COBERTURA INFORMATIVA(9) SOBRE PANDEMIAS(XX): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19 Dominical Diario de Ferrol, Nordesía. 13/09/2020. Página 11/ 35
COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XX):
MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(9)
Carlos Piñeiro Diaz.
Médico de familia. Magister Salud Pública. Divulgador científico
La reapertura del año
escolar protagoniza la información y la incertidumbre en la comunidad educativa
de todo el mundo, por causa del COVID-19. La sociedad tiene que estar preparada
para un año escolar en constante cambio. Probablemente los protocolos y procedimientos
implementados al comienzo del año escolar deban cambiar a medida que el nivel
de enfermedad puede aumentar en la comunidad.
La Academia Americana de Pediatría y la
Asociación de Hospitales de Niños, informaron en la primera semana de septiembre
sobre los casos infantiles de COVID-19 en Estados Unidos. Aunque los niños
representaron sólo el 9,8% de todos los casos en los Estados que informaron de
casos por edad, más de medio millón de niños han dado positivo por COVID-19
desde el inicio de la pandemia. Los datos disponibles indicaron que la
hospitalización y muertes asociadas a COVID-19, son poco comunes en niños. La
tasa general de casos infantiles en Estados Unidos es de 680 casos por cada
100.000 niños de la población. Los niños representaron de 0 a 0,3% de todas las
muertes por COVID-19 y 18 estados informaron de cero muertes infantiles. Han
fallecido 103 niños, según el informe. Un hito sombrío, tal como lo califica la
Academia Americana de Pediatría. La mayoría de los expertos considera que las
escuelas deben reabrir solo si las tasas de positividad son inferiores al 5 por
ciento. Las infecciones entre los niños y las niñas en edad escolar, en Estados
Unidos, han aumentado un 34 por ciento desde la reapertura de las escuelas en
Florida desde hace un mes.
En todas las escuelas del mundo se están
adoptando las medidas de prevención del COVID-19. Las modificaciones adoptadas
son de vértigo e incertidumbre, surgiendo casos de contagio en el profesorado y
en alumnado, cerrándose inicialmente algunas aulas para adoptar la cuarentena
obligada. La Xunta de Galicia ha retrasado el inicio del curso escolar en
Secundaria, Bachillerato y FP, hasta el 23 de septiembre por falta de tiempo
para aplicar los protocolos, con carencias de profesores y dificultades de
espacios para aplicar los procedimientos, así como la aplicación de mamparas de
metacrilato. Los planes de adaptación escolar en la
pandemia del COVID-19 provocan cambios y modificaciones temporales en la
organización y funcionamiento de los colegios. Los programas de acogida
especifican las nuevas normas modificando los horarios de entrada y de salida,
los horarios de recreo y espacios distribuidos por zonas, con regulaciones de
guardias de entrada, limitando el acompañamiento a una persona por alumno en el
recinto escolar, provocando redistribuciones de los espacios para
transformarlos en aulas, que no siempre reúnen las condiciones idóneas. Las
actuaciones de prevención, higiene y protección son fundamentales también en el
ámbito escolar, de aplicación compleja: evitando las aglomeraciones, en
relación con entradas y salidas del alumnado, rutas de acceso a las aulas, la
distribución en recreos; mantener el distanciamiento social, en la distribución
de las mesas del aula y para evitar el contacto físico; compromiso de
responsabilidad individual del profesorado y de las familias para control de
síntomas de sus hijos e hijas, controlando la temperatura, la presencia de tos
seca, dificultad respiratoria, pérdida de olfato o gusto, dolor muscular, fatiga
severa o diarrea. Las medidas de higiene del centro, personal y rutinas
específicas son exigentes.
En Galicia
se abordan medidas selectivas de confinamiento territorial, en función del
incremento del número de contagios, siendo las reuniones sociales uno de los
mayores focos de transmisión del coronavirus en 15 municipios. Un común
denominador es la afectación de grupos de edades bajas, de 10 a 34 años, según
se publica en el DOGA esta semana.
En cada
Comunidad Autónoma y en cada municipio, en cada colegio, se esmeran para
disponer del mejor sistema de prevención en la escuela.
Coinciden, en toda Europa, las medidas de
prevención generales en protocolos y procedimientos, distancia de seguridad en
las aulas, uso de mascarillas, lavarse las manos o aplicar desinfectante y
organización de la circulación de entradas y salidas al colegio, destacando la
ventilación interior de los colegios y la formación de grupos burbuja (grupos
de convivencia estables). Predomina la forma presencial en las aperturas de las
aulas. En España se practica el cierre selectivo de aulas, por el momento y se
barajan todos los escenarios posibles. En Cataluña, si se producen más de dos
casos positivos en grupos de convivencia distintos, se procedería al cierre del
centro escolar, los niños estarían recluidos en cuarentena en sus casas durante
14 días y seguirá abierta la cocina para facilitar comidas para familias
vulnerables.
El cierre de aulas y de escuelas, evoluciona
en los distintos países europeos. En Francia han cerrado más de 20 escuelas, de
un total de 60.000 centros escolares, y solo si se aplica un protocolo de
cierre si hay más de tres casos de contagio, en un contexto de valoración de
cada colegio y cada caso.
En Portugal se están aplicando las medidas de
contingencia, endurecidas en las proximidades de las zonas escolares, en un
posible escenario en el perímetro escolar de 300 metros, donde se adoptarán
medidas en la zona de restauración de los centros comerciales y en los
restaurantes y bares, donde no podrán juntarse más de cuatro personas. Se
adoptan medidas para evitar el contagio infantil en el recorrido del camino
escolar. El periódico New York Times en
su sección diaria sobre la vuelta al colegio califica los acontecimientos
escolares en plena pandemia COVID-19 como cambios sísmicos.
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