lunes, 9 de marzo de 2020

REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA


REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA página 11-39 Dominical de Diario de Ferrol 08-03-2020



REHABILITACIÓN CARDIACA NECESARIA
Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Presidente de AMICOR
 Según la OMS, “la rehabilitación cardiaca (RC) es un conjunto de actividades necesarias para asegurar a las personas afectas de cardiopatías una condición física, mental y social óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como les sea posible en la sociedad” (año 1964). Hospitales universitarios como el de Ferrol y A Coruña no disponen de RC.
 La cardiopatía isquémica es la primera causa de mortalidad en España, provocando un elevado coste económico social y un deterioro importante de la calidad de vida de las personas afectadas. Las guías de práctica clínica internacionales recomiendan sistemáticamente que los pacientes con enfermedades cardiacas participen en los programas de RC para la prevención secundaria integral, con máxima evidencia, según el registro COCHRANE realizado en 2019. Pero, a pesar de todas las valoraciones positivas y necesarias, sólo una pequeña parte de los pacientes cardiacos (uno de cada doce) tienen accesibilidad a la RC. En nuestro país, según la Sociedad Española de Cardiología, las causas de la baja incorporación a la RC son varias: todavía existen muchos centros que no disponen de oferta de RC para su población, como sucede en los hospitales universitarios de Ferrol y de A Coruña, esperando que en el futuro puedan crearse estas unidades, en colaboración con la Atención Primaria y los grupos de apoyo o asociaciones de enfermos del corazón. Sigue existiendo, en general, un bajo apoyo en las administraciones y de los servicios para dotar del personal y material indispensables para la oferta de programas de rehabilitación cardiaca. Los programas de rehabilitación cardiaca son sistemas terapéuticos multifactoriales destinados a personas que padecen enfermedades del corazón. Con la práctica de ejercicio físico programado y la actuación sobre los factores de riesgo cardiovascular, se consigue un enlentecimiento en la progresión de la arteriosclerosis y una disminución de nuevos episodios coronarios, así como del número de hospitalizaciones y de la mortalidad por cardiopatía isquémica, mejorando tanto la sensación de bienestar como la reinserción sociolaboral.
 Las enfermedades que pueden mejorar con la RC son: la angina de pecho, tras infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, después de una cirugía cardiaca, tras un trasplante de corazón, en personas mayores de 45 años con 2 o más factores de riesgo cardiovascular, tras angioplastia con o sin stent, pacientes portadores de marcapasos, enfermedad cardiaca congénita, arritmias, enfermedad cardiaca reumática, entre otras.  
 El momento en que se debe iniciar una RC surge con la denominada Fase I: fase de ingreso hospitalario dirigida a no perder masa muscular o elasticidad con el reposo. Se intenta que sea corta, con movilizaciones tempranas, apoyo psicológico al paciente y a su entorno familiar.
 La Fase II: Periodo más importante de la rehabilitación y se inicia tras el alta hospitalaria comprendiendo los dos primeros meses.
 Se procede a programar el nivel de ejercicio de cada paciente según sus características clínicas y prueba de esfuerzo, intentando evitar complicaciones. Se introducen los conocimientos que sobre la enfermedad deben tener, los métodos para control de los factores de riesgo en sus vertientes alimenticias, psicológicas y físicas. Así mismo se debe incluir conocimientos sobre actuaciones de emergencias (RCP, DEA, tratamiento con nitritos, etc.)
La Fase III: Debe durar toda la vida del paciente. Intenta una reintegración del paciente a su entorno socio-laboral y familiar. Se debe continuar con el programa aprendido, siendo controlado periódicamente por unidades de apoyo multidisciplinarias (Médicos de cabecera, cardiólogos, psicólogos, fisioterapeutas, dietistas, etc.). Se realizan de forma ambulatoria, y se deben integrar en centros deportivos tanto públicos como privados.
 Muchos profesionales cualificados forman parte del equipo de rehabilitación cardiaca, incluyendo algunos o todos de los siguientes:  Cardiólogo, médico rehabilitador, enfermería/DUE de rehabilitación, psicólogo o psiquiatra, fisioterapeuta, dietista, terapeuta ocupacional, trabajadora social, médico de familia.
En Galicia existen cuatro unidades de RC en el Servicio Gallego de Salud. La Unidad más antigua es la del Lugo, contando con nuevas instalaciones en el hospital Lucus Augusti. La nueva área dispone de 9 puestos de rehabilitación, áreas de consulta, sala de pruebas de esfuerzo y ergoespirometría, vestuarios con ducha y sala de espera. Un equipo multidisciplinar supervisa el programa, dirigido por una cardióloga, la doctora Eva Pereira.
                                              Imagen de Unidad de RC del HULA (Lugo)
 La Unidad de RC del Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo, ha sido ampliada recientemente, para atender 200 pacientes cada año. La cardióloga, doctora Marisol Bravo, es la responsable de la unidad de RC y coordina a un equipo multidisciplinar muy completo formado por una enfermera de cardiología, un fisioterapeuta, un médico rehabilitador, una nutricionista, una farmacéutica, una psicóloga, un urólogo, una secretaria y una trabajadora social
 La unidad de RC del Hospital Universitario de Santiago, está dirigida por el cardiólogo doctor Carlos Peña, con un Programa Multidisciplinar de Rehabilitación Cardiaca de la sanidad pública compostelana habiendo valorado a más de 2.000 pacientes desde su puesta en marcha en 2015.  Colabora con una unidad de RC en el centro de salud de A Estrada, con pacientes de bajo riesgo. En el Clínico han conseguido reducir la morbimortalidad en un 25 % entre los pacientes que sufrieron algún episodio cardíaco. En el área compostelana, el hospital comarcal de Barbanza dispone de una pequeña unidad de RC para una población de 60000 habitantes.
 Para evitar la desigualdad social y que el peso del código postal de los pacientes gallegos sea el mayor factor de desequilibrio territorial, es exigible y necesario que todos los hospitales gallegos dispongan de unidades de rehabilitación cardiaca, bien dotadas de recursos técnicos y humanos.






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