DIETA, CIENCIA Y SALUD Diario de Ferrol, Nordesía Página 8-36 SUPLEMENTO DOMINICAL 09-02-2020
DIETA, CIENCIA Y
SALUD
Carlos Piñeiro Diaz,
médico centro de salud de Narón. Magister Salud Pública
Los patrones
dietéticos saludables juegan un papel importante en la prevención de
enfermedades crónicas; un patrón dietético saludable (también denominado patrón
prudente), se caracteriza por una alta ingesta de verduras, frutas, pescado, panes
integrales, carnes blancas y una baja ingesta de carne roja, alta en grasas y
granos refinados, contribuye a reducir las enfermedades cardiovasculares y la
mortalidad total.
Nunca debemos olvidar
que mantener un estilo de vida saludable, con una dieta adecuada, realizando
ejercicio físico diario, con consumo moderado de alcohol, no fumar y con
control del sobrepeso, está asociado a una mayor esperanza de vida desde la
mediana edad, pudiendo añadir hasta 10 años adicionales de vida libre de enfermedades.
Los factores de estilo de vida modificables, como el tabaquismo, la actividad
física, el consumo de alcohol, el peso corporal y la calidad de la dieta,
afectan tanto a la esperanza de vida total como a la incidencia de enfermedades
crónicas. Las políticas públicas para mejorar la alimentación y el entorno
físico que conducen a la adopción de una dieta y un estilo de vida saludables,
son fundamentales para alcanzar la esperanza de vida libre de enfermedades
crónicas.
Múltiples estudios
científicos resaltan las virtudes de la dieta saludable. Las personas que
siguen una dieta occidental, basada en alto consumo de carne roja y procesada,
comida frita, cereales refinados y lácteos riscos en grasa, son tres veces más
propensas a desarrollar degeneración macular asociada a la edad (DMAE), según
los resultados de un estudio de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos). La
degeneración macular asociada a la edad, es la principal causa de ceguera
irreversible y grave pérdida de visión, podría afectar a 77 millones de
europeos en 2050.
Un grupo de
investigadores del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), adscrito a la
Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha
demostrado que una dieta saludable ralentiza el envejecimiento celular. El
consumo de alimentos con un alto contenido de antioxidantes, como los frutos
secos y el café, se ha asociado a telómeros más largos, si bien se ha visto que
un alto consumo de bebidas azucaradas parece estar relacionado con telómeros
más cortos. Dietas saludables, que incluyen alto contenido en frutas, verduras,
frutos secos, entre otros alimentos, fuente de antioxidantes, se asociaron a
menor acortamiento de los telómeros. La longitud de los telómeros, en los
extremos del DNA, guarda relación con el reloj molecular del envejecimiento del
organismo, si se produce el acortamiento de estos.
Las dietas saludables
se asocian con una menor pérdida auditiva, según investigadores del Brigham and
Women´s Hospital de Boston (Estados Unidos).
Las dietas que
reemplazan la carne roja por proteínas, especialmente las saludables (vegetales
de alta calidad, como las legumbres, soja y frutos secos, dan lugar a niveles
más bajos de colesterol total y LDL en comparación con las dietas con carne
roja), conducen a una reducción en los factores de riesgo de enfermedad
cardiovascular, según ha demostrado un estudio de la Universidad de Harvard. Un
mayor consumo de carne roja, especialmente la procesada, se asocia a un mayor
riesgo de diabetes tipo II, enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer,
incluidos los de colon y recto, y muerte prematura. Este es el primer estudio
longitudinal que examina cómo los cambios en el consumo de carne roja, a lo
largo del tiempo, pueden influir en el riesgo de muerte prematura. Comer dos raciones por semana de carne roja,
carne procesada o aves de corral, se relaciona con un riesgo un 3-7% mayor de
enfermedad cardiovacular y un 3% de muerte por cualquier causa, según un nuevo
estudio de la Northwestwen Medicine y la Cornell University, publicado en JAMA
Internal Medicine.
Las zonas que tienen
un mayor número de restaurantes de comida rápida, registran más infartos de
miocardio entre sus habitantes, según una investigación presentada en la 67ª
Reunión Científica Anual de la Sociedad Cardiaca de Australia y Nueva Zelanda,
celebrada en Adelaida. La investigación ha estimado que por cada restaurante
más de comida rápida, se producen 4 infartos de miocardio más por cada 100.000 personas
al año.
La dieta mediterránea
hipocalórica ( una dieta con aceite de oliva virgen extra para cocinar, aliñar
las ensaladas y en el pan; tres o más
piezas de fruta al día; dos o más raciones de verduras y hortalizas al día, una
de ellas en ensalada ; reducir a una ración diaria o menos de pan blanco; cinco
raciones o más por semana , repartidas entre pan integral, arroz integral y
pasta integral; reducir a una ración semanal o menos la carne roja,
hamburguesas y productos cárnicos procesados; y a menos de una ración semanal
la mantequilla, margarina o nata; beber menos de una bebida azucarada o zumo de
fruta azucarado a la semana; tres o más raciones de legumbres por semana; tres
o más raciones de pescado por semana; reducir a menos de tres veces por semana
las raciones de pasta no integral o arroz blanco y beber vino con moderación;
tres o más raciones de pescado o marisco; y tres o más raciones de frutos secos
a la semana. Consumo preferentemente de pollo, pavo o conejo en lugar de
ternera, cerdo, cordero, hamburguesas o salchichas; y no añadir azúcar a las
bebidas como té o café; consumieron sofrito dos o más veces por semana) reduce
la presencia de factores de riesgo cardiovascular.
Seguir patrones de
dieta saludable contribuye a mejorar la salud de las personas.
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