Publicado en dominical Nordesía de Diario de Ferrol. 07.01.2019
Carlos
Piñeiro Diaz, médico centro de salud de Narón. Magister Salud
Pública
La investigación
internacional sobre el comportamiento sedentario se ha incrementado
poniendo en evidencia los riesgos para la salud que implica la
inactividad prolongada y excesiva, como permanecer sentados durante
horas.
En noviembre
del año 1953 se publicó en “The Lancet “el estudio de Morris y
colaboradores, denominado “ Enfermedad Coronaria y Actividad Física
en el Trabajo” , en Londres , donde se determinó que los
trabajadores que pasaban gran parte del día sentados presentaban
mayor riesgo de eventos cardiovasculares.
El término
“comportamiento sedentario “es totalmente diferente al de
“inactividad física”. El sedentarismo se define como cualquier
comportamiento de vigilia caracterizado por un gasto energético
inferior o igual a 1,5 METS (Equivalentes de Energía Metabólica)
como ver televisión o permanecer sentado mientras se trabaja. Se
estima que una persona adulta pasa entre el 55 y 70% del día en
actividades que involucran comportamientos sedentarios. La
inactividad física supone un gasto energético menor de 600
MET/min/semana. Más de 4 horas de asiento al día de una persona
supone alto nivel de sedentarismo.
Se han
considerado en las últimas investigaciones 10 riesgos de permanecer
sentados: se incrementa el riesgo cardiovascular. Dos horas por día
de tiempo de pantalla y sentado se vincula con un aumento que va
desde el 5 al 17% en el riesgo de eventos cardiovasculares, según
sean adultos, escolares o jóvenes. Se ha asociado con aumento de
presión arterial en escolares, jóvenes y adultos. La inmovilidad
sentada, prolongada en lugar de trabajo, se ha asociado con mayor
riesgo de tromboembolismo venoso en mujeres. La interrupción del
tiempo sentado se ha asociado con mejor función vascular en niñas y
mejor función del endotelio vascular en adultos, ofreciéndonos
pistas de por qué hay que regalar actividad.
El
comportamiento sedentario se ha asociado con un mayor riesgo de
cáncer, cáncer de endometrio, cáncer de colon y cáncer de mama.
Adultos que vieron televisión durante al menos 7 horas al día,
tienen un 22% mayor de riesgo de mortalidad por cáncer en
comparación con aquellos que vieron televisión menos de una hora al
día. Se ha sugerido que un mecanismo subyacente importante por el
cual la sesión aumenta el riesgo de cáncer es la adiposidad (exceso
de peso corporal) que podría facilitar la carcinogénesis a través
de la resistencia a la insulina, la inflamación crónica, el aumento
del nivel de hormonas sexuales y la secreción alterada de
adipocinas.
Se ha informado
de una asociación positiva entre el comportamiento sedentario y la
diabetes mellitus tipo 2 entre los adultos, independientemente de la
actividad física. Las personas que vieron televisión durante más
de 2 horas al día tenían un riesgo 20% mayor de diabetes tipo 2.
Interrumpir de forma regular la sesión
con sesiones de actividad de poco más de un minuto cada 30 minutos
de sesión puede ser más efectivo que una caminata de 30 minutos
para bajar los niveles de glucosa e insulina postprandial.
Los
investigadores encontraron una asociación positiva entre sentarse y
la composición corporal, la grasa del corazón, la grasa del hígado,
la grasa visceral y la circunferencia de la cintura
independientemente de la actividad física. Sugirieron que ver la
televisión podría llevar a la obesidad entre niños y
adolescentes. Sin embargo, factores como la alimentación poco
saludable y la inactividad física podrían contribuir a esta
asociación.
Los hombres y
las mujeres que se sientan más pueden tener un riesgo mayor de 73% a
76% de desarrollar síndrome metabólico en comparación con aquellos
que se sientan poco, independientemente de la actividad y la aptitud
cardiorrespiratoria. Se ha reportado una asociación similar
para niños y jóvenes. El síndrome metabólico se ha definido como
obesidad central (circunferencia de la cintura) más dos de los
siguientes cuatro factores de riesgo: aumento de la presión
arterial, aumento de los triglicéridos, colesterol reducido de
lipoproteínas de alta densidad (HDL) y aumento de la glucosa en
plasma en ayunas. Entre los adultos mayores (mayores de 60
años), cada hora de ver la televisión se ha asociado con un aumento
del riesgo del 19% de tener síndrome metabólico. Los hombres y las
mujeres que se sientan más pueden tener un riesgo mayor de 73% a 76%
de desarrollar síndrome metabólico en comparación con aquellos que
se sientan poco, independientemente de la actividad y la aptitud
cardiorrespiratoria. Se ha reportado una asociación similar
para niños y jóvenes.
La osteoporosis
es particularmente importante en el contexto de una población que
envejece. Estar sentado de forma prolongada puede ser un factor
de riesgo para la salud ósea en las mujeres, incluso en aquellas que
son físicamente activas. La forma en que se acumula el tiempo
sedentario también puede ser importante: cuanto más largos (en
lugar de los más frecuentes) los episodios sentados, mayores son sus
efectos nocivos sobre la densidad mineral ósea (DMO).
El
comportamiento sedentario se ha asociado con un mayor riesgo de
mortalidad por todas las causas de hasta el 24% -49%. Ver televisión
durante más de 2 horas por día se asoció con un aumento del riesgo
del 13%. Reemplazar una hora de estar sentado con actividades de
ejercicio bajo, como las tareas domésticas, el trabajo de jardinería
y la caminata diaria fueron suficientes para reducir la mortalidad
por todas las causas en un 30%.
Los jóvenes
que disponen de espacios abiertos con instalaciones recreativas son
un 26% más propensos a ser activos cinco veces a la semana que los
que no tienen instalaciones; las personas que viven en vecindarios
con aceras en las calles son un 47% más propensas a ser activas al
menos 30 minutos al día.
La ciencia es
clara y se debe dar prioridad urgente a incrementar de manera
drástica el compromiso del mundo con la actividad física.
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