede llevar a la clandestinidad en los comportamientos humanos.
 Las campañas de salud pública que promueven comportamientos de bajo riesgo son más eficaces que las que defienden la eliminación total del riesgo.
 El uso de la mascarilla, como afirmación médica y científica, se ha convertido en motivo de división política y jurídica, va más allá del problema científico y de salud. Una pequeña restricción de nuestras libertades, una herramienta de protección combinada con otras medidas de protección como la distancia social y el lavado de manos puede ralentizar la circulación del virus y evitar medidas más drásticas ya vividas durante el confinamiento. La situación de rebote epidémico, con múltiples brotes localizados, pondrán a prueba la capacidad de la respuesta local y en las Comunidades Autónomas. Las reaperturas derivadas de la necesidad económica van relacionadas con el temor científico al regreso del coronavirus.
 El colectivo de personas con enfermedades cardiovasculares es el más afectado y necesita clarificar su modelo de convivencia con el coronavirus. El virus SARS-CoV-2 puede afectar al miocardio y provocar miocarditis. Un 20% de pacientes hospitalizados tenían daño cardíaco definido clínicamente y afectó fundamentalmente a personas mayores, con una mortalidad elevada. La combinación de historia cardiovascular y alteraciones analíticas de lesión cardiaca define la mayor mortalidad. Es conocida la relación entre las infecciones víricas y las enfermedades coronarias agudas, arritmias o la aparición o empeoramiento de episodios de insuficiencia cardiaca. El COVID-19 es una nueva causa de problemas cardiovasculares.
 Según publica la revista JAMA y la Sociedad Española de Cardiología, la evidencia disponible indica que la edad mayor de 60 años, el sexo masculino y la presencia de comorbilidades son los principales factores asociados a la gravedad del cuadro por COVID-19 y a la mortalidad. La presencia de daño cardiaco, definido por elevación de los niveles de troponina, miocarditis y distrés respiratorio, son otros factores independientes asociados de forma importante con la mortalidad.
 El uso de la mascarilla, el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente y medidas de higiene en domicilio, en los enfermos cardiovasculares, evitando eventos festivos, espacios cerrados y comidas familiares, formarán parte del modelo de convivencia hasta la aparición de una vacuna eficaz.


lunes, 6 de julio de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XI): COVID-19 Y RESIDENCIAS DE MAYORES(4)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XI): COVID-19 Y RESIDENCIAS DE MAYORES(4) SUPLEMENTO DOMINICAL NORDESÍA, DIARIO DE FERROL, 05/07/2020, PÁGINA 11, 35


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XI): COVID-19 Y RESIDENCIAS DE MAYORES (4)
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
 La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, de diciembre del 2000, especifica: Artículo 21.1. Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.
 La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que se deben promover hechos y no información falsa, porque compartir información no verificada durante la pandemia del COVID-19 puede ser peligroso y hacer que nuestra vida sea más confusa, en el marco de una “infodemia masiva”. La UNESCO y la OMS piden combatir la “desinfodemia”, trabajando por la verdad en tiempos del coronavirus COVID-19. Los impactos de la desinformación de COVID-19 son más mortales que la desinformación sobre otros temas, considerando la información como base del conocimiento. La desinformación en línea sobre el COVID-19 se instrumentaliza con fines políticos, racistas, xenofóbicos, sexistas, u otros, y puede polarizar a la gente y fomentar odios -en un momento en que se necesita, más que nunca, la unidad mundial. Se consideran nueve temas clave de la “desinfodemia”: los orígenes y la propagación del coronavirus y de la enfermedad COVID-19, estadísticas falsas y engañosas, impactos económicos, desacreditar a periodistas y a medios de comunicación creíbles, desinformación respecto a la ciencia médica ( síntomas, diagnóstico y tratamiento), impactos sobre la sociedad y el medioambiente, politización, contenido promovido por actores que buscan ganancias fraudulentas y desinformación enfocada en celebridades.
 En el documento técnico del Ministerio de Sanidad, publicado el 5 de marzo, de recomendaciones para residencias de mayores, no figura que los mayores contagiados por COVID-19 no podían acudir al hospital, ni exigía a las residencias que dejaran en sus cuartos a todos los mayores con sintomatología respiratoria aguda. El documento es un protocolo de actuación para residencias de mayores y centros sociosanitarios para el COVID-19, donde se especifican las actuaciones ante contactos y casos de COVID-19 y donde se pide a los centros sociosanitarios que detecten que un residente pueda haber sido contacto de un caso de COVID-19 le indiquen a esta persona «que permanezca en el centro o residencia» y que se lo comuniquen a los servicios de salud pública para que valoren dicha identificación según el procedimiento de actuación.

