domingo, 25 de julio de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLVI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (35) 14/03/2021

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLVI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (35)  Publicado en Dominical Diario de Ferrol 14/03/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. El año de la COVID-19 del 2020 y las restricciones.

 Se cumple un año desde el inicio del confinamiento de la pandemia COVID-19, pleno de contrastes e incertidumbres ante un coronavirus desconocido como el SARS-CoV-2, por sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas, pero también de incremento de desigualdades, solidaridad y equidad. Un año donde los sistemas de salud han superado sus costuras propias ante exigencias extremas de una sanidad adaptada a un ecosistema de bonanza y precariedad en investigación y recursos, donde los profesionales de la salud y la población general se han visto totalmente superados, con respuestas políticas inadecuadas a pesar del esfuerzo tecnológico realizado.



El año 2020 ha quedado grabado en el inconsciente colectivo por causa de la pandemia drástica de los últimos cien años. El impacto global de la COVID-19 ha sido profundo y la amenaza para la salud pública que representa es la más grave ocasionada por un virus respiratorio desde la pandemia de gripe H1N1 de 1918. Durante un año toda la población ha vivido día a día información diferente entre países y comunidades, con tasas distintas de letalidad del virus, desde el 0,2 al 7,8%, según las poblaciones y los lugares donde ocurren los hechos fatídicos, con impactantes imágenes de cadáveres trasladados en sus féretros a la puerta de los hospitales, provocando una nueva infoxicación por sobrecarga informativa.

 Se descubre la inexistencia de un Programa Nacional de Prevención y control de Infecciones (PCI). Según la Organización Mundial de la Salud para el funcionamiento de un programa de PCI es crucial disponer de profesionales capacitados y con una dedicación específica en cada establecimiento de atención de salud para pacientes agudos. El programa de PCI nacional debe asegurar que se disponga de las infraestructuras y los suministros necesarios para permitir la ejecución de las directrices en vigor, la asignación de recursos humanos y económicos.  Es evidente que esto no ha ocurrido en nuestro país ni en las Comunidades Autónomas, en su totalidad, y en otros países afectados, como en Estados Unidos donde su presidente recomendaba utilizar bufandas para la protección de la población.

 La dificultad para suministrar mascarillas y equipos de protección personal (EPP) ha sido la principal causa de infección de muchos profesionales de la salud, tanto en hospitales como en centros de salud escaseaban los dispositivos de protección individual para infecciones. Las estrategias de reserva de máscaras han sido muy limitadas ante una posible pandemia. Una nueva cultura de prevención de las infecciones transmisibles ha ocupado parte de la vida cotidiana de la población, significando un curso exigente de aprendizaje a lo largo de un año con el objetivo básico de sobrevivir. La clave para prevenir la transmisión de infecciones a través de las manos (y otras superficies) es la aplicación de procedimientos efectivos de higiene. La descontaminación de las manos puede llevarse a cabo ya sea mediante el lavado de manos con jabón o mediante el uso de desinfectantes para manos sin agua, que logran una reducción logarítmica de la contaminación bacteriana y viral en las manos mediante la eliminación de la contaminación o matando a los organismos in situ. El impacto en la salud de la higiene de manos dentro de una comunidad determinada puede incrementarse mediante el uso de productos y procedimientos, ya sea solos o en secuencia, que maximicen la reducción logarítmica de bacterias y virus en las manos. El ABC de la higiene ha vuelto a ser prioritario. Un lema universal se ha consolidado: “Cualquier persona sin máscara te pone a ti y a tu familia en riesgo”. Dada la disponibilidad actual de mascarillas, se recomendó la máscara quirúrgica, que tiene una eficiencia de filtración por encima del 80%. Una máscara no es un salvoconducto exclusivo para impedir la infección por coronavirus COVID-19 y deben complementarse con las restantes medidas no farmacológicas. Lo importante es ser consciente de que podemos ser portadores sanos o levemente sintomáticos, evitando la propagación del virus que podríamos transmitir sin saberlo.

Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, uno de los lugares con mayor riesgo y elevada mortalidad, en todo el mundo, ha sido el interior de las residencias. Aparte de los análisis de los políticos, es evidente que las personas mayores han sido las víctimas de la infección ocasionada por el virus SARS-CoV-2, reconocida como pandemia por la OMS el 11 de marzo de 2020. Otros países, como Francia, Italia, Canadá, Estados Unidos, han sufrido la misma situación de alarma en las residencias de mayores, bajo la sospecha de que existen más muertes, no registradas como derivadas de la enfermedad vírica y con relatos dramáticos de lo que ha ocurrido en el interior de las residencias.

