lunes, 31 de agosto de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19(7)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(7)  Dominical Diario de Ferrol, Nordesía 30/08/2020, página 11, 35 todoSalud


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON COVID-19 (7)

Carlos Piñeiro Diaz. Médico de familia. Magister Salud Pública. Divulgador científico

 La reapertura del año escolar protagoniza la información y la incertidumbre en la comunidad educativa de todo el mundo, por causa del COVID-19. La sociedad tiene que estar preparada para un año escolar en constante cambio. Probablemente los protocolos y procedimientos implementados al comienzo del año escolar deban cambiar a medida que el nivel de enfermedad puede aumentar en la comunidad.

La doctora Danielle Dooley, pediatra y portavoz de la Academia Estadounidense de Pediatría, ha suscrito con sus palabras la necesidad de ser flexibles y estar preparados para un año en constante cambio, de ahí la variabilidad de los protocolos y procedimientos a aplicar en la escuela, en función del nivel de enfermedad de la comunidad, en relación con el COVID-19.

 La prestigiosa revista JAMA (Asociación Médica Americana) publicó el día 29 de julio de 2020, “COVID-19 y cierre de escuelas”, analizando el cierre de escuelas sufrido en el mes de marzo en los 50 estados americanos de Estados Unidos, en un contexto de cierre de escuelas primaveral de 192 países del mundo, casi 1.600 millones de alumnos. En la población norteamericana, los autores Auger y colaboradores, estimaron que el cierre de escuelas puede haberse asociado con 1,37 millones de casos menos de COVID-19 durante un período de 26 días y 40.600 muertes menos en un período de 16 días. Es importante destacar que se trata de estimaciones.

 La decisión de reabrir las escuelas para la instrucción educativa en persona, durante el otoño de 2020, es uno de los mayores desafíos que Estados Unidos ha enfrentado en generaciones. La decisión tendrá implicaciones de por vida para millones de niños y sus familias. En muchas partes del país se ha convertido en un tema polémico, con los niños, sus familias y los maestros, expresando fuertes opiniones sobre lo que es mejor para ellos. Rara vez ha habido un momento más importante para la discusión abierta y la colaboración con el objeto de alcanzar un consenso sobre la reapertura de las escuelas, al tiempo que se protege la salud y el bienestar de los estudiantes y educadores durante la pandemia de COVID-19 (Donohue and Miller).  

Desde el mes de mayo, se ha consultado con las familias y docentes, cuál sería la modalidad más adecuada: remota, presencial o híbrida y toda la población, a través de los medios de comunicación e instituciones educativas, han podido valorar cada protocolo y procedimiento adoptado y votando la población la modalidad óptima, intentando concurrir hacia la presencial si es posible.



 Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina y otras instituciones académicas, han emitido un informe de estudio de consenso, donde las decisiones han de basarse en la evidencia científica más actualizada sobre el virus SARS-Cov-2 que causa COVID-19, sobre los impactos del cierre de las escuelas en los estudiantes y las familias y sobre las complejidades del funcionamiento de los edificios escolares. El informe brinda orientación sobre la reapertura y el funcionamiento de las escuelas primarias y secundarias para el año escolar 2020-2021.

 Algunos colegios americanos han realizado auditorías de flujo de aire en los edificios para garantizar la salud del edificio para la población escolar y para evaluar qué tipo de aulas necesitan después de completarse la evaluación.

  El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades ha publicado el documento “COVID-19 en niños y el papel de los entornos escolares en la transmisión de COVID-19”, que proporciona  una descripción general de la epidemiología y las características de la enfermedad de COVID-19 en niños (0-18 años) en los países de la UE / EEE y el Reino Unido (Reino Unido), y una evaluación del papel del cuidado infantil ( preescolares; edades 0- <5 años) y entornos educativos (escuelas primarias y secundarias; edades 5-18 años) en la transmisión de COVID-19. Se han documentado muy pocos brotes importantes de COVID-19 en las escuelas, ocurren y pueden ser difíciles de detectar debido a la relativa falta de síntomas en los niños. Las investigaciones de casos identificados en entornos escolares sugieren que la transmisión de niño a niño en las escuelas es poco común y no es la causa principal de la infección por SARS-CoV-2 en niños cuyo inicio de la infección coincide con el período durante el cual asisten a la escuela, particularmente en centros preescolares y escolares. escuelas primarias. Si se aplican medidas de distanciamiento físico e higiene adecuadas, es poco probable que las escuelas sean entornos de propagación más eficaces que otros entornos ocupacionales o de ocio con densidades similares de personas. a evidencia disponible también indica que es poco probable que el cierre de las instituciones educativas y de cuidado infantil sea una medida de control única y eficaz para la transmisión comunitaria de COVID-19 y es poco probable que dichos cierres proporcionen una protección adicional significativa de la salud de los niños, ya que la mayoría desarrolla una forma muy leve de enfermedad. COVID-19, si lo hubiera. Las decisiones sobre las medidas de control en las escuelas y los cierres / aperturas de escuelas deben ser coherentes con las decisiones sobre otras medidas de respuesta de distanciamiento físico y salud pública dentro de la comunidad.

 La influencia de la situación de contagios en la población va a condicionar la opción educativa. Corea del Sur cerró las escuelas de Seúl en medio de un aumento en los casos. Flexibilidad y preparación para un cambio constante es la premisa para la reapertura escolar. 


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