COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XXI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(10) Dominical Diario de Ferrol, Nordesía, 20/09/2020, página 11- 35
COBERTURA INFORMATIVA
SOBRE PANDEMIAS(XXI): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(10)
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia.
Magister en Salud Pública. Divulgador científico
La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período
de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las
mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece
suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso
habiéndose limitado los derechos básicos con el objetivo colectivo social de
controlar las consecuencias del coronavirus. El rebote epidémico está presente.
Las perspectivas actuales de evolución de la
pandemia por COVID-19 no son halagüeñas. Se han superado los 30 millones y medio
de casos de contagio por el coronavirus en el mundo y se alcanza el millón de
muertes derivadas de la infección vírica. En España se comienza a hablar de una
segunda oleada y algunos políticos huyen de la palabra confinamiento, pero se
llevan a cabo de forma selectiva en poblaciones enteras. En la Comunidad de
Madrid se lleva a cabo el confinamiento selectivo en 37 zonas, afectando a más
de 800.000 personas. Las costuras del
binomio pandemia y economía se empiezan a romper. Las esperanzas siguen puestas
en las vacunas, pero la seguridad de la salud es primordial.
Se ha reanudado la actividad escolar con
carácter presencial y ya empiezan a clausurarse unidades escolares y algunos
colegios en todo el país. Otros países han adoptado medidas desde el verano,
participando toda la comunidad educativa y existe flexibilidad entre la escuela
virtual, híbrida o presencial. En Nueva York se ha retrasado el inicio escolar de
carácter presencial, por la situación de transmisión comunitaria. El plan de la
ciudad de reabrir escuelas en un modelo híbrido, con instrucción presencial y
remota había sido anunciado por la baja tasa de infecciones del verano, pero no
puede llevarse a cabo en la actualidad. Las familias del alumnado viven la
incertidumbre de la situación con preocupación.
Las consideraciones de los CDC (Centros para
el Control y Prevención de Enfermedades), de Estados Unidos, para el
funcionamiento de las escuelas durante la Pandemia del COVID-19 sobre el
espectro de riesgo, implica aplicar un modelo de aprendizaje e implementación
de estrategias de mitigación comprobadas. El riesgo de propagación del COVID-19
en las escuelas aumenta a medida que se va pasando de la instancia virtual a la
híbrida y luego a la presencial. El riesgo más alto se produce cuando: los
estudiantes y maestros tienen solo clases , actividades y eventos con la
modalidad de escuela presencial; los estudiantes se mezclan libremente entre
clases y actividades, compartiendo objetos sin restricciones; cuando los
estudiantes, maestros y otros empleados
no adoptan o no tienen obligación de adoptar medidas para protegerse y proteger
a otras personas, como el uso de las mascarillas, el distanciamiento social y
los hábitos de higiene de manos; y las tareas de limpieza y desinfección de
áreas de contacto frecuente no tienen un cronograma regular. Por fortuna este
escenario no se produce en España. Los riesgos van disminuyendo si el personal
del colegio y el alumnado adopta las medidas de protección, las tareas de
higiene y desinfección funcionan con cronograma regular y las modalidades de
exposición van disminuyendo con el paso de modalidad híbrida hasta llegar a la
modalidad virtual.
Se recomienda disponer de Planes de
Operaciones de Emergencia, desarrollando un protocolo para monitorear los datos
del COVID-19 a nivel local, en su comunidad, para tomar decisiones acerca de
los cambios en las estrategias de mitigación y ayudar a determinar si podrían
ser necesarios los cierres de las escuelas. Se han establecido indicadores de
ayuda dinámica para las escuelas, que reflejan los límites de los CDC con
respecto al riesgo de introducción y transmisión del COVID-19 en las escuelas.
En relación con las medidas de ventilación de
la escuela, se debe considerar la mejora o la actualización del sistema de
ventilación y adoptar otras medidas para aumentar la circulación de aire puro y
reducir posibles contaminantes en la escuela. Las recomendaciones se basan en
la Guía de operaciones en edificios durante la pandemia del COVID-19 de la
American Society of Heating, Refrigeration and Air-Conditioning Engineers
(ASHRAE) con guías específicas sobre directrices para escuelas y universidades.
Las medidas de mejora incluyen el aumento de la ventilación exterior, con
cautela en las zonas de contaminación y si las condiciones climáticas lo
permiten, se aumenta el ingreso de aire fresco del exterior abriendo ventanas y
puertas, valorando los riesgos de salud o seguridad en cada caso. El uso de
ventiladores para potenciar la efectividad de las ventanas abiertas es
factible, pero exige una colocación estratégica de los ventiladores en modo de
extractor, sin generar grandes corrientes de aire en las habitaciones. Se debe
reducir la ocupación en las áreas en las que no se puede aumentar la
ventilación exterior. Hay que garantizar que los sistemas de ventilación
funcionen correctamente y propicien una calidad de aire aceptable en el
interior, de acuerdo con el nivel de ocupación de cada espacio. Siempre que sea
posible, aumentar el flujo de aire en los espacios ocupados. El HVAC (que
engloba la ventilación, calefacción y aire acondicionado) exige unas normas de
evaluación y seguimiento exhaustivo y hay que garantizar que los extractores de
aire de los baños funcionen con capacidad total cuando la escuela está ocupada.
Un sistema de ventilación/filtración de partículas de alta eficiencia,
portátiles, pueden ayudar a optimizar la purificación del aire, en áreas de riesgo
más alto. Nada debe quedar para la
improvisación y hay que seguir planes y cronogramas elaborados previamente.
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