 Las restricciones derivadas del primer confinamiento provocaron respuestas favorables para la población, las lecciones aprendidas han sido importantes y todo se cifra ahora en la cobertura máxima de las vacunaciones. El año 2020 ha quedado grabado en las mentes de la población con millones de muertes y el atisbo de la enfermedad en cualquier momento, calles vacías, niños y niñas en sus casas y adultos teletrabajando.

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (34) 07/03/2021

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (34) Publicado en Dominical Diario de Ferrol, 07/03/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Lentitud de vacunaciones y polémica por salvar la Semana Santa.

 El panel de control de coronavirus (COVID-19) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, es conmovedor: superados los 115 millones de casos confirmados y más de 2´5 millones de fallecimientos. Se han administrado casi 250 millones de dosis de vacunas. En España se superan los 3 millones de casos confirmados y las 70.000 muertes, al menos un 6,5% de la población total ha recibido una dosis de vacuna contra la COVID-19. En la Unión Europea existe inquietud por causa de la lenta implantación de las vacunaciones, llegando a suspender en Italia el envío de vacunas de AstraZeneca a Australia. Los contratos iniciales no parecen haberse cumplimentado en su totalidad y países como Austria y Dinamarca se dirigen a Israel para obtener apoyo en las vacunaciones y a cambio es posible que se solicite la apertura de embajadas en Jerusalén. El bienestar y la equidad no parecen ser los ejes del equilibrio en algunas políticas. En países más modestos, aparte de no tener vacunas, también sufren la carencia de oxígeno para atender a los enfermos. Países como Nigeria, Egipto, Brasil. México y Perú y de la África subsahariana, sufren escasez de oxígeno en sus hospitales.

 La revista científica Nature confirma la multitud de variantes de coronavirus en los Estados Unidos, pero sin tener clara la amenaza que suponen estas variantes. Se han detectado variantes en Nueva York, Luisiana, Nuevo México, California… Los incrementos de secuenciación están generando más casos relacionados con variantes globales de interés. La incógnita del predominio de las variantes continúa y la clave está en identificar aquellas que evaden parcialmente la inmunidad de las personas. Lo que se confirma es el incremento de número de contagios con estas variantes. Un ejemplo es la variante brasileña, que según un estudio del Imperial College de Londres, realizado por investigadores de Brasil e Inglaterra, dirigidos por Nuno Faria, destaca que dicha variante es entre 1,4 y 2,2 veces más transmisible, favoreciendo su propagación incluso entre personas que ya pasaron la infección por coronavirus de otro linaje. La vigilancia genómica del virus SARS-CoV-2 requiere una estrategia adecuada porque la biología del virus lleva implícita cambios constantes en su genoma a través de mutaciones, por lo que la aparición de variantes es un hecho esperado y no es en sí mismo motivo de preocupación, según describe el informe de “Integración en la secuenciación genómica en la vigilancia del SARS-CoV-2”, de la Comisión de Salud Púbica del Consejo Interterritorial de España. La aparición de variantes que aumenten la transmisibilidad del virus, su virulencia o que escapen a la acción de los anticuerpos neutralizantes generados tras la infección natural o la vacuna, constituyen un problema de salud pública de primer orden que puede repercutir de forma importante en el control de la pandemia. En Brasil, la situación de brotes intensos por causa de una variante desarrollada en las zonas de Manaus y Amazonas es grave, con reinfecciones que preocupan a las autoridades internacionales, agravándose por la relajación de medidas de prevención ante el inicio de las vacunaciones.



 Rastreadores internacionales siguen observando cuáles son las medidas más efectivas dentro de las políticas establecidas para la pandemia y por el momento han descubierto que los toques de queda, las cancelaciones de pequeñas reuniones y el cierre de escuelas, tiendas y restaurantes se encuentran entre las políticas más efectivas, pero declaran la dificultad para la estimación de las intervenciones. Sin datos de seguimiento de los rastreadores no se pueden comparar con calidad los datos de las medidas adoptadas en los países. No bastan las medidas políticas si no están basadas en datos confiables y de seguimiento de los rastreadores científicos, en escenarios hipotéticos de gran presión política y social.

