domingo, 6 de diciembre de 2020

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XXXII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19 (21)

COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS(XXXII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19(21) DOMINICAL DE DIARIO DE FERROL, NORDESÍA. Página 11/35


COBERTURA INFORMATIVA SOBRE PANDEMIAS (XXXII): MODELOS DE CONVIVENCIA CON EL COVID-19 (21)

Carlos Piñeiro Diaz, médico de familia. Magister en Salud Pública. Divulgador científico

 La sociedad ha aprendido a convivir con el COVID-19, tras haber pasado un período de confinamiento y haber adoptado diversas medidas como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, pero no parece suficiente. Nuevos modelos de convivencia se han convertido en reto, incluso habiéndose limitado derechos básicos con el objetivo social de controlar las consecuencias del coronavirus. Se inicia la vacunación en Reino Unido.



 Sorprende la euforia de los responsables políticos y sanitarios en el Reino Unido, afirmando ser el primer país del mundo en iniciar la vacunación contra el COVID-19. Han olvidado que en China se han aprobado tres vacunas de emergencia y ha inoculado más de un millón de personas desde julio y que en Rusia han vacunado a los trabajadores más expuestos desde el mes de agosto. Lo cierto es que se iniciará por primera vez la vacunación de Pfizer con 800.000 dosis, a partir del día 7, acompañadas de la esperanza de todos los países europeos que empezarán a vacunar en los próximos meses y en España ya se ha presentado el plan futuro para la administración en humanos a gran escala. Los pacientes con edad avanzada y/o aquellos con comorbilidades, tienen mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad caracterizada por una insuficiencia respiratoria profunda que requiere asistencia respiratoria y que amenaza la vida. El objetivo de la vacunación es proteger a estas personas vulnerables, por protección directa cuando la vacuna se administra a estas personas o de forma indirecta cuando son las personas que les rodean las vacunadas para reducir la transmisión. El motivo de esta actitud es que los ancianos presentan tras la vacunación una respuesta inmunitaria reducida, de menor duración y, a veces, clínicamente insuficiente. Los ensayos en fase 3 de la vacuna no se diseñaron para el estudio de la eficacia en subgrupos de pacientes con mayor riesgo, de ahí la importancia de la protección indirecta.  

 Son muchos los interrogantes ante el rápido desarrollo de vacunas que requerirán un seguimiento tras su comercialización: seguridad a largo plazo, duración de la inmunidad adquirida, escape del virus ante esta inmunidad, protección de la vacuna frente a formas graves o incluso potencialmente poner en juego el pronóstico vital, la eficacia de la vacuna en dosis bajas y conocer el grado de respuesta en personas jóvenes que permitan la protección indirecta.

 Los efectos adversos informados en los ensayos en fase 3 de las vacunas con ARN mensajero, como las de Pfizer, Moderna, CureVac, se relacionan con reacciones clásicas que se pueden observar en cualquier otro tipo de vacuna, como reacciones locales y generales inespecíficas como dolor en el lugar de la inyección, dolores de cabeza, fiebre, fatiga, pero ningún evento grave que pueda atribuirse a una molécula de ARN envuelta en una nanopartícula lipídica.

Tal como se preveía, las vacaciones de Navidad serán aciagas por el difícil control de la pandemia en Europa durante el otoño, siendo la segunda ola del coronavirus más mortífera que la primera y con un gran impacto económico desfavorable. Fallecieron más de cien mil personas por causa del COVID-19 en noviembre, en 31 países a seguimiento por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. Los países europeos están publicando las reglas navideñas para la población y les resulta difícil combinar el binomio salud y economía ante la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años. El malestar humano se va agrandando y las demandas psiquiátricas se incrementan poniendo en evidencia la limitación de recursos humanos en el campo de la salud mental, con seria preocupación por el impacto infantil y adolescente. En España, según el informe del Defensor del Pueblo en 2020, sólo hay 6 psicólogos clínicos por 100.000 habitantes en la sanidad pública, tres veces menos que la media europea de 18 por 100.000 habitantes. Las tasas de profesionales dedicados a la salud mental infantil escasean en muchos países europeos. Las recomendaciones internacionales recomiendan como buena práctica institucional a un psicólogo por cada 1.000-1500 estudiantes, ocho veces menor que la tasa de países europeos actual. En Francia se ha observado un incremento del 50% en las consultas de psiquiatría infantil. En el diario francés Le Monde se publicó recientemente que varios estudios realizados en China, Taiwán o Europa informan de un aumento en la ideación suicida y de los intentos de suicido en niños desde el inicio de la pandemia. En Estados Unidos, la proporción de visitas a las salas de emergencia relacionadas con la salud mental en la infancia, de 5 a 11 años y de 12 a 17 años, a aumentado aproximadamente un 24% y un 31%, respectivamente según datos del CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades). Los psiquiatras franceses han expuesto públicamente la necesidad de un dispositivo de apoyo post-Covid que debería comenzar con un observatorio nacional de seguimiento y medidas de equipos de prevención en escuelas o empresas y formando equipos de primeros auxilios en salud mental, así como fortalecimiento de profesionales a nivel ambulatorio y hospitalario. Igual que las Unidades de Cuidados Intensivos eran insuficientes ante la pandemia, también se observan deficiencias importantes en los recursos de salud mental ante una devastadora pandemia del COVID-19, donde los propios profesionales de la salud en primera línea se encuentran exhaustos como consecuencia de la escala de la epidemia, que ha alterado nuestro modo de vida y es exigente en las alarmas sanitarias.

 

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