COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XXVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(17) DOMINICAL DIARIO DE FERROL, NORDESÍA, 08/11/2020. Página 11/35
COBERTURA INFORMATIVA
SOBRE PANDEMIAS(XXVIII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(17)
Carlos Piñeiro Diaz,
médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con el
COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado
diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el
lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se
han convertido en reto, incluso habiéndose limitado derechos básicos con el
objetivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. El estado de
alarma sigue su curso.
Las medidas de restricción se van
incrementando en España y en otros países de Europa, como consecuencia de la
denominada segunda ola de la pandemia del virus COVID-19 y el pico de
complicaciones derivadas de la transmisión del virus, con incremento de las
hospitalizaciones y de los ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos.
El cierre de bares y restaurantes en varias
Comunidades Autónomas, incluido en sesenta municipios de Galicia, junto al
toque de queda, que pretenden limitar la movilidad y disminuir los contagios,
ha provocado las protestas del sector hostelero tras haberse adaptado a las
normas de restricción previas. Después de la desescalada. Los contagios en
bares y restaurantes, según datos del Ministerio de Sanidad, representan el
3,4% de todos los que han surgido en España, desde el 25 de mayo hasta el 16 de
octubre. En este período de tiempo contrajeron el virus 930 empleados (1,1%) y
1.827 clientes (2,3%) del total de 80.924 personas infectadas. Las autoridades
sanitarias insisten en atribuir el incremento de los contagios a la interacción
y las relaciones sociales.
Los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, publicaron un estudio en el mes de
septiembre, de cómo contribuyen a la propagación del COVID-19 las exposiciones
comunitarias y de contacto cercano. Los pacientes de casos de COVID-19 tenían
más probabilidades de haber informado que habían cenado en un restaurante
(cualquier área designada por el restaurante, incluido el interior, el patio y
asientos al aire libre) en las dos semanas anteriores al inicio de la
enfermedad que los participantes de control. Restringiendo el análisis a los
participantes sin contacto cercano conocido con una persona con COVID-19
confirmado, los casos de pacientes eran más propensos a informar haber cenado
en un restaurante, o ir a un bar o café , que los de grupo control. Las
exposiciones y actividades en las que el uso de máscaras y el distanciamiento
social son difíciles de mantener, incluido ir a lugares que ofrecen comida o
bebida en el lugar, pueden ser factores de riesgo importantes para adquirir
COVID-19.
La dirección, la ventilación y la intensidad
del flujo de aire, pueden afectar la transmisión del virus, incluso si se
implementan medidas de distanciamiento social y el uso de máscaras de acuerdo
con las pautas actuales. Las mascarillas no se pueden usar de manera efectiva
mientras se come y se bebe.
Continúan realizando esfuerzos estilísticos
verbales los políticos para etiquetar sus medidas de restricción, incluso
retando a los científicos de que muestren estudios que contradigan sus
decisiones. Alguien se ha olvidado de que en una pandemia es muy difícil
disponer de un grupo control que permita cumplimentar la metodología científica
estricta. Respecto a la cuarentena, la evidencia científica es limitada y por
ética se realizan modelizaciones matemáticas que hacen distintas suposiciones
sobre escenarios posibles. Los resultados indican que, de forma consistente, la
cuarentena es importante para reducir la incidencia y la mortalidad durante la
pandemia COVID-19, aunque no existe certeza sobre la magnitud del efecto. Con
el fin de mantener el mejor equilibrio posible de las medidas, los responsables
de tomar decisiones deben monitorizar constantemente el brote y los efectos de
las medidas aplicadas. Este es el resultado del estudio encargado en origen por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que contó con el apoyo de la
Universidad del Danube-Krems de Austria. La OMS, para apoyar sus
recomendaciones sobre la cuarentena, realizó una revisión rápida de la
efectividad de la cuarentena durante los brotes graves de coronavirus. Los
estudios de modelización informaron de forma uniforme del efecto beneficioso de
las medidas de cuarentena simuladas. Por ejemplo, la cuarentena de las personas
expuestas a casos confirmados o sospechosos podría evitar entre el 44% y el 96%
de los casos incidentes y entre el 31% y el 76% de las muertes, en comparación
con ninguna medida, según diferentes escenarios. Cuando los modelos combinaron
la cuarentena con otras medidas de prevención y control, como los cierres de
escuelas, las restricciones de viajes y el distanciamiento social, los modelos
mostraron que podría haber un mayor efecto en la reducción de nuevos casos,
transmisiones y muertes que las medidas sin cuarentena o que ninguna
intervención.
Los casos de coronavirus se siguen
incrementando en las universidades norteamericanas. Muchas universidades
someten al alumnado y profesorado a alto número de pruebas de control, pero en
los colegios universitarios y universidades que no han practicado el
distanciamiento social y las medidas preventivas en un entorno que gira alrededor
de la vida comunitaria, actividades grupales y grandes reuniones sociales, les
ha ido peor y se encuentran afectadas más de 250.000 personas. En España, las
universidades de Granada y de Salamanca se han convertido en nuevos puntos de
contagio, suspendiéndose las clases presenciales en Granada de forma temporal y
también se pusieron en marcha las clases virtuales en la Universidad
Politécnica de Valencia, por causa de una fiesta que provocó 131 infecciones.
En Salamanca también se ha incrementado el número de casos en estudiantes.
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