 España ha salido del riesgo alto por la incidencia acumulada del coronavirus y ha pasado a zona de riesgo medio, con el indicador por debajo de 150/100.000, pareciendo haber doblegado la curva de la tercera ola de la pandemia y con diferencias regionales, por lo que algunos políticos han vuelto a plantear la posibilidad de salvar la Semana Santa por causa de la fragilidad de la economía actual. Se han levantado las restricciones de la restauración y las terrazas vuelven a dar colorido a las ciudades. Los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos acaban de comunicar en una sesión informativa la advertencia del vínculo entre la derogación de las medidas de mascarillas, las comidas en interiores de restaurantes y el aumento de casos de coronavirus. Los investigadores encontraron que los condados que abrían restaurantes para comer en el lugar, en el interior o al aire libre, vieron un aumento en las infecciones diarias aproximadamente seis semanas después y un aumento en las tasas de mortalidad por Covid-19 aproximadamente dos meses después. Parece recurrente la polémica sobre los riesgos de la no aplicación de medidas de restricción, pero la realidad se impone y cada día se van incrementando los estudios que lo demuestran. El NY Times ha reproducido el informe.

COBERTURA INFORMATIVAS SOBRE PANDEMIAS(XLIV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (33) 28/02/2021

 COBERTURA INFORMATIVAS SOBRE PANDEMIAS(XLIV): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (33) Publicado en Dominical Diario de Ferrol, 28/02/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Nuevas variantes del virus, vacunas y pasaporte verde de vacunación.

 Se ha identificado una nueva variante del virus SARS-CoV-2 en Nueva York. Conocida como B.1.526, se identificó en el mes de noviembre, evolucionando en el mes de febrero en más de una de cada cuatro muestras tomadas en la ciudad, siendo menos susceptible a la vacuna, aunque los funcionarios de la ciudad de Nueva York reconocen no entender del todo estos aspectos de la transmisión del virus. Según la información publicada en LiveScience existen dos mutaciones de esta variante. No deja de sorprender a los expertos la capacidad del virus para las mutaciones en su evolución natural, de ahí la importancia de las medidas de prevención en los humanos para evitar su propagación y la posibilidad de las mutaciones. Los científicos empiezan a advertir que se debería progresar en las vacunaciones para limitar la aparición de nuevas variantes o más bien de su expansión en la población. En Estados Unidos se ha superado el medio millón de fallecimientos por causa de la COVID-19.


 Tal como habíamos anunciado, el pasaporte de la vacuna COVID-19 se abre camino en varios países europeos y en España parece aceptarse tal posibilidad sin cortapisas. El gobierno de Dinamarca indicó que estaba considerando establecer un certificado de vacunación electrónico para facilitar los viajes dentro y fuera del país. Suecia también considera dicha posibilidad. El certificado de vacunación permitirá a las personas vacunadas tener acceso a eventos deportivos y culturales, así como a restaurantes. En Islandia también siguen estas indicaciones. El problema surgido es cómo lograrán los países nórdicos convencer a la Unión Europea que acepte un pasaporte que constituye un obstáculo a la libertad de circulación de personas. En Europa va ganando terreno la opinión favorable y en España ni se ha


cuestionado la posibilidad de pasaporte verde, ni ética ni legalmente, comparándolo con otros certificados de vacunación existentes con otras enfermedades transmisibles para viajar a países endémicos en determinadas enfermedades, como el caso del certificado de vacunación de la Organización Mundial de la Salud contra la fiebre amarilla exigido en varios países africanos. Los países del sur de Europa consideran la reanudación del turismo internacional como algo vital para evitar el colapso de la economía. De nuevo el binomio economía y salud está presente en la bitácora del destino político, donde el tráfico aéreo transfronterizo ha de ser impulsado lo más inmediatamente posible. Ante la lentitud de la vacunación en varios países europeos, entre los que se encuentra España, la presentación de una prueba PCR parece ser la opción más razonable para plantearse la reanudación del turismo en el próximo verano.

 Según la doctora Joelle M. Abi-Rached del Departamento de Historia de la Ciencia de la Universidad de Harvard “ durante la Conferencia Sanitaria Internacional de 1893, en Dresde, el profesor de Higiene en la Facultad de Medicina de París, Adrien Proust, sugirió que se generalizase el procedimiento del pasaporte sanitario, con el objetivo de localizar a las personas denominadas asintomáticas y aislarlas en caso de que presentaran síntomas, con el objetivo de evitar focos calientes de infecciones”, pero hay que resaltar que las inoculaciones masivas en aquella época no eran posibles. Le Monde señala que en París, la medida supondría un golpe al principio de la libre circulación de personas dentro del espacio Schengen y el sector turístico en Francia también parece estar dividido.