 Es diferente la interpretación, aplicada en alguna Comunidad Autónoma, como la de Madrid, cuando se ha recibido en centros sociosanitarios y residencias un protocolo de actuación con “criterios de exclusión de derivación hospitalaria” relativos a residentes, tal como han publicado los periodistas de InfoLibre y El País, basados en las evidencias de los documentos originales. Ha surgido la polémica y los grupos políticos luchan entre sí de forma agria, así como se incrementan las demandas judiciales por parte de los familiares afectados por el fallecimiento de su familiar, donde la desinformación y la ausencia de la consulta con los mismos ha primado, en pro de preservar el colapso del sistema sanitario y vulnerando el derecho a la información de las familias afectadas, así como derechos fundamentales de los residentes. Como consecuencia del coronavirus, en muchos países del mundo, se provoca la ruptura repentina de las relaciones familiares, la incapacidad de ayudar a sus seres queridos en sus últimos momentos, así como la prohibición de celebrar funerales, siendo considerados como factores que pueden producir un sentimiento de culpa, al no poder cumplimentar lo más básico de las relaciones humanas. La valoración desigual de la vida de los mayores ha provocado un auténtico colapso en el seno de las familias, donde desde el principio de la pandemia parecía ser un problema exclusivo de las personas mayores, viejas y frágiles.
 La insuficiencia de recursos de la atención médica ha puesto en peligro la vida de los mayores, aunque nunca pareció ser prioritaria, porque no existían condiciones óptimas para superar una pandemia como la del COVID-19. La respuesta social hacia los mayores ha fracasado y se ha hecho con lentitud, pareciendo aceptar la existencia de una ciudadanía de segunda clase.
 Un país avanzado como Canadá, ocupa el primer lugar, entre 16 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), por su elevado número de fallecimientos relacionados con el coronavirus en residencias de mayores. El 81% de las víctimas por COVID-19 en Canadá, se registraron en hogares de cuidado a largo plazo. El promedio de la OCDE es del 42%. Australia, Austria y Eslovenia, que implementaron "medidas de prevención específicas" dirigidas a hogares de ancianos, incluidas las unidades de segregación y la detección amplia de la enfermedad, han registrado "menos infecciones y muertes por COVID-19". Por el contrario, Canadá, como Francia, España y Estados Unidos, Inglaterra, tomaron medidas más limitadas, según el estudio.
 Existen guías internacionales y nacionales que permiten valorar la situación de fragilidad de los mayores. El objetivo es identificar a los pacientes que tienen un mayor riesgo de malos resultados y que pueden no beneficiarse de las intervenciones de cuidados críticos. Los riesgos y beneficios y los resultados probables deben discutirse con los pacientes, cuidadores y las familias utilizando herramientas de apoyo a la toma de decisiones (cuando estén disponibles) para que puedan tomar decisiones informadas sobre su tratamiento siempre que sea posible.
  20.656 personas mayores usuarias de residencias de mayores públicas, concertadas y privadas de toda España han fallecido desde el inicio de la pandemia del COVID-19, según Europa Press.