 En España, el número de nuevos casos de COVID-19 está descendiendo, con una incidencia a 14 días de 218 casos por cada 100.000 habitantes, con una gran mejoría de la tercera ola de la pandemia en las Comunidades Autónomas. Se sigue hablando desde la política de alcanzar los 50 casos/100.000 habitantes, una entelequia futurible, pero ya se han relajado las restricciones en todo el país y comprobaremos que ocurrirá en el futuro si no se insiste en la adopción de las medidas preventivas exigibles como la distancia social, lavar las manos con insistencia, el uso de la mascarilla y la buena ventilación en los locales y viviendas. En Galicia ha sorprendido la decisión del gobierno autonómico relacionado con la obligatoriedad de la vacuna y multas de hasta 600.000 euros a las personas que no se vacunen, en caso de infracción muy grave, medida más que controvertida que también parece ser ético y legal para los políticos gallegos que gobiernan. La estrategia nacional de vacunación no contempla la obligatoriedad de la vacunación. La cuestión parece ser cuestionada ética y legalmente, pero sobre todo por la oportunidad de la medida en una Comunidad donde no existe rechazo a la vacunación por parte de la población gallega. Los científicos, en general, opinan que no existen motivos epidemiológicos ni éticos para imponer la obligatoriedad de la vacunación. La justificación de la coacción en la salud pública y las enfermedades infecciosas en particular se encuentra a debate a nivel internacional desde hace mucho tiempo. En la ética de la salud pública, existe un concepto familiar de “alternativa menos restrictiva”, una opción que logra un resultado dado con la menor coerción y restricción de libertad.

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (32) 21/02/2021

 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (32). Publicado en Dominical del Diario de Ferrol, 21/02/2021

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Lecciones aprendidas sobre vacunaciones anti COVID 19 y las disparidades.

 Varios países han establecido una nueva polémica relacionada con la adhesión a un sistema de pasaportes de vacunación, tal como había planteado Israel con el pasaporte verde para viajar las personas vacunadas contra la COVID-19. Se pretende disponer de un certificado validado internacionalmente, condicionando la posibilidad de determinados viajes (lugares culturales, restaurantes, etc.) en caso de haber sido vacunados contra Covid-19.También se empieza a hablar de un pasaporte de vacunación para privilegiados más allá de consideraciones científicas, porque no todas las personas tienen acceso igualitario para vacunarse en los Estados miembros de Europa y  expertos en derecho europeo junto a algunos científicos consideran que podríamos estar ante una discriminación inconstitucional si todos los candidatos a ser vacunados no lo han podido hacer y lo consideran ética y socialmente inaceptable. Las polémicas relacionadas con la pandemia de la COVID-19 se desarrollan con una celeridad única y las controversias resaltan divisiones políticas borrosas que rayan la limitación de libertades básicas. En un futuro inmediato escucharemos argumentos políticos para justificar el pasaporte de vacunación.



 La campaña de vacunación llevada a cabo en Israel pone de manifiesto las disparidades a las que se ven sometidos los países del planeta. Al 6 de febrero de 2021 se había administrado una primera dosis de la vacuna Pfizer/BioNtech al 45,3% de la población total del país frente al 29,7 % de la segunda, siendo las cifras correspondientes para los mayores de 60 años respectivamente 89,9% y 80%. Desde mediados de enero de 2021, tres semanas después del inicio de la vacunación, el número de casos se redujo en torno al 49%, las hospitalizaciones en general un 36% y las relacionadas con formas graves un 29%. En el grupo de 0 a 59 años en el que la vacunación fue tardía, si el número de casos disminuyó en un 10,5%, fue diferente para las hospitalizaciones, cuyo número aumentó globalmente en un 10,5% y en un 32,5% para las relacionadas con formas graves de la enfermedad. Este estudio sugiere que, si se lleva a cabo a toda velocidad a nivel de la población de un país y se dirige primero a los ancianos, una campaña de vacunación con la vacuna adecuada y dosis suficientes puede tener un efecto medible, siempre que tengamos datos fiables y estadísticamente aprovechables. La curva epidémica parece inclinarse con bastante rapidez en los vacunados de forma prioritaria, a juzgar por la disminución del número de casos y hospitalizaciones tres semanas después del inicio de la campaña. Una esperanzadora conclusión sería vacunar rápida y masivamente a la población de un estado, teniendo como prioridad los residentes más frágiles o simplemente los más viejos. De no lograr la inmunidad de grupo, esta estrategia debería reducir el número de formas graves y la presión sobre los hospitales y las unidades de cuidados intensivos.

 Se ha establecido la nueva estrategia de vacunación contra la COVID-19 en España y Galicia, olvidándose de los enfermos crónicos. Es curioso que los gerentes de los hospitales gallegos se encuentren entre las prioridades de vacunación, cuando enfermos que sufren problemas oncológicos severos o enfermedades cardiovasculares graves no tienen prioridad de vacunación. Resulta llamativa la polémica surgida en Francia con el expresidente Sarkozy. El expresidente francés Nicolas Sarkozy recibió en enero la primera dosis de la vacuna contra la covid-19, según reveló el semanario L'Express. El político conservador, de 66 años, se vacunó en el hospital militar de Percy en Clamart. Actualmente solo se pueden vacunar en Francia los mayores de 75 años, el personal médico y las personas con alguna patología que los médicos consideran prioritaria para vacunarse contra el coronavirus.El Diario Oficial de Francia especifica que “personas en muy alto riesgo”  son pacientes con cáncer y enfermedades hematológicas malignas en tratamiento con quimioterapia; con enfermedad renal crónica grave, incluidos los pacientes en diálisis; órganos sólidos trasplantados; trasplantado mediante trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas; padecer múltiples patologías crónicas y presentar al menos dos fallos orgánicos; padecer ciertas enfermedades raras y particularmente en riesgo en caso de infección o padecer trisomía 21. La noticia de la vacunación de Sarkozy saltó en un momento en que muchos franceses mayores de 75 años están teniendo dificultades para conseguir una cita para vacunarse por la falta de plazas disponibles para recibir sus dosis.

 En Estados Unidos se plantea la vacunación de enfermos crónicos con determinadas patologías. La declaración del ACC (Colegio Americano de Cardiología) insta a la priorización de la vacuna COVID-19 para los pacientes con Enfermedades Cardiovasculares de mayor riesgo. Según la Fase 1c de la guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), todos los pacientes de 16 a 64 años con afecciones médicas que aumentan el riesgo de infección grave por COVID-19 deben recibir la vacuna, incluidas afecciones cardíacas, hipertensión, diabetes, obesidad y tabaquismo. Sin embargo, la guía no especifica los diferentes niveles de riesgo entre la variedad de enfermedades cardiovasculares que manejan los cardiólogos. En España y en Galicia no se prevé vacunar enfermos crónicos con prioridad.


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID- 19 (31)

 COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XLII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (31) Publicado en Dominical de Diario de Ferrol,14/02/2021

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Polémicas en la hostelería y la amenaza de las variantes.



 Ha surgido una gran polémica por el fallo judicial del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, TSJPV, relacionado con el cierre de la hostelería en el país vasco. Según el juez no está documentada científicamente la transmisión del virus en la hostelería. Para no caer en disputas entre batas blancas y togas judiciales hispanas, se procederá a una valoración de la polémica en otros países. En Francia, como parte del estado de emergencia sanitaria, se decretó el cierre de los bares y restaurantes desde el 29 de octubre de 2020. En ese contexto, el Sindicato de Oficios e Industrias de la Industria Hotelera (UMIH), solicitó al Consejo de Estado francés la supresión de dicha medida, pero fue rechazada el 8 de diciembre de 2020. La decisión del Consejo de Estado se basó en que, según los comités científicos franceses, los grupos sociales con alta densidad de personas constituyen una de las principales causas de transmisión del covid-19 y que el riesgo de contaminación se agrava cuando las personas permanecen en un espacio durante mucho tiempo. También señala que un estudio científico publicado en la revista Nature, en el mes de noviembre, concluyó que los restaurantes y bares (como hoteles y gimnasios) tenían un riesgo significativamente mayor de transmitir el virus. El juez también observó que todos los hospitales franceses se encuentran actualmente bajo presión, y que un enfoque diferenciado según los territorios para el cierre de bares y restaurantes no permitiría romper la dinámica actual de progresión del virus. Lo mismo se aplica a las medidas menos restrictivas, como el toque de queda, que probablemente no produciría un efecto sobre la salud comparable al esperado por el cierre. Por estas diversas razones, el juez sumario considera que la injerencia en la libertad de comercio e industria no es excesiva, dados los riesgos que corre la población en bares y restaurantes. El Instituto Pasteur de París, en colaboración con el Fondo Nacional del Seguro de Salud(CNAM), Public Health France y el Instituto IPSOS, realizaron el estudio epidemiológico ComCor, cuyo objetivo era identificar los factores sociodemográficos, los lugares frecuentados y los comportamientos asociados con un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2, siendo las comidas compartidas con familiares o amigos, en casa o en un restaurante , las situaciones de mayor riesgo de transmisión del covid, según los resultados iniciales del estudio. En detalle, una primera sección se refiere a 3.400 personas contaminadas por covid y 1.700 no contaminadas en octubre y noviembre. Una comparación de estos dos grupos muestra que frecuentar restaurantes, bares o pabellones deportivos se asoció con un aumento del riesgo, a diferencia del transporte público o las tiendas (comida, ropa, etc.).

 Pocos estudios científicos ilustran específicamente el riesgo de contaminación en bares y restaurantes. El más citado en el debate público fue el realizado por epidemiólogos estadounidenses y publicado a principios de septiembre en el boletín epidemiológico semanal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los adultos con COVID-19 confirmado (casos-pacientes) tenían aproximadamente el doble de probabilidades que los participantes de control de haber informado haber cenado en un restaurante en los 14 días antes de enfermarse. Además de cenar en un restaurante, era más probable que los pacientes informaran haber ido a un bar / cafetería, pero solo cuando el análisis se restringió a los participantes sin contacto cercano con personas con COVID-19 conocido antes del inicio de la enfermedad. Los informes de exposiciones en restaurantes se han relacionado con la circulación del aire. La dirección, la ventilación y la intensidad del flujo de aire pueden afectar la transmisión del virus, incluso si se implementan medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas de acuerdo con las pautas actuales. Las máscaras no se pueden usar de manera efectiva mientras se come y se bebe, mientras que las compras y muchas otras actividades en interiores no excluyen el uso de la máscara.

 La proporción de variantes del coronavirus de la COVID-19 se está incrementando. En todo el mundo se han detectado casi 4.000 mutaciones del genoma del virus SARS-CoV-2 y en España se han registrado 32 variantes. Se acaba de sumar una nueva variante del virus detectada en California, denominada CAL.20C, con tres mutaciones en la proteína S de la espícula del virus, publicado en JAMA el día 11 de febrero, a seguimiento por el hospital Cedars-Sinai, de Los Ángeles, Estados Unidos. El aumento de contagios se atribuye a las variantes más infecciosas, como la británica, sudafricana y brasileña.

 Existe una gran preocupación por causa del elevado número de muertes, 2,38 millones, y con más de 108 millones de personas contagiadas, según los datos de la Universidad John Hopkins. En España existen más de tres millones de casos y 65.000 fallecimientos. La incidencia acumulada de casos en 14 días ha bajado a 500 casos/100.000 en España con un elevado número de muertes en esta semana. Salvar la Semana Santa plantea otra vez la dicotomía salud y economía, atisbándose una futura cuarta ola.

 


sábado, 20 de febrero de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XLI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (30)

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XLI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (30) Publicado en Diario de Ferrol, dominical Nordesía, 07/02/2021 Pag.11/35


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XLI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19 (30)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Incertidumbre de distribución de las vacunas en tercera ola ascendente.



 El debate sobre la distribución de las vacunas y su producción se ha extendido en los últimos días. La vacuna AstraZeneca-Oxford se está probando en Estados Unidos y según publica el NY Times, la compañía tiene un acuerdo para suministrar 300 millones de dosis, mientras que en Europa se sufrirá una reducción del acuerdo inicial de 400 millones de dosis. En España sólo se utilizará dicha vacuna a grupos de edad por debajo de los 55 años, por ser más eficaz. Sobre la vacuna rusa Sputnik V se han publicado los resultados positivos de sus ensayos de fase III, mostrando una alta eficacia superior al 91% contra la COVID-19 sintomática, en el que participaron unas 22.000 personas. La vacuna desarrollada en el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya, en Moscú, consta de dos tipos de adenovirus, cada uno con instrucciones genéticas para la proteína de pico que el SARS.CoV-2 utiliza para adherirse a las células huésped, facilitando el aumento de la respuesta inmunitaria a la vacuna.

 Los científicos han iniciado el análisis del impacto de la COVID-19 en la salud mental como consecuencia de la enorme devastación, tanto económica como social, de la pandemia y como entrada al segundo año de esta. Según la revista científica Nature, en Estados Unidos, se ha observado en diciembre un incremento de síntomas de ansiedad y depresión. El consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha sufrido un aumento considerable y las consultas relacionadas con trastornos de ansiedad se han incrementado un 136% en los meses de abril y mayo del año pasado en Cataluña, relacionados con el confinamiento. Aunque las consultas en centros especializados han disminuido como consecuencia de la menor accesibilidad a las mismas, incrementándose alrededor de un 3% las recetas de ansiolíticos y antidepresivos.

 Preocupantes situaciones sociales empiezan a provocar conflictos colectivos de algunos sectores como la hostelería, derivados de la crisis sanitaria y de las medidas de restricción adoptadas que ponen en peligro la viabilidad económica de los negocios de los hosteleros. Los países adoptan medidas de protección en función de su situación económica y en España el sector sufre precariedad de ayudas oficiales. El binomio economía y salud está rompiendo sus costuras por la cronicidad de la situación de la crisis.

La revista científica Science, destaca el seguimiento, en Dinamarca, de la cepa inglesa del coronavirus B.1.1.7 como causa de la gran pandemia actual. Según los científicos daneses, que están realizando la secuenciación genética del virus en el 70% de los enfermos, consideran que se propaga 1,55 veces más rápido que las variantes anteriores, con crecimiento exponencial. Mejorando, por ahora, con el incremento de las medidas de restricción. También ha publicado la revista científica Nature que la nueva variante inglesa está incrementando el número de muertes, en comparación con las variantes anteriores del coronavirus. Los investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM) publicaron un análisis de los datos, que sugieren un riesgo de morir de alrededor de un 35% más alto para las personas en las que se ha confirmado la infección con la nueva variante. El riesgo es más pronunciado en hombres mayores.

 Las buenas noticias proceden de Israel. Los casos y las admisiones hospitalarias en este país están disminuyendo entre las personas vacunadas de forma clara. Así que el reto ante esta emergencia sanitaria provocada por la pandemia parece estar en la cumplimentación óptima de la vacunación. Las vacunas son necesarias para prevenir la enfermedad Covid-19 y para proteger a las personas que tienen un alto riesgo de complicaciones.  

 Continúan los privilegios malentendidos de algunas personas para vacunarse con antelación a profesionales de salud en primera línea o a grupos de edad de mayores en España. Incluso existen vacaciones de lujo y vacunación COVID con vuelo a Dubái por 50.000 euros. Las agencias internacionales de viajes han ampliado la oferta con viajes a Nueva York y a Florida con vacunación incluida. El turismo de lujo con vacuna empieza a ser tendencia entre las personas adineradas.

 Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del panel de tendencias sobre conversaciones de la población española sobre la COVID-19, destaca en primer lugar todo lo relacionado con la transmisión del virus ( nuevas variantes), seguido del tipo de pruebas del coronavirus, preocupaciones sobre la industria de las vacunas, las medidas personales de prevención, lo referente a la vacuna COVID-19, la reducción de la movilidad y las restricciones, la vulnerabilidad y riesgos demográficos y lo referido a la propagación. Sin duda el coronavirus está presente en nuestras conversaciones a lo largo del día y es la noticia más sobresaliente de los medios de comunicación, contribuyendo al malestar emocional e incrementando la ansiedad en la sociedad.

 En Galicia empieza a disminuir la alta incidencia acumulada de casos, tras una gran presión asistencial con una elevación de ingresos en las UCIs y mayor número de muertes. Hay que extremar las medidas de distancia social, uso de la mascarilla y seguir una higiene y ventilación adecuadas.

lunes, 8 de febrero de 2021

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XL): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19(29)

 

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XL):MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19(29) Publicado en Diario de Ferrol, 31/01/2021, dominical Nordesía, p.11/35

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XL): MODELOS DE CONVIVENCIA CON LA COVID-19(29)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con la COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso limitándose derechos básicos con el objetivo social de controlar la enfermedad. Egoísmo y codicia en vacunaciones, fatiga pandémica de la población.



 La distribución justa y equitativa de prevista por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su plan mundial de las vacunas anti COVID-19 está encontrando dificultades. Los países compiten entre sí a medida que se incrementan los casos de coronavirus con sus variantes y firman sus propios acuerdos de distribución con los fabricantes, surgiendo el denominado nacionalismo de las vacunaciones, ante un bien escaso. Israel asegura que paga un promedio de 47 dólares por persona para las vacunas de Pfizer y Moderna. El Washington Post informaba que Estados Unidos pagaba a Pfizer / BioNTech 19,50 dólares por dosis, mientras que el bloque de 27 países de la UE pagaba 14,76 dólares. Citó los precios de la vacuna Moderna en $ 15 por dosis para los EE. UU. Y $ 18 por dosis para la UE. AstraZeneca parece olvidar que ha de suministrar 400 millones de dosis a la Unión Europea, acuerdo firmado por contrato y después de haber recibido 850 millones de euros, pagados con anterioridad, a 1.78 euros la dosis.  Estados Unidos ha acordado la compra de la vacuna de AstraZeneca por debajo de los 4 dólares la dosis.Los contratos suelen ser opacos en los precios por dosis debido a las cláusulas de confidencialidad. Miles de millones de dólares y euros parecen estar en juego en los próximos meses.

  El gobierno de Israel evaluó qué derechos se otorgarán en los llamados pasaportes verdes, que se emitirán a quienes cumplimenten la vacunación, permitiendo a los titulares el acceso a grandes reuniones y a espacios culturales, e incluso se pretende llegar a acuerdos con otros países para que los portadores del pasaporte verde no sufran las cuarentenas de entrada. Resulta de interés el informe presentado por la empresa de salud israelí KSM Maccabi Research and Innovation, afirmando que se ha apreciado una disminución significativa de las infecciones por coronavirus entre los mayores de 65 años vacunados, encontrando que las hospitalizaciones en el mismo grupo disminuyeron en un 60%. Se ha alcanzado el 30% de la población con la primera dosis de vacunación y han iniciado la vacunación de los adolescentes de 16 a 18 años.

 En España se va incrementando el numero de personas que se saltan las normas de vacunación y afecta fundamentalmente a políticos, responsables sanitarios, militares, religiosos y familiares de los infractores. La arrogancia de estas personas les conduce a la falsa creencia de privilegios inexistentes para vacunarse con prioridad. Todas parecen buscar su pasaporte verde diferenciador de los demás.

 Trabajadores de salud del departamento de salud pública del condado de Josephine, en Oregón, Estados Unidos, quedaron atrapados en una tormenta de nieve, con vacunas a punto de caducar, y lo que hicieron fue buscar conductores que quisieran vacunarse. Afortunadamente la codicia no siempre triunfa y sí la solidaridad. Su fotografía plasmada en twiter muestra el trabajo generoso realizado.

  Los macrodatos de la pandemia, superando los cien millones de casos de contagio y más de dos millones de muertes producidos a lo largo de un año, está llevando a muchas personas al nuevo síndrome denominado fatiga pandémica. El seguimiento puntual, diario, de lo que ocurre a nivel local, nacional e internacional, con la incidencia de casos de la epidemia creciente (En España ronda las 900 personas/100.000), las tasas de ocupación de los hospitales ( con 44% de pacientes COVID en UCI) y las muertes de las personas más próximas,con un impacto económico negativo, está generando desmotivación de la población para cumplimentar las medidas protectoras y de seguridad recomendadas para evitar la COVID-19. Según la OMS, la fatiga epidémica surge tras la cronicidad de las medidas de restricción y requiere un abordaje multisectorial, con cuatro estrategias fundamentales, especificadas en “Pandemic fatigue. Reinvigorating the public to prevent COVID-19” WHO 2020, con el objetivo de mantener y revitalizar el apoyo público a los comportamientos de protección. A mayor avance de la fatiga, mayor estrés, más cansancio, agotamiento y emociones negativas o desagradables, con mayor irritabilidad. Se sugieren 10 acciones como activar el voluntariado y las organizaciones comunitarias a nivel local; analizar en el entorno laboral y social cómo implementar las medidas recomendadas; orientaciones de como vivir la vida al mismo tiempo que se reduce el riesgo; involucrar a todos los sectores para reducir los riesgos en eventos públicos; entender qué medidas pueden ser insoportables a largo plazo, por ejemplo, aislamiento extendido que resulta en la pérdida de empleo o ingresos, modificar o equilibrar tales restricciones con otros medidas (económicas, sociales, psicológicas), teniendo en cuenta el riesgo epidemiológico; llevar a cabo comportamientos recomendados fáciles y económicos (gratuidad de mascarillas y desinfectantes de manos, espacios para interacción social); apelar a la gente en lugar de culparles, asustarles o amenazarles, reconociendo que todos están contribuyendo; ser claros, precisos y predecibles; llevar a cabo evaluaciones cualitativas o estudios cualitativos de población, tomando los hallazgos en serio y usarlos para informar la acción y,  por último, adaptar la comunicación a los grupos que experimentan desmotivación. Pero no parece existir tiempo para prevenir la fatiga pandémica.